Jacques-Alain Miller: "Ning¨²n diploma garantiza la competencia de un analista"

Jacques-Alain Miller, profesor de la universidad de Par¨ªs VIII, particip¨® el pasado fin de semana en Barcelona en el s¨¦ptimo congreso que realiza en Espa?a la Fundaci¨®n del Campo Freudiano. "Al rev¨¦s de lo que pasa con los abogados o con los arquitectos, la formaci¨®n de los analistas carece de objetividad", dijo Miller en una entrevista. "Esto es as¨ª, y es el problema estructural del psicoan¨¢lisis. Ning¨²n diploma puede garantizar la competencia de un analista".

En 1964, Jacques Lacan fund¨® en Par¨ªs la Escuela Francesa de Psicoan¨¢lisis: "Es mi intenci¨®n", dijo, "que este t¨ªtulo represente el organismo en el que debe cumplirse el trabajo que, en el campo que Freud abri¨®, restaure el filo cortante de la verdad; que vuelva a conducir la praxis original que ¨¦l instituy¨® con el nombre de psicoan¨¢lisis al deber que le toca en nuestro mundo".Diecis¨¦is a?os m¨¢s tarde disolvi¨® esa escuela y poco antes de morir fund¨® otra, la ?cole de la Cause Freudienne (Escuela de la Causa Freudiana), para "reconquistar la causa freudiana, perdida en el mundo". Los lacanianos, muchos y divididos, siguieron caminos diversos. Entre aquellos reconquistadores que Lacan nombr¨® poco antes de morir y otros que quedaron fuera de la reconquista se ha recrudecido ahora en Francia una pol¨¦mica amarga.

Los no del todo elegantes perfumes de la pol¨¦mica han llegado hasta Barcelona, espec¨ªficamente hasta el s¨¦ptimo congreso que realiza en Espa?a la Fundaci¨®n del Campo Freudiano, que preside Judith Lacan, hija de uno de los pensadores m¨¢s influyentes de este siglo, y que apadrina su marido, Jacques-Alain Miller.

An¨¢lisis

Jacques-Alain Miller explica que los otros pretenden crear una orden de psicoanalistas, alguna clase de instituci¨®n que ayude a crear lazos con el Estado y tambi¨¦n a garantizar a la opini¨®n p¨²blica la decencia y la competencia de los psicoanalistas. Se trata, dice Miller, de una pretensi¨®n imposible: "Al rev¨¦s de lo que pasa con los abogados o con los arquitectos, la formaci¨®n de los analistas carece de objetividad. Ning¨²n diploma puede garantizar la competencia de un analista. Melanie Klein no ten¨ªa m¨¢s diploma que el de ama de casa; Anne Freud no hab¨ªa terminado la escuela secundaria. El psicoanalista surge de su propio an¨¢lisis. El psicoan¨¢lisis es una confidencia singular hecha a una sola persona. El ejercicio profesional del psicoan¨¢lisis se hace entre dos, y en eso se parece al encuentro de dos en una cama: algo que no se ventila en p¨²blico. Esta es una falta que los analistas tratan de esconder. Por eso es posible sospechar del analista, y yo estoy a favor de que se sospeche de ¨¦l".

Miller parafrasea, para apuntalar su argumento, un t¨ªtulo de Raymond Queneau (Fil¨®sofos o granujas): psicoanalistas o estafadores. ?C¨®mo se puede reconocer a un buen analista? "Ni los psicoanalistas ni nadie pueden decir qu¨¦ es el psicoan¨¢lisis como tal. Es un hecho de experiencia, sin duda, pero tambi¨¦n un callej¨®n sin salida por estructura: el psicoanalista no existe", responde Miller.