Historia
Ese japon¨¦s que est¨¢ asesorando a Bush sobre c¨®mo desarrollar a los paname?os por el procedimiento previo de inculcarles el final de la historia a morterazos ve sus tesis corroboradas en ese duelo entre antiguos compa?eros de la CIA, Noriega y Bush, Bush y Noriega, enfrentados ahora por misteriosos desamores. ?Qui¨¦n sabe! ?Una mujer? ?Un bot¨ªn? Bush est¨¢ deshegelizando a Panarn¨¢, quiere conseguir un lugar para los paname?os en la foto fija del final de la historia, quieran o no quieran, por su bien y por la doctrina Monroe. Cuando exist¨ªa la historia a esto se le llamaba imperialismo, ahora tal vez se trate de un simple ajuste de cuentas entre g¨¢nsteres.Y podemos sacar consecuencias. Despu¨¦s de la historia y tras el de creto de extirpaci¨®n de las ideolog¨ªas, quedar¨¢n frente a frente los partidarios de la ley del m¨¢s fuerte y los partidarios de la raz¨®n del m¨¢s d¨¦bil. Y formar¨¢n dos conciencias del mundo, dos saberes, dos teor¨ªas, y habr¨¢ que comprometerse, habr¨¢ que elegir entre asesorar a Bush sobre c¨®mo puede "desarrollar" a los paname?os o a los paname?os para que no se dejen desarrollar por el imperio. Begin the begin. Cuando caigan todos los draculescus, la mirada cr¨ªtita de la humanidad tendr¨¢ los ojos m¨¢s claros que nunca para contemplar cara a cara el nuevo desorden, como prueba evidente de que la historia no ha terminado, ni en el sentido restrictivo japon¨¦s-hegeliano, ni en el sentido evidente de un saber sobre la evoluci¨®n de la conducta individual y organizada de los hombres.
Todav¨ªa Marx, todav¨ªa, descubriendo los intereses materiales que hay debajo de las s¨¢banas de los esp¨ªritus con may¨²scula y con min¨²scula. El esp¨ªritu del liberalismo se ha refugiado en los bunkers de las multinacionales y los centros de poder adl¨¢teres. El esp¨ªritu del estalinismo defiende el derecho de herencia de Draculescu. Mientras haya desorden habr¨¢ que cambiar la historia. Habr¨¢ historia.
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