Trabajo de campo sobre Jean-Paul Sartre
Se publica en Espa?a la biograf¨ªa del fil¨®sofo franc¨¦s escrita por Annie Cohen-Solal
Annie Cohen-Solal -primera bi¨®grafa de Jean-Paul Sartre, fil¨®sofo, agitador pol¨ªtico, dramaturgo, ensayista y novelista franc¨¦s, uno de los m¨¢s influyentes en el ecuador de este siglo- intenta alejar al escritor de su memoria desde que termin¨® su biograf¨ªa, hace cinco a?os. Dice: "Tengo otras cosas que hacer en la vida". Sin embargo, no lo consigue: constantemente le llegan pruebas de que Sartre "sigue provocando, sigue poniendo un di¨¢logo en pie. En su tumba, la gente sigue dejando flores o huevos podridos". Acaba de aparecer en Espa?a esta biograf¨ªa, Sartre, de Annie Cohen-Solal, francesa de 40 a?os, de origen argelino y actual consejera cultural de su pa¨ªs en Nueva York.
La bi¨®grafa de Sartre nos habla le su amigo Jean Pierre Kauffman. Kauffman, periodista franc¨¦s, llevaba meses atado a una cama, prisionero en alg¨²n lugar de Oriente por los fundanentalistas de Hezbollah. Estaba secuestrado cuando, en noviembre de hace cinco a?os, escuch¨® por casualidad en la radio una entrevista que le hac¨ªan a su amiga Annie CohenSolal con motivo de la salida de su libro biogr¨¢fico Sartre.
Esa entrevista, cuenta Annie Cohen-Solal, le dio a Kauffman Fuerza espiritual durante tres semanas. As¨ª se lo dijo a ella el propio Kauffman, "pero lo importante", dice la escritora, "es que m¨¢s tarde, cuando los secuestradores aliviaron las condiciones de prisi¨®n de Kauffman, ¨¦ste pudo acceder a las novelas de Sartre, recopiladas en un volumen de La Pl¨¦iade -pod¨ªa elegir otros libros- y qued¨® enganchado a ¨¦l para siempre". Ahora, Kauffman mantiene con su amiga conversaciones de hasta 24 horas ininterrumpidas sobre Sartre, y lo que ha elegido hacer, tras su cautiverio, es participar en la adaptaci¨®n del libro de Annie Cohen-Solal para un documental de televisi¨®n francesa.
Cinco a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n de su biografia del fil¨®sofo, Annie Cohen-Solan conoce mejor que entonces cual es su relaci¨®n con el libro. "Ahora es un libro que para m¨ª por fin existe", dice. "S¨¦ qu¨¦ es lo que hice bien en ¨¦l. Antes, en cambio", evoca la escritora, "no sab¨ªa qu¨¦ contestar cuando me preguntaban sobre el libro. Yo lo hab¨ªa escrito, pero no lo hab¨ªa le¨ªdo".
Al principio hemos notado una ligera decepci¨®n en la voz de Annie Cohen-Solal al saber que lo que pretende este periodista al llamarla desde el otro lado del Atl¨¢ntico por tel¨¦fono, es preguntarle por su Sartre, que acaba de salir en Espa?a (Edhasa). Pero, tras la decepci¨®n inicial, se repone pronto. aunque ha pasado tres a?os de viajes por la mitad del mundo ) promocionando su libro, que es un ¨¦xito internacional traducido ya a 16 idiomas, encuentra de nuevo su perdido entusiasmo y habla de Sartre como si fuese la primera vez.
Y eso que qued¨® fascinada por Jean Baptiste, padre de Sartre, del que el hijo casi nunca quiso hablar, y que tentada estuvo de escribir m¨¢s bien sobre el padre que sobre el hijo. Arlette, hija adoptiva de Jean Paul Sartre, que en la actualilad es gobierna la herencia del escritor, dijo en una ocasi¨®n: "No estar¨ªa mal empujar a Sartre para que escribiera de su padre: ser¨ªa muy sartriano".
Agilidad e informaci¨®n
La biografia fue para su autora Un reto. Con anterioridad hab¨ªa Escrito una tesis sobre Paul Nizan, compa?ero de batallas literarias y pol¨ªticas de Sartre durante muchos a?os y con el mantuvo serias controversias. Cuando ley¨® este libro Andr¨¦ Schifrin, un editor de origen Franc¨¦s que trabajaba en la editorial norteamericana Pantheon, le propuso que hiciese lo mismo, pero con Sartre.
Le hab¨ªa llamado la atenci¨®n el trabajo sobre Nizan, escrito con solvencia acad¨¦mica y agilidad period¨ªstica. Cohen-Solal tard¨® seis meses en decidirse a hacerlo y luego cuatro a?os en escribirlo. Ahora, cinco a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n y mientras termina de instalarse en su nuevo trabajo como consejera cultural de Francia en Nueva York, Cohen-Solal piensa que el secreto de ¨¦ste ¨¦xito reside en la agilidad de la escritura, en una considerable informaci¨®n obtenida en trabajo de campo, y en el alejamiento de la tradicional visi¨®n de Sartre ofrecida por su testigo oficial, Simone de Beauvoir.
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