El ministro de Cultura considera a la Prensa "uno de los problemas pendientes de la democracia"
VICTORINO RUIZ DE AZ?A, El ministro de Cultura, Jorge Sempr¨²n, considera que la Prensa es "uno de los problemas pendientes de la democracia", aunque se pronuncia en contra de los procedimientos autoritarios para solventarlo, as¨ª como de la presentaci¨®n de querellas contra medios de comunicaci¨®n por el fiscal general del Estado, seg¨²n declar¨® en Vitoria el pasado viernes por la noche. El ministro defendi¨® el derecho de los peri¨®dicos a publicar lo que quieran, pero tambi¨¦n la posibilidad de exigir responsabilidades por las noticias falsas o que atenten al honor de las personas. El Gobierno y el PSOE reaccionaron tarde ante el caso Juan Guerra, seg¨²n Sempr¨²n, al no advertir el uso que iban a hacer de este asunto la oposici¨®n y "la prensa amarilla".
Las manifestaciones del autor de la Autobiograf¨ªa de Federico S¨¢nchez se produjeron en una cena-coloquio organizada por la ejecutiva del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), a la que fueron invitados dirigentes socialistas y numerosos periodistas. Con anterioridad, el ministro hab¨ªa participado en el mismo hotel de la capital vasca en una conferencia-coloquio sobre el futuro de la izquierda junto al secretario general del PSE y vicepresidente del Gobierno vasco, Ram¨®n J¨¢uregui, y el tambi¨¦n ex militante comunista Enrique Curiel.El coloquio al t¨¦rmino de la cena deriv¨® en un debate sobre cuestiones de actualidad. Sempr¨²n, en¨¦rgico en algunas respuestas a las preguntas de los periodistas, subray¨® con insistencia el papel "totalmente necesario" de la Prensa en una sociedad democr¨¢fica. "Pero tambi¨¦n debemos saber", dijo, "la relaci¨®n de los medios informativos con los poderes f¨¢cticos, con la banca y con intereses empresariales o de otro tipo. Estoy convencido de que el 80% de los periodistas hacen su oficio, pero los condicionamientos empresariales tambi¨¦n cuentan y deben ser conocidos".
"La Prensa es uno de los problemas pendientes de la democracia en Espa?a", agreg¨®, "pero que no se me entienda mal, no soy en absoluto partidario de solventar los problemas con querellas o con cualquier otro procedimiento autoritario. Lo ir¨¢n solucionando la sociedad y los propios periodistas". En ning¨²n otro pa¨ªs de Europa, seg¨²n el ministro, es posible la publicaci¨®n de un titular como "As¨ª se enriquecen los amigos del Rey" o de acusaciones de especulaci¨®n en las costas mediterr¨¢neas espa?olas dirigidas contra el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand. Sempr¨²n explic¨® el primer caso como la venganza de un semanario por la negativa de La Zarzuela a conceder una entrevista con don Juan Carlos. En cuanto al segundo, por el que se mostr¨® indignado y dolido, asegur¨® que en Francia y en otros pa¨ªses europeos existe un procedimiento judicial de urgencia para el secuestro de la publicaci¨®n y la exigencia de pruebas al autor antes de autorizar su difusi¨®n.
No perder la memoria
El ministro de Cultura reclam¨® adem¨¢s el derecho a hablar del pasado y a no perder la memoria. "Cada ma?ana, al leer los peri¨®dicos", explic¨®, "experimento ante el art¨ªculo de Jaime Campmany dos sensaciones paralelas y coritradictorias. Una, que esto es la democracia, que pueda escribir su art¨ªculo Jaime Campmany . Dos, que yo a¨²n recuerdo los editoriales de Arriba en los que ¨¦l ped¨ªa sangre cuando nosotros est¨¢bamos en la clandestinidad". Sempr¨²n reiter¨® la referencia a las demandas de sangre del articulista de Abc durante la dictadura y acept¨® que, igual que el olvido de las responsabilidades de polic¨ªas torturadores en el franquismo, es una parte del precio pagado por la transici¨®n al r¨¦gimen de libertades. "Que escriba Campmany, pero que no me diga a m¨ª lo que es la democracia", pidi¨®. "Yo se lo explicar¨¦ a ¨¦l", apostill¨®.
A modo de conclusi¨®n, el ministro de Cultura pidi¨® no idealizar a la Prensa ni a los periodistas. "Que publiquen lo que quieran, pero que tambi¨¦n exista la posibilidad de pedirles responsabilidades". Al abordar el esc¨¢ndalo por el uso de un despacho oficial por Juan Guerra para negocios particulares, Sempr¨²n no dud¨® en criticar la tardanza del Gobierno y del partido socialista en reaccionar frente a los primeros indicios. "No advirtieron que ese caso, para m¨ª subalterno y secundario", dijo, "¨ªba a ser aprovechado por la oposici¨®n y por la Prensa amarilla".
Sempr¨²n eludi¨® pronunciarse directamente sobre la amenaza de expulsi¨®n del partido que pesa sobre el antiguo secretario general del PSE de Vizcaya y dirigente de la corriente Democracia Socialista, Ricardo Garc¨ªa Damborenea. Quiso prevenir a los militantes socialistas, no obstante, sobre el peligro de burocratizaci¨®n del partido y de homogeneizaci¨®n de todas las opiniones y actitudes cuando se est¨¢ ejerciendo el poder. "Esto no es una apreciaci¨®n particular", asegur¨®, "sino la constataci¨®n de un riesgo objetivo".
El PSOE, casa com¨²n de la izquierda
El ministro de Cultura cree que el PSOE puede llegar a ser la casa com¨²n de la izquierda espa?ola porque de hecho ha sabido agrupar ya en su seno corrientes muy diversas. En el Consejo de Ministros se sientan ya, seg¨²n record¨® el antiguo dirigente del PCE en Vitoria, personas que proceden del Frente de Liberaci¨®n Popular, del socialismo de origen cristiano o del socialismo democr¨¢tico hist¨®rico renovado en los a?os 60.La posibilidad de convertir al partido socialista en la expresi¨®n de toda la izquierda se est¨¢ viendo facilitada, agreg¨® el ministro de Cultura, por la negativa de la direcci¨®n del PCE a encabezar un proceso de transformaci¨®n similar al iniciado en Italia por Achile Occhetto.
Otro ex comunista, Enrique Curiel, coincide con el ministro le Cultura en este an¨¢lisis de la situaci¨®n. Seg¨²n Curiel, izquierda Unida no representa m¨¢s que un intento del PCE para mantener la misma pol¨ªtica con otro ropaje.
"La negativa a tomar la iniciativa de la renovaci¨®n y la superaci¨®n de las divisiones; entre comunistas y socialistas", explica, "ha provocado una crisis ideol¨®gica que se trata de ocular con la pol¨ªtica de tenaza unto a la derecha contra el PSOE. Si no hay reacci¨®n, la crisis ideol¨®gica se transformar¨¢ en vac¨ªo y desmoronaniento".
Ram¨®n J¨¢uregui, promotor en Euskadi de un debate sobre el derrumbamiento del "socialismo real" y sus consecuencias rara la izquierda sostiene a su vez la necesidad de un rearme ideol¨®gico.
Los pa¨ªses del Este, dice J¨¢uregui, han sido derrotados y Jenden como todo vencido a aceptar sin m¨¢s la ideolog¨ªa del vencedor, en este caso "el capitalismo puro y duro".
Ante ese proceso, J¨¢uregui cree imprescindible aunar toda a izquierda desde el socialismo democr¨¢tico para influir de forma decisiva en la construcci¨®n de Europa, ¨²nica potencia que en el futuro podr¨¢ luchar rente a EE UU por un orden econ¨®mico internacional m¨¢s justo.
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