Luis Milla, una promesa por renovar contrato
Luis Milla anda esquivo con la Prensa porque teme que cualquier pregunta gire en torno a las negociaciones que mantiene para la renovaci¨®n de su contrato, que le liga al Barcelona hasta junio de 1992. Esa reflexi¨®n es v¨¢lida en el 80% de las ocasiones en que un periodista se aproxima a ¨¦l. "Quiero olvidarme del tema. O renuevo ya o le digo al entrenador que lo aparcamos hasta m¨¢s tarde, porque no quiero calentarme la cabeza". Sabe que no le faltar¨¢n ofertas, aunque no lo dice: "Mis asesores me han recomendado que no me precipite al tomar una decisi¨®n". ?El Madrid? Se r¨ªe: "No s¨¦, no s¨¦".
El Ma?o, como le conocen todos sus compa?eros, ha triunfado de la mano de Johan Cruyff, que a su llegada a Barcelona le rescat¨® del filial para disputar los partidos de entrenamiento de la pretemporada. Y, entonces, cuando no pudo conseguir el fichaje de Koeman ni el de Larsson, le dio la alternativa y demostr¨® con creces que aquella camiseta con el 4 estaba hecha a su medida, porque desde que aterriz¨® en el Miniestadi el t¨¦cnico Llu¨ªs Pujol le prepar¨® para jugar de centrocampista de cierre.Koeman le rob¨® el n¨²mero 4 y Milla conoci¨® de nuevo la inestabilidad, el banquillo primero y m¨¢s tarde, todos las posiciones del centro del campo. Tuvo que volver a ganarse el puesto aun que con otra camiseta, el 5, para la misma funci¨®n. "Los nuevos fichajes se hicieron para que el equipo jugara con m¨¢s tranquilidad, pero se ha demostrado que en este puesto no se puede jugar con tranquilidad". Hay que saber un segundo antes que: el contrario lo que va a suceder y obrar en consecuencia. Y Milla tiene la mente m¨¢s despejada. que cualquier otro compa?ero: "Mi puesto en el esquema de Cruyff es muy importante. Hay que saber coger el sitio muy bien. Hay que saber mentalizarse".
Le acusan, sin embargo, de no saber jugar en otro sitio que no sea el que ocupa en el Barcelona, carencia que, en sus tiempos de juvenil, hizo que alg¨²n t¨¦cnico de los equipos inferiores recomendara que le concedieran la baja. "Ah¨ª he tenido suerte", responde, "porque la internacionalidad me ha servido, entre otras cosas, para demostrar que tambi¨¦n puedo jugar en un sistema m¨¢s convencional que el del Barcelona. Tambi¨¦n creo que valgo para jugar en un cl¨¢sico 4-4-2. Y saber esto es muy importante"
Y as¨ª se lo han reconocido, en parte, los entrenadores de Primera Divisi¨®n para orgullo personal. "Dada la magnitud de la encuesta, el resultado me sonroja. Los entrenadores son los que verdaderamente trabajan con los jugadores, los que te conocen y los que saben de tus posibilidades, mientras que entre los aficionados muchas veces es cuesti¨®n de gusto". "?A ver si tengo suerte y cuando hagan otra encuesta puedo ganarla siendo el mejor jugador y no. la mejor promesa"', concluye. "La verdad es que, pese a hacerlo con 22 a?os, quiz¨¢ llegu¨¦ un poco apurado al primer equipo del Barcelona". Milla, a los 24, sabe ya lo que son las presiones para firmar uno de los contratos m¨¢s conflictivos que le restan por negociar al Barcelona.
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