El viaje
Lo que hubi¨¦ramos dado por viajar en ese avi¨®n lleno de dem¨®cratas en peregrinaci¨®n a Santiago de Chile para contemplar el espect¨¢culo del definitivo entierro de la Unidad Popular, del definltivo entierro de Salvador Allende, a tres manos, a tres golpes de pala: Pinochet... Aylwin y el Departamento de Estado. Qu¨¦ bien le sali¨® al Departamento de Estado la cjugada de la soluci¨®n final aplicada al Cono Sur: han hecho retroceder la esperanza de la izquierda hasta el, pen¨²ltimo parapeto y han lavado el cerebro de Am¨¦rica con el detergente biodegradante, de espuma controlada, capaz de destruir el germen m¨¢s pertinaz del revolucionarismo y sustituirlo por el happy end de un democratismo monetarista dirigido por Fondo Monetario Internacional y todas las dem¨¢s internacionales empe?adas en la consagraci¨®n de un estable orden universal.Seg¨²n los medios de comunicaci¨®n espa?oles, el presidente Gonz¨¢lez ha desempe?ado un papel estela en ese viaje, un papel de l¨ªder de autocar, ese personaje necesario que siempre tiene a punto la canci¨®n oportuna y, la cucharadita de agua del Carmen con az¨²car para aliviar mareos. Una canci¨®n para Carlos Andr¨¦s P¨¦rez, el ametrallador de masa otra para Menem, el regenerador de golpistas torturadores, y tambi¨¦n un bolero, por qu¨¦ no un bolero, par Ortega y un toque de atenci¨®n par Fidel Castro. Gu¨¢rdate de las tentaciones numantinas, como si Numancia hubiera escogido su papel y no se lo hubieran impuesto los asediadores.
Una palabra adecuada para cada cual y un homenaje a la pol¨ªtica constructora de pantanos del general¨ªsimo Franco, homologada a la pol¨ªtica econ¨®mica de Pinochet que ha permitido a Chile cumplir su destino hist¨®rico: pagar las deudas externas y enterrar a los muertos. ?Acaso no es ¨¦se el final, balance feliz de todos los humanos? ?El ¨²nico proyecto posible? Pagar las deudas, enterrar a los muertos y que nos toque Suspiros de Espa?a la banda municipal de nuestro pueblo, en el final fatal de todo trayecto.
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