EE UU mantiene bloqueada la venta a la URSS de sistemas de control a¨¦reo por una empresa espa?ola
Estados Unidos mantiene bloqueado a trav¨¦s del Comit¨¦ Coordinador para el Control de Exportaciones Multilaterales (Cocom) el contrato firmado a principios de 1988 por la empresa espa?ola Ceselsa para la instalaci¨®n de sistemas de control del tr¨¢fico a¨¦reo en el aeropuerto de Mosc¨², seg¨²n ha sabido EL PA?S de fuentes pr¨®ximas a la operaci¨®n. Los reparos de EE UU se refieren a la supuesta utilidad militar de dos ordenadores que apenas suponen un 4% del valor de la operaci¨®n, cifrada en 2.000 millones de pesetas, pero constituyen parte fundamental de la misma. El Gobierno espa?ol est¨¢ realizando intensas gestiones en Washington que podr¨ªan conducir en breve plazo a que se desbloquee el contrato.
La importancia del contrato firmado por la empresa electr¨®nica Ceselsa con las autoridades de la URSS radica no tanto en su cuant¨ªa como en el hecho de que, por vez primera, se consigue penetrar en un mercado de las dimensiones y hermetismo del sovi¨¦tico con tecnolog¨ªa espa?ola, en competencia directa con otras firmas europeas.La operaci¨®n consiste en renovar el sistema de control de tr¨¢fico a¨¦reo (ATC) instalado a principios de la presente d¨¦cada por una empresa italiana y otra sueca en el aeropuerto de Mosc¨². Ceselsa se encargar¨¢ de suministrar sistemas de decodificaci¨®n y procesamiento de datos de radar presentados en pantalla.
Aunque el sistema tiene una funci¨®n civil y es similar a los instalados en varios aeropuertos espa?oles para el control del tr¨¢fico a¨¦reo, la tecnolog¨ªa que emplea est¨¢ clasificada como de doble uso (suceptible de ser empleada para fines militares), por lo que requiere la autorizaci¨®n previa del Cocom.
Dos ordenadores
Los reparos planteados por Estados Unidos en el seno de este organismo a la operaci¨®n se deben a la inclusi¨®n en el sistema de dos ordenadores Hewlett Packard, de fabricaci¨®n norteamericana, que no desea que sean adquiridos por la URSS. Fuentes espa?olas del sector electr¨®nico aducen que los sovi¨¦ticos cuentan con numerosos ordenadores de este tipo, pero es su empleo en sistemas de control de tr¨¢fico a¨¦reo, similares a los que sirven para la defensa antia¨¦rea, lo que parece haber despertado los recelos de Washington.
El Gobierno espa?ol intent¨® obtener la aprobaci¨®n del Cocom presentando el contrato por un procedimiento de urgencia, pero el representante norteamericano, que en la actualidad es el ex embajador de EE UU en Madrid, Reginald Bartholomew, se opuso a ello, por lo que la operaci¨®n ha sufrido un considerable frenazo.
Ceselsa ha instalado ya las consolas, y los restantes equipos en el aeropuerto de Mosc¨², pero le falta la autorizaci¨®n para exportar los ordenadores, que constituyen un elemento fundamental del sistema.
Los ministerios espa?oles de Exteriores, Industria y Defensa est¨¢n realizando intensas gestiones en Washington para conseguir que la Administraci¨®n norteamericana levante el veto al contrato. Fuentes pr¨®ximas a la operaci¨®n conf¨ªan en que estas gestiones tengan un inminente y positivo resultado.
Inflexibilidad norteamericana
El Cocom fue creado en 1974, a iniciativa de EE UU -pa¨ªs que de hecho controla pr¨¢cticamente en exclusiva la actividad de ese organismo-, para impedir la venta de tecnolog¨ªa occidental de doble uso a los pa¨ªses del Este. Al Cocom pertenecen todos los miembros de la OTAN, salvo Islandia, y Jap¨®n.
En la ¨²ltima reuni¨®n de dicho comit¨¦, celebrada en Par¨ªs a finales del pasado mes de octubre, se produjo un tenso debate en su seno entre el representante norteamericano, partidario de mantener un control estricto sobre este tipo de exportaciones, y sus restantes socios, que abogan por adoptar una actitud m¨¢s flexible a la vista del actual clima de distensi¨®n y de la evoluci¨®n de los pa¨ªses del Pacto de Varsovia.
La tesis de Estados Unidos es que la perestroika no ha tenido todav¨ªa un efecto real sobre la capacidad ofensiva del Pacto de Varsovia y que, en consecuencia, no debe bajarse la guardia en ¨¦ste como en otros terrenos. Sus aliados opinan, sin embargo, que es imposible cooperar con la reforma sovi¨¦tica e incrementar el comercio con el Este sin que se produzca cierta transferencia de tecnolog¨ªa.
Las empresas occidentales de inform¨¢tica, electr¨®nica y telecomunicaciones est¨¢n tambi¨¦n deseosas de penetrar en dichos pa¨ªses, y algunas, como las japonesas, han dado ya pasos con ese objetivo.
Espa?a ingres¨® en el Cocom en septiembre de 1985, despu¨¦s de la salida del Ministerio de Asuntos Exteriores de Fernando Mor¨¢n, hasta pocos meses antes titular del departamento, quien siempre se opuso a tal ingreso. En su momento se especul¨® con la posibilidad de que EE UU hubiera condicionado la inversi¨®n en Espa?a de unos 32.000 millones de pesetas por parte de la multinacional norteamericana ATT al ingreso de nuestro pa¨ªs en dicho comit¨¦.
La ¨²nica operaci¨®n espa?ola vetada hasta ahora por el Cocom, o al menos la ¨²nica que ha trascendido, ha sido la venta de una partida de aviones de Construcciones Aeron¨¢uticas (CASA) a Polonia. Al respecto, no obstante, cabe se?alar que existe un escaso flujo comercial entre Espa?a y los pa¨ªses del Este, sobre todo en alta tecnolog¨ªa.
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