Para¨ªso yanqui

?Qu¨¦ suerte tiene don Andr¨¦s E. Salda?a, de Connecticut, Estados Unidos (EL PA?S, edici¨®n internacional n¨²mero 349, del 29 de enero de 1990), que vive en un pa¨ªs que es un para¨ªso!En Estados Unidos no hay drogas (ni para el alcalde de Washington); no hay corrupci¨®n; yo dir¨ªa que no hay ni pobres... S¨®lo Estados Unidos sabe lo que es la democracia y decide qui¨¦n la practica y qui¨¦n no. Esto le da tambi¨¦n el derecho de armar el brazo de los "combatientes de la libertad" (como dec¨ªa Reagan) que asesinan a la poblaci¨®n civil de Nicaragua. Esto le da derecho a "apoyar econ¨®micamente" a la candidata de la oposici¨®n nicarag¨¹ense en los pr¨®ximos comicios (EL PA?S, edici¨®n internacional n¨²mero 349, del 29 de enero de 1990).

Tiene raz¨®n el se?or Salda?a: este concepto de "soberan¨ªa nacional" es algo muy arcaico. Y c¨®mo lo dice: el pueblo paname?o "ha demostrado su apoyo casi un¨¢nime a la intervenci¨®n norteamericana en su pa¨ªs". Me imagino que la palabra "casi" evoca principalmente a los civiles paname?os que tuvieron el mal gusto de morir durante la invasi¨®n de su pa¨ªs: las tropas invasoras no les dieron tiempo para participar en esta encuesta ni para aplaudir a los valerosos soldados norteamericanos que ven¨ªan a liberarlos definitivamente de la dictadura.

A decir verdad, me pregunto por qui¨¦n nos toma el se?or Salda?a.-