Berganza: "Los tenores son m¨¢s divos"
La 'mezzosoprano' madrile?a ofrecer¨¢` el s¨¢bado un recital en el teatro de la Zarzuela
Nunca est¨¢ claro si Teresa Berganza va a cantar o no, por lo que no es todav¨ªa. seguro que act¨²e el pr¨®ximo s¨¢bado en la gala de la ¨®pera del teatro de la Zarzuela de Madrid. La mezzosoprano reconoce que hoy se despejar¨¢ la duda, cuando visite el teatro y compruebe si, tal y como le han dicho, la caja sonora est¨¢ bien preparada. No fue as¨ª hace a?os, y no est¨¢ dispuesta a repetir la experiencia de no o¨ªrse a s¨ª misma por problemas de ac¨²stica: "Recuerdo con horror aquellas Siete canciones de Falla". Su af¨¢n perfeccionista le ha dado fama de diva, pero responde divertida que los divos son ellos e insiste: "No soy una cantante dificil, sino una trabajadora infatigable y profesional".
Berganza, de 54 a?os, apareci¨® ayer ante los periodistas apoyada en un bast¨®n, por una dolencia en un pie debida a una ca¨ªda. Elegantemente vestida de rojo y negro, no tard¨® en convencer de que la simpat¨ªa es uno de los rasgos principales de una personalidad en la que se intuye que tambi¨¦n caben los prontos temperamentales.Y no parece dif¨ªcil deducir de d¨®nde procede esa gracia arrolladora: "Soy la cantante madrile?a por excelencia, nacida en la calle de San Isidro, bautizada en la iglesia de San Andr¨¦s, con estudios en el conservatorio, de padres tambi¨¦n madrile?os. Y, sin embargo, he cantado muy poco en Madrid, y siempre tengo una especie de angustia interior que me hace creer que no voy a poder dar todo lo que puedo".
La int¨¦rprete, que no se prodiga en su ciudad, anunci¨® ayer que intervendr¨¢ en la pr¨®xima temporada de ¨®pera, con el Rinaldo, de H?ndel. Para ella, se ha alcanzado un buen nivel general en las producciones del teatro de la Zarzuela, y se le ofrecen las garant¨ªas que exige para trabajar. Por eso, aprovecha la oportunidad. "Nunca he sacrificado mis principios. Los teatros que no ensayan, pues no los conozco. Ni me lo planteo: no canto m¨¢s de dos veces por semana, exijo, a quien me invita a un teatro, que me facilite informaci¨®n sobre cu¨¢ntas representaciones ser¨¢n, cu¨¢ntos ensayos, qui¨¦nes son los cantantes y qui¨¦n compone el equipo art¨ªstico. Cuando s¨¦ todo eso, digo s¨ª o no".
Y Berganza dice no cuando le ofrecen, por ejemplo, cantar la Carmen en Roma con una representaci¨®n cada dos o tres d¨ªas y con s¨®lo ocho d¨ªas de ensayos. "Acabo de renunciar a ello", dice, para a?adir que llegar a las cuatro de la tarde al aeropuerto de una ciudad, cantar por la noche una opera y marcharse al d¨ªa siguiente, no cuadra con el planteamiento sobre el que se asienta su carrera.
Criterios estrictos
"Los cantantes americanos vienen muy preparados, pero muchos se acaban pronto. Son d¨¦biles porque no saben decir no y les acaba perdiendo la presi¨®n ambiental, la de los medios de comunicaci¨®n, toda esa forma jet de vivir." Contra esto, Berganza se apoya en criterios profesionales muy estrictos: documentaci¨®n, ensayos y trabajo. Incluso cuando le ofrecen papeles archisabidos, como la Carmen, personaje en el que, seg¨²n muchos, no tiene rival, vuelve a mirar grabados, a escucharse a s¨ª misma o a Victoria de los ?ngeles, y a insistir. "Me encanta que me digan que soy la Carmen despu¨¦s de tantos a?os de investigaci¨®n y trabajo. Cada vez estoy m¨¢s convencida de que la Carmen es as¨ª, como la de Victoria de los ?ngeles y la m¨ªa. No la de esas voces rotas, vulgares, que no respetan la m¨²sica".Seg¨²n Teresa Berganza, no hay que confundir profesionalidad con divismo", y cita a Maria Callas: "Era la m¨¢s profesional, no he visto a nadie con ese nivel de exigencia". Berganza trabaj¨® con la cantante: "Durante el poco tiempo que estuve con ella metrat¨® como si fuera mi hermana mayor; me quiso much¨ªsimo. Me dec¨ªa: 't¨² te vienes conmigo', e ¨ªbamos a las cenas y saraos, siempre rodeada de gente. Y la pinchaban tanto...".
Cuenta que estuvo presente cuando Callas arremeti¨® contra Renata Tebaldi, con quien se empe?aban en compararla: 'Yo soy el champ¨¢n y ella la gaseosa'. Si la comparaci¨®n fuese con Victoria de los ?ngeles, Berganza dir¨ªa: "El champ¨¢n es ella". Para a?adir: "Y yo un buen vino tinto".
Audici¨®n
La mezzosoprano siempre ha huido de la presi¨®n, y recuerda que Callas, cuando perdi¨® la voz en el esc¨¢ndalo de Roma, pag¨® por haberse dejado influir, ya que sab¨ªa que no se encontraba bien. "Ni delante de un presidente de la rep¨²blica, ni delante de un rey, se queda una sin voz", dice Berganza. "Hay que saber decir que no".Adem¨¢s de a Victoria de los ?ngeles y a Maria Callas, ha admirado a Elisabeth Schwarzkopf. Con esta soprano alemana supo Teresa Berganza lo que significa que una diva tenga un mal d¨ªa: "He hecho dos audiciones en mi vida, y una de ellas con Elisabeth Schwarzkopf. Tras o¨ªrme, me dijo que lo dejase, pero a los dos a?os estaba cantando con ella. Tendr¨ªa un mal d¨ªa, o estar¨ªa mal de voz, para decirme una cosa as¨ª. Su opini¨®n s¨®lo me sirvi¨® para luchar much¨ªsimo m¨¢s. Yo estaba muy segura de mi t¨¦cnica
Para el recital del s¨¢bado, en el que la mezzosoprano interpretar¨¢ obras de Jes¨²s Guridi, Enrique Granados, Joaqu¨ªn Rodrigo y Rossini, las entradas se agotaron el primer d¨ªa que se pusieron a la venta.
Babelia
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