Los beneficios empresariales
Como uno de los argumentos que probablemente se utilicen en la pol¨¦mica sobre la conveniencia de nuevas medidas para la correcci¨®n de los desequilibrios actuales de la econom¨ªa espa?ola es la evoluci¨®n de los beneficios empresariales en los a?os recientes de recuperaci¨®n econ¨®mica, es conveniente que los datos existentes se interpreten de manera adecuada. No parece que este haya sido el caso; en particular, la valoraci¨®n realizada por algunas publicaciones en el sentido de que los beneficios empresariales en 1988 aumentaron en un 45% es inexacta.La central de balances del Banco de Espa?a env¨ªa todos los a?os un cuestionario a las empresas en el que se describe la situaci¨®n patrimonial y los resultados econ¨®micos del ejercicio. La contestaci¨®n a este cuestionario es voluntaria, y, por tanto, la muestra anual de empresas disponible desde 1982 es variable e incompleta, aunque cada vez representa una mayor proporci¨®n de la actividad econ¨®mica.
Sin embargo, algunas interpretaciones utilizan los datos agregados de cada a?o para inferir la evoluci¨®n de las variables econ¨®micas relevantes (producci¨®n, empleo, beneficios, etc¨¦tera). Este tipo de utilizaci¨®n es incorrecta porque al hacer las comparaciones interanuales se est¨¢n incluyendo conjuntos diferentes de empresas, m¨¢s numerosos en los a?os posteriores, de manera que se obtienen crecimientos espectaculares de algunos agregados.
Por consiguiente, cualquier an¨¢lisis de la evoluci¨®n de los resultados de las empresas a partir de la central de balances debe hacerse seleccionando las empresas que han contestado al cuestionario en todos los ejercicios. Aun en este caso, la interpretaci¨®n de las cifras agregadas debe hacerse matizadamente en la medida en que el conjunto de empresas resultante presenta una composici¨®n excesivamente concentrada en determinados sectores industriales, y sobre todo en las empresas grandes.
Otro ejemplo frecuente de utilizaci¨®n inadecuada de la central de balances es la comparaci¨®n de los resultados agregados de las empresas privadas con los de las empresas p¨²blicas, puesto que el resultado de la comparaci¨®n se debe no al car¨¢cter de la propiedad de las empresas, sino a la especializaci¨®n de las empresas p¨²blicas en algunos sectores muy poco rentables (miner¨ªa, siderurgia, construcci¨®n naval).
Teniendo en cuenta todas las reservas previas, podemos hacer alguna valoraci¨®n de la evoluci¨®n reciente de los beneficios y la rentabilidad de las empresas, concentr¨¢ndonos exclusivamente en la muestra de 3.032 empresas comunes a los ejercicios de 1986, 1987 y 1988.
El cuadro 1 refleja los resultados de explotaci¨®n de las empresas, descomponiendo el valor de la producci¨®n generada entre consumo intermedio, costes de personal y resultado econ¨®mico bruto o excedente bruto de explotaci¨®n. Esta descomposici¨®n permite apreciar cu¨¢l es la distribuci¨®n de la renta (prescindiendo de impuestos indirectos) originada en el proceso productivo entre costes de las materias primas y productos intermedios (consumo intermedio) y componentes del valor a?adido (rentas salariales y del capital). Como puede comprobarse, los datos muestran estabilidad del consumo intermedio, y, por tanto, del valor a?adido por unidad de producto, y una redistribuci¨®n de este ¨²ltimo a favor de las rentas del capital. El aumento en el margen de beneficios refleja que los precios han crecido m¨¢s que los costes variables corregidos por la productividad. Es decir, en los ¨²ltimos a?os de recuperaci¨®n econ¨®mica, la evoluci¨®n conjunta de la productividad del trabajo y del coste laboral en t¨¦rminos reales ha tenido un impacto claramente positivo sobre el excedente empresarial.
Rentas disponibles
As¨ª pues, las rentas disponibles para retribuir el capital propio y ajeno de las empresas han crecido a un ritmo superior que el valor de la producci¨®n (14,5% por 11% en 1987 y 15% por 11% en 1988). Sin embargo, es preciso valorar la redistribuci¨®n del capital por unidad invertida y compararla con rentabilidades alternativas para tener una idea m¨¢s precisa del significado de un aumento en los beneficios.
Para ello, el cuadro 2 refleja que la rentabilidad del capital propio de las empresas (rentabilidad financiera) es inferior a la rentabilidad del activo (rentabilidad econ¨®mica) porque ¨¦sta no compensa el tipo de inter¨¦s de la deuda (coste de los recursos ajenos). Este hecho se resume en la existencia de un apalancamiento financiero negativo. Se denomina apalancamiento financiero al efecto sobre la rentabilidad del capital propio de la utilizaci¨®n de deuda en la financiaci¨®n de la empresa. El apalancamiento es positivo o negativo dependiendo de si la rentabilidad que se obtiene con la inversi¨®n efectuada y financiada en parte mediante el endeudamiento es mayor o menor, respectivamente, que el tipode inter¨¦s al que se retribuyen los recursos ajenos empleados. Por tanto, en nuestro caso, el signo negativo del apalancamiento refleja el impacto desfavorable del endeudamiento de las empresas en un contexto en que la rentabilidad econ¨®mica es insuficiente dado el tipo de inter¨¦s soportado. Este efecto negativo de la deuda ha ido reduci¨¦ndose en los ¨²ltimos a?os, como muestra el cuadro 2, debido a que las empresas se han capitalizado, reduciendo su endeudamiento, y sobre todo a que la rentabilidad econ¨®mica de las empresas ha aumentado en los dos ¨²ltimos a?os, fundamentalmente en 1987. Pero es importante destacar que esta mejora en la rentabilidad de las empresas se ha producido a pesar de que los recursos ajenos los obtienen a un coste que, tanto en 1987 como en 1988, es superior al de 1986.
En resumen, nuestro examen pone de manifiesto dos rasgos importantes de la expansi¨®n econ¨®mica reciente. En primer lugar, ha habido un aumento del excedente de las empresas que refleja la existencia de una brecha positiva entre crecimiento de los precios y el de los costes variables por unidad de producto, tanto laborales como de materias primas y productos intermedios. En segundo lugar, aun cuando este aumento en los beneficios se ha traducido en una mejora de la rentabilidad de las empresas, ¨¦sta es todav¨ªa inferior al coste de la financiaci¨®n ajena utilizada por las empresas.
La combinaci¨®n de ambos resultados permite hacer la siguiente interpretaci¨®n: si la inflaci¨®n est¨¢ originando aumentos de los m¨¢rgenes de beneficios, y si estos aumentos son absorbidos en gran medida por el pago de intereses, quiz¨¢ tengamos que concentrar nuestra atenci¨®n en los costes financieros de las empresas para explicar la resistencia a la baja de la inflaci¨®n.
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