El Barcelona decepcion¨® de nuevo
El presidente del Barcelona, Josep Llu¨ªs N¨²?ez, no se atrevi¨® a sentarse en el palco del Camp Nou. Ten¨ªa un miedo cerval a que las gadas se llenaran de pa?uelos -una pancarta dec¨ªa: "N¨²?ez, est¨¢s enfermo; vete"- y prefiri¨® quedarse en su refug¨ªo de Pulgcerd¨¢ jugando con el v¨ªdeo de su televisor. La excusa que dieron sus hombres de confianza, adem¨¢s de insinuar que el presidente del Real Madrid, Ram¨®n Mendoza, tambi¨¦n viaja de safari a Kenia cuando juega su equipb, es que hab¨ªa niebla en la carretera. Todo pueril. Tan pueril como el juego de su Bar?a. Donde s¨ª hubo niebla futbol¨ªstica fue sobre el c¨¦sped. Como es un conjunto acostumbrado a las brumas norte?as, la Real Sociedad supo sacar partido e incluso casi ridiculizar a un rival al que le tiene tomada la medida y que cada vez da rn¨¢s muestras de debilidad, no precisamente porque su jugadores; sean unos enclenques, sino porque son v¨ªctimas del sistema dictatorial que les impone su t¨¦cnico, el holandels Johan Cruyff.El. profesor Cruyff, que, como todos los genios, no se equivoca nunca, te¨®ricamente, debi¨® de suspender ayer a todos sus aventajados alumnos. Pero un tribunal del Colegio de Entrenadores, que, por cierto, le convalid¨® el t¨ªtulo despu¨¦s de muchas triquihuelas, tambi¨¦n le habr¨ªa suspendido rotundamente a ¨¦l. Un entrenador modesto, Marco Antonio Boronat, le dio un ba?o soberano.
Boronat, que es un te¨®rico del f¨²tboly trabaja con el ordenador de la escuela, de Zubieta y las playas donostiarras, no necesita fichajes millonarios para fabricar buen f¨²tbol. Ayer, por ejemplo, no hizo otra cosa que repetir el mismo planteamiento que en el encuentro de la Copa del Rey, en el que: tanto sufri¨® el Bar?a. Mont¨® un esquema de juego a lo Mil¨¢n para ahogar a su adversario en el ?centro del campo y consigui¨® su prop¨®sito.
A Cruyff le dio por inventar y volvi¨® a sacrificar a Roberto en labores defensivas. El internacional valenciano tuvo que v¨¦rselas con el peligroso irland¨¦s Aldridge, que ayer ten¨ªa el apoyo de medio centenar de compatriotas en las gradas. No contento con esto, oblig¨® a Eusebio a jugar casi de lateral derecho y situ¨® a su ni?o m¨²nado, Bakero, como delantero centro. Curiosamente, todo ese desbarajuste le sali¨® a pedir de boca porque el Barija, al poco de iniciarse el segundo tiempo, gozaba de una ventaja tranquiliz adora en el marcador, aunque no reflejaba la realidad y, m¨¢s bien, era un espejismo, ya que la, Real tambi¨¦n dispuso de muchas oportunidades para marcar.
La indisposici¨®n del dan¨¦s Laudrup y la lesi¨®n de L¨®pez Rekarte obligaron a Cruyff a mover el banquillo. A partir de aquel instante, los donostiarras dieron mayor fuerza a su l¨ªnea de ataque y acertaron a finalizar dos de las vanas jugadas en las que la deensa azulgrana qued¨® en eviencia.
Al final, el Bar?a estuvo a punto de recibir el tercer gol en una jugada de Aldridge que el ¨¢rbitro anul¨® por un inexistente fuera de juego marcado por uno de sus auxiliares y en un centro de Goikoetxea que recorri¨® la porter¨ªa de Zubizarreta sin que nadie llegara a tiempo de empujar el bal¨®n hacia la red.
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