La Audiencia aplica la atenuante de enajenaci¨®n mental a cuatro adeptos a la secta Raschimura
Una sentencia de la Audiencia de Barcelona reconoce que cuatro ex miembros de la secta Raschimura, juzgados por las acusaciones e falsedad en documento y usurpaci¨®n de estado civil, cometieron los delitos por estar sometidos al s¨ªndrome de persuasi¨®n coactiva que les imped¨ªa tener el pleno control de sus mentes, dominadas por el l¨ªder de la secta, Pedro Vivancos. El tribunal de la Secci¨®n Cuarta de la Audiencia ha condenado a cuatro ex miembros de la secta Raschimura (Mar¨ªa Rosa Pastor, Juan Antonio Hern¨¢ndez Ruiz, Jos¨¦ Soria Reina y Sebasti¨¢n G¨®mez R¨¢ngel) a un mes de arresto por el delito de falsedad en documento, cometido al inscribir en el registro civil a hijos del l¨ªder de la secta como suyos.
Esta irregularidad fue realizada por los ex seguidores de Raschimura por la imposibilidad de desobedecer las ¨®rdenes de Vivancos, seg¨²n aseguraron los acusados en el juicio.El tribunal ha considerado que, en realidad, los procesados incurrieron en actividades delictivas por tener mermada su capacidad mental y por ello ha aplicado la eximente incompleta de enajenaci¨®n. En la sentencia, los magistrados subrayan que el l¨ªder de Raschimura adoctrin¨® a sus seguidores con "conferencias, predicaciones reiteradas, falta de sue?o y alimentaci¨®n carencial". Los ex seguidores de la secta precisaron en el juicio que estaban obligados a trabajar la mayor parte del d¨ªa, levant¨¢ndose de madrugada y con un r¨¦gimen alimenticio basado en arroz.
El tribunal admite las alegaciones formuladas por el fiscal, quien lleg¨® a calificar a los ex miembros de la secta como "v¨ªctimas" y no acusados.
La secta Raschimura fue creada por Vivancos en 1974 y, en principio, se dedic¨® a la fabricaci¨®n y venta de productos diet¨¦ticos, tareas en las que trabajaban los adeptos. Vivancos, actualmente huido de la justicia espa?ola, organizaba cursillos de filosof¨ªa oriental para la captaci¨®n de adeptos. Lograba de sus seguidores una obediencia ciega, hasta el punto de disponer matrimonios entre ellos. Tambi¨¦n orden¨® a alguno de ellos reconocer legalmente a hijos suyos con el fin de esquivar la patria potestad.
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