La milagrosa recuperaci¨®n de Thomas Muster
El mejor tenista austriaco super¨® el pasado a?o una complicada lesi¨®n
Es t¨ªmido y tranquilo. Basta el ruido monocorde del bote de una pelota o el crujir de unas cuerdas tens¨¢ndose en el marco de su raqueta para transformar a Thomas Muster en un obseso del tenis y de la victoria. Muster es el n¨²mero uno del equipo austriaco de Copa Davis de tenis, que ma?ana, en Barcelona, se enfrenta a Espa?a en la primera eliminatoria del grupo mundial. A sus 22 a?os, a base de voluntad y trabajo, se ha convertido en el primer austr¨ªaco en alcanzar la semifinal de un Grand Slam, as¨ª como una posici¨®n entre los 10 primeros del mundo. Esa voluntad ha sido su arma principal para recuperarse de un accidente que estuvo a punto de cortar su carrera.
Pasaban escasos minutos de la medianoche del primero de abril de 1989, cuando Thomas Muster, tras grabar una entrevista para la televisi¨®n austr¨ªaca, abandonaba el National Center de Cayo Vizca¨ªno (Florida, EE UU). Acababa de derrotar a Yannick Noah en las semifinales del Lipton y as¨ª alcanzaba su primera final en un torneo de dos semanas de duraci¨®n y un cuadro abierto a 128 jugadores. Era un hombre feliz y ambicioso. "Ya estoy entre los 10 primeros del mundo. Ma?ana, en la final ante Ivan Lendl, no tengo nada que perder", dijo. Su noche m¨¢s feliz acab¨® rozando la tragedia.En compa?¨ªa de Ronnie Lietgeb, su manager, Muster se dirigi¨® al Bayside, un centro comercial de Miami. Mientras recog¨ªa la bolsa del maletero de su veh¨ªculo, un conductor en estado de embriaguez se acerc¨® con su autom¨®vil a toda velocidad en un ¨¢rea limitada a 30 kil¨®metros por hora. No hubo tiempo para reaccionar. Un violento choque frontal acab¨® con Muster, que fue a parar bajo la carrocer¨ªa de su propio coche. Los ligamentos de la rodilla izquierda fueron segados de golpe, y su cuerpo presentaba m¨²ltiples magulladuras. Muster, sin embargo, conserv¨® la sonrisa.
"Estas cosas pueden sucederle a cualquiera. Debo estar contento por haber salvado la vida. S¨¦ que va a ser una lesi¨®n dif¨ªcil de curar, pero tengo fe en los m¨¦dicos y espero volver a jugar muy pronto", fueron las palabras de Muster al salir del hospital.
Una causa nacional
La lesi¨®n de Muster, producida en plena explosi¨®n del tenis en su pa¨ªs, fue tomada como una causa nacional. Los mejores doctores especialistas en lesiones de rodilla -la medicina austriaca a progresado much¨ªsimo en este campo gracias al auge del esqu¨ª- estudiaron un plan. Muster fue operado en Viena por el doctor Willi Dungl, y un equipo de fisioterapeutas estudi¨® y dise?¨® un artilugio especial para que pudiera entrenarse.
Muster se aferr¨® a ese artilugio como un ciego a su perro lazarillo, mientras una m¨¢quina lanzapelotas le serv¨ªa de rival imaginario. "Volver a golpear una pelota fue una sensaci¨®n tan agradable como volver a ganar un torneo", dijo Muster.A los cuatro meses, Muster abandonaba las muletas y comenzaba ejercicios especiales de recuperaci¨®n: "Durante esos cuatro meses trabaj¨¦ a fondo toda la musculaci¨®n en el gimnasio. Cuando me quitaron el yeso, la pierna izquierda parec¨ªa un alambre. Sin embargo, sab¨ªa que estaba en el buen camino".
El pasado 20 de septiembre, Muster encontraba el sendero correcto de su recuperaci¨®n y jug¨® su primer encuentro oficial en la pista Talism¨¢n del Real Club de Tenis Barcelona. Nadie pod¨ªa imaginar que pudiera tener fuerzas para llegar a los cuartos de final del torneo. "Ha sido un momento muy importante para m¨ª. Nunca me desanim¨¦, pero ha sido un proceso dur¨ªsimo. Ahora s¨®lo pienso en 1990", dijo Muster aquel d¨ªa tras derrotar al mexicano Agust¨ªn Moreno.
Los m¨¦dicos le hab¨ªan pronosticado que pasar¨ªan al menos 10 meses antes de pisar de nuevo las pistas. Muster lo hac¨ªa con cuatro meses de anticipo.
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