La madurez de los 20 a?os

Las Juventudes Musicales, el Banco de Santander y la Comunidad de Madrid han presentado al pianista sovi¨¦tico Pavel Nersesjan, nacido en Mosc¨² hace 24 a?os. En el ¨²ltimo concurso internacional de plano Paloma O'Shea, celebrado en 1987, Nersesjan fue distinguido con un cuarto gran premio, despu¨¦s de alcanzar el segundo en Viena. Y pese al inter¨¦s despertado en dichas pruebas, el programa presentado por Nersesjan en el Auditorio Nacional super¨® incluso lo mejor que le hab¨ªamos escuchado en la capital de Cantabria.Tras un Haydn preciosista, cuyo buen estilo no excluye la fantas¨ªa apoyada principalmente en la calidad sonora, Nersesjan toc¨® prodigiosamente la impetuosa Sonata opus 12 de Shostakovich, una de esas obras que, a mediados de los a?os veinte, descubri¨® el nombre del compositor como el de un genio superdotado para la m¨²sica.

Despu¨¦s, el ¨ªntimo, melanc¨®lico y trascendente Brahms, haciendo queja de los Caprichos y, persistente nostalgia de los Intermedios. Ahondar en el mundo humano y art¨ªstico de Brahms; parecer¨ªa cosa reservada a la madurez si no tuvi¨¦ramos ante nosotros a un veintea?ero como Nersesjan, que conmueve a la audiencia desde lo sustancial antes que domin¨¢ndola desde un virtuosismo deslumbrante.

La Polonesa-fantas¨ªa en la bemol, de Chopin, y la transcripci¨®n realizada por Liszt de La muerte de Isolda, de Wagner, pusieron fin oficialmente a un recital que se prolong¨® con casi una tercera parte de propina.