El modelo cuestionado

La crisis que ha culminado con la dimisi¨®n del Gobierno socialdem¨®crata sueco ha puesto de nuevo en el tapete la discusi¨®n sobre la vigencia o agotamiento del llamado modelo sueco, tambi¨¦n conocido como tercera v¨ªa.

Mientras algunos analistas, desde la ¨®ptica ricoliberal y conservadora, sostienen que dicha v¨ªa est¨¢ agotada, economistas y pol¨ªticos socialdem¨®cratas sostienen que lo que hace falta es una adaptaci¨®n a nuevos tiempos y, realidades que no son obviamente, ni en Suecia ni en, el mundo. los que imperaban cuando el modelo se puso en marcha all¨¢ por los a?os treinta.

Desde entonces, los acuerdos que aseguraron la tranquilidad en el mercado laboral funcionaron satisfactoriamente salvo en contadas ocasiones.

En los ¨²ltimos tiempos, han aparecido s¨ªntomas de descontento en las bases de la central de trabajadores, se han reiterado las huelgas denominadas salvajes y algunos disidentes, de extracci¨®n obrera principalmente, han formado de hecho un movimiento escindido de la socialdemocracia que, mas all¨¢ de que cristalice o no en un nuevo partido, est¨¢ indicando la existencia de un claro malestar social.

Las voces de descontento m¨¢s frecuentes se?alan que, desde que el actual ministro de Finanzas y su equipo de colaboradores asumieron la conducci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica, la brecha entre ricos y pobres se ha ensanchado considerablemente en la sociedad sueca. Seg¨²n la misma interpretaci¨®n, el partido ha abandonado sus viejas propuestas de justicia social y de una sociedad justa sin la deshumanizaci¨®n del capitalismo tradicional ni la coerci¨®n del Estado en la econom¨ªa.

Desde la gran devaluaci¨®n del a?o 1982 la econom¨ªa sueca ha funcionado a buen ritmo, pero hay indicios de que la alta coyuntura ha llegado a su fin.