Chamorro pide a la 'contra' que deje las armas

ENVIADOS ESPECIALESVioleta Barrios de Chamorro, presidenta electa de Nicaragua, pidi¨® ayer a la contra que contribuya al proceso de reconciliaci¨®n nacional con su demovilizaci¨®n y el abandono de las armas. Con este llamamiento, que se espera sea respaldado inmediatamente por Estados Unidos, la resistencia antisandinista pierde un apoyo pol¨ªtico fundamental para su supervivencia. Para contribuir a este objetivo, Chamorro anunci¨® que el presidente Daniel Ortega le hab¨ªa comunicado su decisi¨®n de suspender las operaciones militares. Un portavoz oficial confirm¨® la noticia.

La candidata ganadora en los comicios del pasado domingo afirm¨® ayer en rueda de prensa que "todos los nicarag¨¹enses deben reintegrarse a la vida pac¨ªfica y trabajar por la reconstrucci¨®n del pa¨ªs". Asimismo subray¨® la necesidad de "que se cumplan los acuerdos de Tela que ped¨ªan a la Resistencia Nicarag¨¹ense que cesen en sus actividades armadas y se desmovilicen. Las circustancias que dieron lugar a la guerra no existen. No hay lugar para la guerra".Seg¨²n Violeta Chamorro, Ortega est¨¢ en la mejor disposici¨®n para facilitar el relevo en el Gobierno de este pa¨ªs centroamericano. La presidenta electa a?adi¨® que el l¨ªder sandinista le prometi¨® que al nuevo Gobierno le ser¨ªan entregados todos los poderes, incluido el Ministerio del Interior y el mando de las fuerzas armadas. "Daniel Ortega se comprometi¨® a que todo se iba a entregar. Si dice ahora otra cosa ser¨¢ para calmar a sus militantes, pero tiene que entregarlo todo".

El sandinismo ha anunciado que impondr¨¢ condiciones al nuevo Gobierno para ceder el poder y ha advertido que no aceptar¨¢ que el Gabinete de Chamorro regrese al capitalismo puro o introduzca reformas radicales como el desmantelamiento del aparato militar, la privatizaci¨®n de la banca nacional o el desalojo de los campesinos que labran tierras confiscadas. El general Humberto Ortega, ministro de las Fuerzas Armadas y hermano del presidente, y Antonio Lacayo, yerno de la presidenta electa y jefe de campa?a de la UNO, integran el comit¨¦ de transici¨®n que tratar¨¢ de pactar una ordenada depuraci¨®n de la revoluci¨®n sandinista y un relevo pac¨ªfico en el mando de la naci¨®n.

Sectores intransigentes

La envergadura de los cambios que prepara la Uni¨®n Nacional Opositora (UNO), que afectar¨¢n a los ministerios armados y a todas las estructuras del Estado, y la resistencia de los sectores m¨¢s intransigentes del Frente Sandinista a encajar su derrota en las urnas, aconsejaron la constituci¨®n de un equipo mixto que trabaje para acercar posiciones. Mientras tanto, nuevos disturbios violentos, todav¨ªa aislados, y hostigamiento a los votantes de la UNO, se registraron ayer en barrios humildes de Managua y de otras ciudades.

Horas antes, dos exaltadas y multidunarias manifestaciones de apoyo al Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional (FSLN) demostraron la existencia de vanguardias sandinistas dispuestas a todo, a la m¨¢s m¨ªnima se?al de la direcci¨®n revolucionaria. En una de las concentraciones, Ortega asegur¨® a sus seguidores, algunos de los cuales ped¨ªan "plomo" para la oposici¨®n, que el Frente gobernar¨ªa el pa¨ªs "desde abajo".

Ortega, pese a sus encendidas referencias a la fuerza del FSLN en la calle y a la movilizaci¨®n pol¨ªtica de la militancia, no favoreci¨® las tesis m¨¢s agitadoras del sandinismo, ni sus palabras fueron interpretadas por la oposici¨®n como un llamamiento a la indisciplina. Sus entusiastas alusiones a un futuro control del destino de Nicaragua desde abajo fueron entendidas m¨¢s bien como confirmaci¨®n de acatamiento del juego pol¨ªtico parlamentario. Sin embargo, los nueve comandantes conocen que una presi¨®n dosificada de la calle facilitar¨¢ sus posiciones en la mesa de negociaci¨®n que, a partir de la pr¨®xima semana, establecer¨¢, provisionalmente, las normas que ordenar¨¢n la transici¨®n.

Fuentes jur¨ªdicas comentaron que el nuevo Gobierno no podr¨¢ aplicar con caracter inmediato determinadas reformas institucionales, para las que se necesita una mayor¨ªa de dos tercios en la Asamblea Nacional. Violeta Chamorro podr¨¢, sin embargo, suprimir por mayor¨ªa simple el servicio militar obligatorio.

La presidenta electa insisti¨® en que reducir¨¢ considerablemente el Ej¨¦rcito y que Humberto Ortega ser¨¢ sustituido por un civil. El vicepresidente electo, Virgilio Godoy, anunci¨® que su Gobierno cesar¨¢ el tradicional apoyo de Nicaragua a la guerrilla salvadore?a y que el pa¨ªs "no se volver¨¢ a implicar en ninguna clase de aventuras internacionales".