El Papa pide al Tribunal de la Rota que no caiga en el sentimentalismo

Juan Pablo II dirigi¨® ayer por la ma?ana un duro discurso a los jueces de la Sagrada Rota Romana responsables de los procesos para las anulacioens matrimoniales, record¨¢ndoles que est¨¦n alerta para no dejarse arrastrar, afirm¨®, "de una malentendida compasi¨®n que acabar¨ªa en sentimentalismo, s¨®lo aparentemente pastoral'.

Con ocasi¨®n de la apertura del a?o Judicial en el Vaticano, Juan Pablo II se refiri¨® a la armonizaci¨®n de los principios de la justicia y la misericordia en las causas que ese tribunal sigue sobre la validez del v¨ªnculo matrimonial.

El Papa ha pedido a los jueces que sean fieles en aplicar el canon 1.676 del nuevo C¨®digo Can¨®nico que dice: "El juez antes de aceptar una causa y cuando entrevea la esperanza de un buen resultado debe hacer recurso a todos los medios pastorales para inducir a los c¨®nyuges, si ello es posible, a convalidar el matrimonio y a restablecer la convivencia conyugal".

Juan Pablo II les ha recordado tambi¨¦n a los jueces que s¨®lo con la fidelidad al matrimonio, el don irrevocable" de Dios a los c¨®nyuges, a sus hijos y a la sociedad civil es posible "encontrar la felicidad eterna y una anticipaci¨®n de aqu¨¦lla en esta tierra". A?adi¨® el Papa polaco que aunque la voluntad de Dios en esta materia pueda "parecer exigente", en realidad es siempre benigna ya que ha sido ¨¦l quien ha afimado -puntlualiz¨® Juan Pablo II- que "su yugo es dulce y su carga ligera".

El bien de las almas

En otra parte de su mensaje, el Pont¨ªfice les ha puesto en guardia contra el enga?o de considerar s¨®lo importantes pastoralmente la facilitaci¨®n en los procesos y la exenci¨®n de las penas can¨®nicas. "Olvidan as¨ª", les dijo severo Juan Pablo II, que llevaba visibles en su rostro las huellas de una gripe febril a¨²n no superada, "que tambi¨¦n la justicia y el derecho estricto y, por tanto, las leyes, los procesos y las sanciones y todas las manifestaciones t¨ªpicas de la justicia son exig¨ªdas por la Iglesia para el bien de las almas".El Papa puntualiz¨® que el argumento vale tambi¨¦n para las causas de anulaci¨®n del matrimonio, ya que la Iglesia, afirm¨®, "mientras toma acto de las grandes dificultades en las que se mueven algunas familias metidas en situaciones de infeliz convivencia, todav¨ªa tienen ellas mismas el derecho de no ser enga?adas con una sentencia de nulidad que est¨¦ en contraste con la verdadera naturaleza del matrimomo"

Juan Pablo II, en otro momento de su intervenci¨®n, afirm¨® que las v¨ªas que se separan de la justicia y de la verdad acaban por contribuir al alejamiento de las personas de Dios, con lo que se consigue un resultado contrario al que, de buena fe, se buscaba", y subrayando que defender un matrimonio v¨¢lido representa la tutela de un don irrevocable que Dios ha dado a los c¨®nyuges, a sus hijos, a la Iglesia y a la sociedad civil.