El desaf¨ªo democr¨¢fico
Las autocracias del mundo ¨¢rabe se miran en el espejo rumano
El hasta hace pocos meses doctrinario y rigorista Yemen del Sur acaba de abrir las puertas al multipartidismo; ex diputados kuwait¨ªes, apoyados por miles de conciudadanos, se han atrevido a pedir, por primera vez en cuatro a?os, la reapertura de su Parlamento; en Jordania, las primeras elecciones legislativas en 22 a?os han abierto un inusitado proceso de liberalizaci¨®n pol¨ªtica; en Egipto, la prensa de oposici¨®n ha derribado al ministro de Interior.
A la vista de los acontecimientos, cabe preguntarse si se est¨¢ asistiendo en el mundo ¨¢rabe al inicio de un proceso democratizador, en el estilo de los que bullen en Europa del Este. Tal vez sea demasiado temprano, y las diferencias no son despreciables, pero el desaf¨ªo democr¨¢tico est¨¢ enfrentando a los dirigentes ¨¢rabes con sus propias realidades.Ante la pregunta de esta periodista sobre los efectos que los cambios de Europa del Este pudieran tener en el mundo ¨¢rabe, el funcionario israel¨ª destinado en El Cairo esboza una sonrisa de complacencia y se limita a mostrar un recorte de The New York Times en el que su corresponsal en la capital egipcia se hac¨ªa eco de los paralelismos y advertencias de la prensa ¨¢rabe hacia sus dirigentes. No hace ning¨²n otro comentario. Su expresi¨®n satisfecha resume mejor que nada el orgullo de sentirse ciudadano de la ¨²nica democracia homologable de Oriente Pr¨®ximo, el Estado de Israel.
En efecto, los m¨¢s prestigiosos peri¨®dicos de la regi¨®n han recogido con inter¨¦s los acontecimientos de los ¨²ltimos meses en Europa oriental, y muy en especial la sangrienta ca¨ªda del l¨ªder rumano, Nicolae Ceaucescu.
La comparaci¨®n con las situaciones que se viven en algunos pa¨ªses ¨¢rabes estaba servida, y las similitudes apenas requieren ingenio: gobernantes autocr¨¢ticos, poderosas fuerzas de seguridad y econom¨ªas bajo estricto control estatal. Las miradas de todos los comentaristas parec¨ªan estar dirigidas, aunque sin nombrarlas, a Irak, Siria y Libia, considerados los reg¨ªmenes m¨¢s represivos y sangrientos del mundo ¨¢rabe.
'Participaci¨®n popular'
Ni la censura ni el control gubernamental han impedido el debate en la Prensa kuwait¨ª sobre la necesidad de concretar la f¨®rmula de participaci¨®n popular en la vida pol¨ªtica, sugerida por el poder como respuesta a la petici¨®n en la calle de que se reabra el Consejo Nacional (Parlamento).A pesar de la escasa disposici¨®n de las autoridades kuwait¨ªes a aceptar una instituci¨®n que en el pasado les caus¨® problemas (de ah¨ª su clausura en 1986), la sola aparici¨®n del asunto en letras de molde es ya todo un avance. El 12 de febrero de 1989, el diario Al Rai alAam publicaba un espacio en blanco en el lugar habitual de su editorial. La censura hab¨ªa juzgado inoportunas sus referencias a las discusiones que, ya por entonces, reclamaban la vuelta a la vida parlamentaria.
Las prohibiciones lanzadas por el Ministerio del Interior no han hecho sino reflejar la preocupaci¨®n de los dirigentes kuwait¨ªes, quienes en pocos d¨ªas han pasado de pedir a sus ciudadanos que eviten la crisis pol¨ªtica a asegurar que la vuelta a la vida parlamentaria es un objetivo alcanzable.
Su situaci¨®n comprometida es en realidad similar a la de otros pa¨ªses de la problem¨¢tica regi¨®n. Los ingresos del petr¨®leo les han permitido ofrecer a sus nacionales estados de bienestar econ¨®mico que han aparcado las necesidades de tipo pol¨ªtico o de participaci¨®n en el Gobierno. Sus dirigentes no ignoran la necesidad de reformas. El Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG) form¨®, durante su ¨²ltima cumbre, el pasado diciembre, un comit¨¦ ministerial para "examinar los cambios pol¨ªticos y econ¨®micos" ocurridos en la escena internacional y "sus repercusiones". Durante su primera reuni¨®n, el pasado d¨ªa 15, el comit¨¦ decidi¨® trabajar en la elaboraci¨®n de un plan de acci¨®n para ayudar a los Estados miembros a responder a las nuevas situaciones.
Egipto se ha convertido en el modelo de democracia para estos nuevos convertidos. En un reciente art¨ªculo, el diario kuwait¨ª Al Siyasa alababa la experiencia de ese pa¨ªs en las pr¨¢cticas democr¨¢ticas y su capacidad para salvaguardar a un tiempo la seguridad, una obsesi¨®n que constri?e en la mayor¨ªa de los casos cualquier intento de liberalizaci¨®n. A¨²n con este moderado objetivo, el peri¨®dico defend¨ªa la libertad de opini¨®n, desconocida en la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la zona.
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