Un humanismo solidario
Juan Marichal inicia un ciclo sobre una forma latinoamericana de compromiso
Juan Marichal, un trasterrado de la guerra civil que ocup¨® su exilio en la investigaci¨®n de la vida y de la obra de dos figuras singulares de la ¨²ltima Rep¨²blica, Manuel Aza?a y Juan Negr¨ªn, pone sobre el tapete de la conciencia intelectual espa?ola una nueva definici¨®n del compromiso: el humanismo solidario. En su tesis, que expondr¨¢ a partir de hoy en la Fundaci¨®n March, Marichal mantiene que esa actitud tiene una larga tradici¨®n en Am¨¦rica Latina, arranca del padre Las Casas y desemboca en el ejemplo de Ignacio Ellacur¨ªa, asesinado en El Salvador.
Marichal ya est¨¢ establecido en Madrid. Su periplo fue el de muchos ni?os de la guerra: nacido en Tenerife en 1922, era un chiquillo cuando estall¨® la contienda; el exilio inmediato lo vivi¨® en Francia, Marruecos, M¨¦xico y Estados Unidos, en cuya universidad de Harvard pas¨® los ¨²ltimos 30 a?os de su vida. En Harvard es ahora catedr¨¢tico em¨¦rito pero en plena actividad dirigi¨® el Departamento de Estudios Latinoamericanos.Su obra m¨¢s conocida es la que ha dedicado a la vida y a la obra de Manuel Aza?a, y se sabe que prepara tambi¨¦n, con las dificultades que provienen de su car¨¢cter de investigador concienzudo, una biograf¨ªa de Juan Negr¨ªn, que fue primer ministro en la Rep¨²blica que presidi¨® don Manuel. Pero ha escrito mucho m¨¢s: de literatura, de historia y de pol¨ªtica.
El ciclo de conferencias que inicia hoy es en cierto modo una s¨ªntesis de todas esas pasiones suyas. Lo que va a plantear es la existencia de "un humanismo solidario que tiene su ra¨ªz fundamental en Am¨¦rica Latina". Ese humanismo solidario que acu?a Marichal, como acu?¨® su maestro Jos¨¦ Gaos el de trasterrados para hablar de los hombres del exilio, "difiere de la tradici¨®n humanista que busca la verdad pero no se centra en la vida del pr¨®jimo. Los humanistas solidarios piensan en t¨¦rminos morales sobre lo que debe hacer el intelectual para la humanidad y establecen ideales y normas".
?Por qu¨¦ surge en Am¨¦rica Latina esa actitud? "Pues por la misma esencia de Am¨¦rica: los descubridores pensaban que los americanos no eran humanos y el padre Las Casas desbarat¨® esa suposici¨®n y predic¨® la racionalidad de todos los seres humanos".
La tradici¨®n del humanista solidario prosigue durante los siglos y desemboca, seg¨²n la cronolog¨ªa que Marichal plantear¨¢ a partir de hoy, con Mari¨¢tegui y el padre Segundo, un jesuita uruguayo. El eje vertebral de su pensamiento es que todos ellos insisten en "la unidad profunda de la humanidad", seg¨²n Marichal, y en ese sentido "se acercan a las obsesiones actuales en contra de la fragmentaci¨®n y el dogmatismo".
Marichal subraya el car¨¢cter latinoamericano de esta actitud humanista y si acaso halla un correlato occidental europeo es en la figura de Jean Paul Sartre, "a pesar de que el pensador franc¨¦s se adscribi¨® en alg¨²n momento a una ideolog¨ªa particular".
?Significa ello que los humanistas de los que habla Marichal no tienen una ideolog¨ªa determinada. "No, en absoluto, pero en ellos domina una idea central y definitiva: la idea de la fraternidad".
Ahora, en el sentido en que ve Marichal el compromiso del intelectual, se ve un panorama bastante desabrido. "Yo dir¨ªa que muchos intelectuales se han retirado del compromiso y ¨¦ste se advierte s¨®lo en los pa¨ªses del Este, donde un poeta puede llegar a ser presidente, como ocurri¨® en Francia en la Revoluci¨®n de 1848".
En Espa?a s¨®lo ve un intelectual que se aproxime a su ejemplo del humanista solidario: Jos¨¦ Luis Aranguren. En el mundo, el tambi¨¦n espa?ol Ignacio Ellacur¨ªa, "que muri¨® asesinado por defender una conducta moral frente a la barbarie". "En el caso de Aranguren, es un humanista de este car¨¢cter porque disfruta de una veta que le une a otras ra¨ªces fraternales, mientras que la tendencia actual de nuestra cultura no es precisamente a la fraternidad".
'Latinoamericano'
Marichal reclama para los hispanoamericanos o iberoamericanos el t¨¦rmino latinoamericano: "Eso nos evitar¨ªa muchos conflictos". De sus personajes hist¨®ricos m¨¢s habituales, Aza?a y Negr¨ªn, tiene cosas buenas que decir: "A Aza?a le deb¨ªan dar la calle Serrano de Madrid con motivo del cincuentenario de su muerte. Y ahora se ve la vigencia de Negr¨ªn: ¨¦l quer¨ªa una Europa unida, y ah¨ª la vemos".De su propia actividad tiene este anuncio: "Hablar¨¦ este martes y este jueves, y la semana pr¨®xima lo har¨¦ los mismos d¨ªas, en la Fundaci¨®n March". En febrero pronunciar¨¢ un ciclo sobre la historia intelectual latinoamericana en la Fundaci¨®n Ortega, a la que est¨¢ adscrito desde su vuelta definitiva a Espa?a.
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