La aguja de la muerte

Una simple aguja hipod¨¦rmica cambi¨® su vida. La doctora argentina Ver¨®nica Garc¨ªa Prego supo en seguida que sus d¨ªas estaban contados por culpa de aquel simple pinchazo en la yema de uno de sus dedos. La aguja estaba infectada por el virus del s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). La investigaci¨®n posterior demostr¨® que uno de sus colegas hab¨ªa olvidado la aguja ensangrentada por error. Ver¨®nica Prego solicita ahora. una indemnizaci¨®n de 175 millones de d¨®lares (19.000 millones de pesetas) por negligencia.

El caso de la m¨¦dica Ver¨®nica Garc¨ªa Prego ha despertado el inter¨¦s de la Prensa norteamericana y ha conmocionado a su pa¨ªs natal, Argentina. Esta misma semana, la Corte Suprema del barrio neoyorquino de Brooklyn est¨¢ seleccionando a los 12 hombres y mujeres justos que deber¨¢n formar el jurado y decidir qu¨¦ ocurri¨® realmente en el hospital donde se produjo el pinchazo fatal. El juez encargado del caso, Aaron D. Berstein, desea conocer con exactitud qu¨¦ opinan los miembros del jurado acerca del SIDA para saber si son aptos para decidir en un. caso de estas caracter¨ªsticas.El juicio es inminente. Ver¨®nica Garc¨ªa, una gastroenter¨®loga de 31 a?os de edad, solicita una indemnizaci¨®n de 175 millones de d¨®lares al hospital donde trabajaba como residente, el Kings County Hospital de Brooklyn, y tambi¨¦n ha presentado una denuncia contra los dos m¨¦dicos, a los que acusa de ser los responsables de haber olvidado "negligentemente" la aguja de la muerte. La v¨ªctima del pinchazo necesita el dinero para someterse a un largo tratamiento con zidovodina (AZT), y su futuro, como, el de todos los afectados por el virus, es incierto.

El accidente se produjo en el verano de 1983. Dos a?os m¨¢s tarde de haberse producido el pinchazo, la doctora Garc¨ªa analiz¨® su sangre y el resultado reflej¨® con exactitud las consecuencias de la punci¨®n: SIDA. Los contraan¨¢lisis fueron tambi¨¦n concluyentes.

Conmoci¨®n en Argentina

El 21 de septiembre de 1988, la doctora Garc¨ªa present¨® una denuncia contra el hospital y su caso fue publicado un mes despu¨¦s por el diario Clar¨ªn de Buenos Aires. La madre de la v¨ªctima, Juana Laura Garc¨ªa Prego, pidi¨® desde las p¨¢ginas de ese diario "ayuda para mi hija, porque se halla en una carrera contra reloj y necesita ayuda para cubrir su tratamiento".La madre de Ver¨®nica Garc¨ªa denunci¨® que, desde el momento del pinchazo, su hija no encontraba nuevos empleos, y reclam¨® que cualquier ayuda se tramitara a trav¨¦s del entonces representante argentino en la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU), Dante Caputo. El caso conmocion¨® a Argentina y las cartas llovieron sobre Caputo y el propio diario Clar¨ªn.

El Gobierno de Buenos Aires tom¨® cartas en el asunto y solicit¨® a su consulado general en Nueva York que se interesara por el caso y que ofreciera todo tipo de ayuda a la doctora Garc¨ªa. "Es incre¨ªble, pero no logramos dar con ella", declar¨® ayer a este diario el c¨®nsul argentino en Manhattan, Gustavo Vivacqua. Seg¨²n el diplom¨¢tico, "por razones que a¨²n no puedo explicar, no conseguimos dar con el paradero de la doctora para comunicarle que toda Argentina estaba con ella y que dese¨¢bamos ayudarla en lo que precisara".

El desconocimiento del consulado sobre el caso era tal, que el pasado martes sus responsables desconoc¨ªan que la doctora ten¨ªa que presentarse ante el juez.

Escuchar las dos versiones

Un portavoz del Kings County Hospital de Brooklyn, Sussy Halpan, declar¨® ayer a EL PA?S que "la doctora Garc¨ªa Prego tiene una versi¨®n del accidente distinta a la de los m¨¦dicos a los que acusa de actuar negligentemente". Halpan explic¨® que uno de los m¨¦dicos acusados de negligencia, concretamente Joyce Fogel, ha dado una versi¨®n distinta de lo sucedido el 17 de julio de 1983, cuando' se produjo el pinchazo.El jurado deber¨¢ escuchar ahora las dos versiones y decidir si el accidente se produjo o no, d¨®nde se produjo y qui¨¦n es el responsable de que la doctora Garc¨ªa haya contra¨ªdo el SIDA.