La buena comedia

En el marco de la comedia espa?ola de los a?os ochenta apareci¨® una obra de ins¨®lita madurez. Truhanes se distanciaba de la fugacidad de la moda que caracterizaba a los fr¨¢giles productos de la ¨¦poca y que parec¨ªan condenados a no salir del estereotipado protagonista treinta?ero y progre desfasado. Miguel Hermoso tuvo el acierto de no seguir los c¨¢nones impuestos por Colomo en Tigres de papel y por Trueba en ?pera prima, y enlazar con las caracter¨ªsticas m¨¢s universales del g¨¦nero.El resultado fue un excelente deb¨² cinematogr¨¢fico y la selecci¨®n de la pel¨ªcula para competir oficialmente en el Festival de San Sebasti¨¢n. La experiencia del director se limitaba a una exitosa carrera en el campo de la publicidad, con dominio y creatividad demostrados, para comunicar con el espectador a trav¨¦s del anuncio televisivo. Miguel Hermoso fue el creativo que dise?¨® los primeros "anuncios encuesta"; ahora entraba en el cine con una comedia moralizante que sin pretensiones especiales conectaba h¨¢bilmente con un amplio p¨²blico.

Antes que recurrir a j¨®venes actores de moda prefiri¨® la garant¨ªa, calidad y experiencia de Paco Rabal y Arturo Fern¨¢ndez para interpretar a estos dos p¨ªcaros que llegan a un pacto de colaboraci¨®n mientras se encuentran en la c¨¢rcel. Pero una vez fuera, Gonzalo (Arturo Fern¨¢ndez) se negar¨¢ a cumplir el acuerdo.

Los papeles de estos truhanes, mujeriegos y timadores conectan con la vena hist¨®rica y literaria de la picaresca espa?ola, y a la vez acercan la trama a ese hombre de la calle que, se ve retratado en algunos rasgos e identificado en ciertos gestos de estos personajes del buen vivir y del mal vivir.

Tanto debe la pel¨ªcula al extraord¨ªnario trabajo de sus int¨¦rpretes como al esmerado gui¨®n escrito por el rnismo director con Mario Cam¨²s, Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez y Manolo Marinero, que acertaron a recrear festivamente y con frescura esta aventura inusual en nuestro cine. La recreaci¨®n de ambientes y decorados es un atractivo m¨¢s.

En ocasiones -y ¨¦sta es una- el ¨¦xito de p¨²blico confirma el valor de una pel¨ªcula. Es de agradecer que sea una de las pel¨ªculas espa?olas -escasas, por otra parte- programadas en Butaca de Patio. La oportunidad de que participen en la tertulia los propios autores o actores del filme incremerar¨¢ el inter¨¦s de un di¨¢logo en ocasiones por debajo de las pretensiones del presentador.