M¨¦xico firma el acuerdo de reducci¨®n de su deuda en el marco del 'plan Brady'

Los presidentes de los 15 bancos m¨¢s poderosos del mundo, en nombre de casi 500 entidades financieras internacionales, firmaron ayer con el Gobierno mexicano el primer acuerdo de la historia que reduce la deuda externa de un pa¨ªs del Tercer Mundo. Los hombres que mueven el dinero del mundo, presentes ayer en M¨¦xico en cuerpo y alma, elogiaron el comportamiento econ¨®mico del Gobierno de Carlos Salinas de Gortari y animaron a los deudores latinoamericanos a seguir su ejemplo. Pese a las grandes limitaciones del acuerdo suscrito ayer, ¨¦ste no pierde su car¨¢cter de hist¨®rico y trascendental, tanto para la econom¨ªa mexicana como para la del resto del resto del continente.

El acuerdo no facilita un flujo de dinero fresco en la cantidades que se esperaba ni permite una reducci¨®n neta del capital de la deuda del orden de lo que pod¨ªa esperarse, pero sirve para racionalizar el problema de la deuda y para sentar las bases de un ordenamiento de la econom¨ªa mexicana.Seg¨²n los c¨¢lculos expuestos por el secretario mexicano de Hacienda, Pedro Aspe, la deuda externa de este pa¨ªs, que hasta hoy era de algo m¨¢s de 100.000, millones de d¨®lares, pasa ahora a tener lo que ¨¦l llam¨® "un saldo econ¨®mico neto equivalente a 79.899 millones de d¨®lares". Esto no quiere decir que la deuda mexicana se ha reducido de pronto en 20.000 millones de d¨®lares ya que la reducci¨®n neta real es s¨®lo de 7.000 millones. Pero el peso de los compromisos financieros de esa deuda equivalen al pago de 79.899 millones de d¨®lares.

El presidente del Citibank John Reed, presente en M¨¦xico para la firma, opin¨® que este acto era "un principio y un fin". A su juicio, se?ala el inicio de una nueva relaci¨®n entre bancos acreedores y Gobiernos deudores y marca el fin de una crisis que ha azotado a Am¨¦rica Latina y que lleg¨® a amenazar la estabilidad financiera mundial.

El presidente de M¨¦xico, Carlos Salinas de Gortari, que ayer mismo concluy¨® una gira por varios pa¨ªses europeos en busca de inversores y mercados, asegur¨® que este acuerdo "va a influir en la vida de cada uno de los mexicanos'.

El compromiso de Salinas al asumir el poder fue el de reducir el flujo de dinero al exterior para satisfacer las necesidades internas.

El secretario del Tesoro norteamericano, Nicholas Brady formul¨® presagios positivos para el pa¨ªs. "M¨¦xico est¨¢ en movimiento otra vez", dijo. "Habr¨¢ un crecimiento sostenido en el futuro", augur¨® el autor del plan que ha permitido la firma de este acuerdo.

En opini¨®n de Brady, los dos aspectos m¨¢s importantes del compromiso suscrito entre el Gobierno de Salinas y los bancos son: el ahorro de unos 1.600 millones de d¨®lares que M¨¦xico consigue anualmente en el pago de los intereses; y la f¨®rmula encontrada para postergar el pago de 42.000 millones de d¨®lares.

Distintas f¨®rmulas

Algunos bancos comerciales firmantes del acuerdo han decidido reducir la deuda mexicana hasta un 65% de su valor actual. Otros han optado por mantener el total de la deuda, pero cobrarla a un inter¨¦s de tan s¨®lo 6,25% anual.El acuerdo permite a M¨¦xico postergar durante 30 a?os el pago de 42.000 millones de d¨®lares. En ese plazo pagar¨¢ con el valor que entonces tengan los bonos cup¨®n cero que el Gobierno compra hoy por 3.500 millones de d¨®lares. Adem¨¢s, M¨¦xico depositar¨¢ otros 3.500 millones -el equivalente a 18 meses de intereses- en la Reserva Federal norteamericana como garant¨ªa de pago de los nuevos cr¨¦ditos.

Para hacer frente inmediatamente a ese dep¨®sito de 7.000 millones de d¨®lares, M¨¦xico ha recibido 2.000 millones del Banco Mundial; 2.000 millones del Export-Import Bank de Jap¨®n; 1.700 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI); adem¨¢s de 1.300 millones procedentes de sus propias reservas.

Como aliciente suplementario para los bancos, M¨¦xico se compromete a entregarles a partir de 1.996 el 30% del incremento que tengan los beneficios de la exportaci¨®n de petr¨®leo, tomando como referencia los beneficios de 1989.

Seg¨²n Aspe, la reducci¨®n total de la deuda mexicana -no s¨®lo la reducci¨®n neta sino todo el ahorro que lleva consigo esta negociaci¨®n- permitir¨¢ que el pago de la deuda signifique en 1991 el 2% del Producto Interior Bruto mexicano. En el per¨ªodo 1983-1988 equival¨ªa a un 6%.

Con estas condiciones, M¨¦xico se considera ya un pa¨ªs "saneado y listo para crecer". "No se bajar¨¢ la guardia", dijo Aspe refiri¨¦ndose a la futura pol¨ªtica financiera. M¨¦xico mantendr¨¢ la disciplina presupuestaria y la modernizaci¨®n de sus estructuras econ¨®micas, pero dispondr¨¢, al mismo tiempo, de bases s¨®lidas de recuperaci¨®n, seg¨²n la voluntad de los firmantes del acuerdo.

Michael Camdessus, director gerente del FMI, declar¨® que la importancia del acuerdo trasciende de las fronteras mexicanas para convertirse en un ejemplo para otros pa¨ªses.