Una embarazada, en prisi¨®n por incumplir el r¨¦gimen de visitas

Encarnaci¨®n Porcel Gonz¨¢lez, la joven embarazada de siete meses acaba de ser puesta en libertad tras permanecer recluida en la prisi¨®n provincial de Huelva durante casi todo el mes de febrero, acusada de desobediencia por no cumplir el r¨¦gimen de visitas de su hijo a las que ten¨ªa derecho su ex marido. Durante su internamiento envi¨® un escrito de amparo a ?lvaro Gil Robles, defensor del pueblo, seg¨²n declar¨® desde la c¨¢rcel a este peri¨®dico.La joven, de 25 a?os, recibi¨® muestras de apoyo de colectivos ciudadanos y de organizaciones feministas, que no evitaron, sin embargo, animarla en su estado depresivo, seg¨²n manifest¨® su abogado, Jos¨¦ Luis Barrios.

Encarnaci¨®n Porcel asegura que no sabe si ha cumplido una resoluci¨®n judicial: "En todo caso estoy orgullosa, porque lo habr¨ªa hecho por mi hijo". El peque?o Oriol, de seis a?os, se halla actualmente con la familia de su madre en Salcet, provincia de Tarragona, e ignora todo lo ocurrido. Encarnaci¨®n ingres¨® en la prisi¨®n de Huelva el pasacio d¨ªa 8 de febrero, acusada por el titular del juzgado de Reus, ?ngel Vicente Illescas, de un delito de desobediencia. Seg,tin el juez, la joven se encontraba en paradero desconocido y hab¨ªa incumplido reiteradarnente la resoluci¨®n sobre las visitas del ni?o, por lo que dict¨® orden de b¨²squeda y captura para la madre.

Cuchitril infrahumano

La detenci¨®n se practic¨® en Jabugo, una localidad en el interior de la provincia de Huelva, donde Encarnaci¨®n se traslad¨® a vivir hace meses junto con su compa?ero actual. "Efectivamente no hab¨ªa notificado ese dornicilio. Creo que no era mi obligaci¨®n, porque, a nivel de comunicaciones, siempre se dirig¨ªan a la casa de mis hermanas, en Salcet".

"Una persona se acostumbra a convivir con la suciedad y con las ratas, pero lo peor de una celda de una c¨¢rcel es la soledad", dice Encarnaci¨®n. Pese a todo, esta mujer se enorgullece de haber conseguido en la c¨¢rcel una buena amiga: se trata de una reclusa que tiene un hijo de 15 d¨ªas. "Esa mujer ha apostado por la vida, como yo. Cuida y amamanta a su cr¨ªo en un cuchitril infrahumano".

- Encarnaci¨®n no se siente culpable de nada. "No he robado ni enga?ado a nadie. S¨®lo he intentado ser una madre responsable, defender a mi hijo".

Ahora prepara una denuncia contra su ex marido. "Yo nunca le exig¨ª nada, pero en los tres a?os que llevamos separamos nunca me pas¨¦ las 25.000 pesetas mensuales que estableci¨® el juez para la manutenci¨®n de nuestro hijo". Fue a vivir a Jabugo porque trasladaron all¨ª a su actual compa?ero: "El destino de la mayor¨ªa de las mujeres consiste en ir detr¨¢s del hombre, del marido. Mi destino, adem¨¢s, ha sido ir a la c¨¢rcel".

Tr¨¢mites burocr¨¢ticos

El letrado defensor, Jos¨¦ Luis Barrios, insiste en que "no encuentro explicaci¨®n a que en las puertas del siglo XXI la libertad de una persona dependa de unos tr¨¢mites burocr¨¢ticos que deben seguir unos cauces obligados por leyes elaboradas en el siglo XIX, cuando actualmente esos papeleos podr¨ªan resolverse incluso por tel¨¦fono". Seg¨²n el abogado defensor el mayor reto que afronta ahora Encarnaci¨®n Porcel, que est¨¢ a punto de cumplir su s¨¦ptimo mes de embarazo radica en superar la depresi¨®n.