'Documentos TV' presenta un reportaje sobre Hirohito
?Qui¨¦n era de verdad Hirohito, el hombre que se ocultaba detr¨¢s de la leyenda tejida en torno a su figura? Edward Behr, en tiempos redactor jefe de la secci¨®n de cultura de la revista Newsweek y actor de Pu- Yi, el ¨²ltimo emperador, contesta a los hagi¨®grafos oficiales, tanto japoneses como norteamericanos, en un notable y valiente documental realizado para la BBC y la WGBH y el NPPI de Boston, Hirohito. El programa Documentos TV emite hoy este revelador documento sobre la personalidad del soberano japon¨¦s.
Del pol¨¦mico filme -que fue emitido en el Reino Unido, Francia y Estados Unidos durante o muy poco despu¨¦s de los funerales, y que TVE presenta ahora, pasado un a?o- emerge un Hirohito al que Behr describe como "ambiguo, simulador, b¨¢sicamente irresoluto, desgarrado entre ideolog¨ªas en conflicto, y perseguido por una relaci¨®n amor-odio con sus propias fuerzas armadas". Ni una marioneta ni un pacifista, como se ha venido difundiendo, sino un hombre camale¨®nico, que adopt¨® diferentes papeles para conservar ese trono como 124 descendientes de una dinast¨ªa con 2.500 a?os de antig¨¹edad. Behr ataca sobre todo el mito de "el hombre que no sab¨ªa nada"; muy al contrario, cree probado el periodista y escritor que fue un hombre con plenas responsabilidades en la conducci¨®n de su pueblo a la guerra, y en el ataque secreto a Pearl Harbour, y que no fue llevado ante el tribunal que juzg¨® los cr¨ªmenes de guerra porque a la Norteam¨¦rica de MacArthur le interes¨® mantenerle en el poder.Bas¨¢ndose en los valios¨ªsimos diarios ¨ªntimos de personajes muy pr¨®ximos a Hirohito, Behr revisa y reescribe la historia del que se mantuvo 63 a?os como monarca de Jap¨®n y resalta el papel de los norteamericanos en el blanqueo de la figura del emperador. "El embajador Mansfield cree que su residencia es una casa privada en la que no deben introducirse las c¨¢maras de televisi¨®n", cuenta Behr (en un art¨ªculo titulado Ecos imperiales, publicado en la Prensa brit¨¢nica) que le contest¨® un ayudante de la Embajada norteamericana cuando intent¨® filmar en el sal¨®n donde tuvo lugar el hist¨®rico encuentro entre el general MacArthur e Hirohito el 27 de septiembre de 1945. "Tales fueron las dificultades a la hora de realizar un documental acerca del emperador en los escenarios de su vida, aun cuando los m¨¢s quisquillosos obst¨¢culos procedieran, no de los japoneses, sino de los americanos en Tokio", a?ade Belir, quien tambi¨¦n se defiende de la interesada campa?a de desprestigio orquestada por japon¨®logos norteamericanos contra su libro y el filme en ¨¦l basado. Recuerda este veterano periodista otros detalles sobre el muro de acero levantado sobre el emperador dios.
Los diarios ¨ªntimos son la base de las tesis sostenidas por Behr en Hirohito. Especialmente las de personajes como Koichi Kido, consejero e influyente eminencia gris cerca de Hirohito, que anot¨® hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle, desde un corte de pelo o una partida de golf, hasta sus conversaciones sobre temas m¨¢s serios con el emperador, al que ve¨ªa varias veces por semana. Kido fue juzgado ante el Tribunal Internacional tras la derrotajaponesa en la II Guerra Mundial, y encarcelado de por vida.
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