El p¨²blico se entreg¨® al 'rock' de Jerry Lee Lewis

Jerry Lee Lewis, uno de los ¨²ltimos mitos en activo de la historia del rock and rolI, record¨® anoche en Madrid, en un concierto marcado por la nostalgia, la ¨¦poca dorada deun g¨¦nero ya inmortal. La sala J¨¢cara registr¨® un lleno inhumano, con un p¨²blico incondicional entregado desde la primera canci¨®n. La gente aprovech¨® cualquier hueco para bailar, sin dar la menor importancia a la escas¨ªsima calidad de la banda que le acompa?aba y a la breve duraci¨®n del espect¨¢culo. Con la actuaci¨®n de anoche, el cantante y pianista norteamericano iniciaba una gira europea.

Enfundado en una llamativa cazadora roja, el cantante y pianista norteamericano subi¨® al escenario con una hora de retraso, arrastrando 53 a?os vividos a ritmo vertiginoso. Lentamente, se sent¨® frente a un peque?o piano japon¨¦s e interpret¨® el primero de los muchos cl¨¢sicos que forman su repertorio Sin aspavientos in¨²tiles, dosificados al m¨¢ximo los movimientos, demostr¨® que adem¨¢s de un gran pianista es un magn¨ªfico actor y showman.

"Dame el dinero y dime d¨®nde est¨¢ el piano", dijo un d¨ªa, "y dentro de cinco minutos todo el mundo estar¨¢ bailando". Lewis convirti¨® anoche una de sus frases favoritas en realidad jugando con viejos rock- y baladas muy pr¨®ximas al country.

El concierto dur¨® 60 minutos, el tiempo suficiente para ver en directo al hombre que comparti¨® sello discogr¨¢fico escenarios y amistades con Elvis, Chuck Berry y otros monstruos sagrados de la m¨ªtica Sun Records. Ahora, apoy¨¢ndose en las ventas de la banda sonora de la pel¨ªcula Gran bola d fuego (disco de platino en Espa?a, con 100.000 ejemplares vendidos), Jerry Lee Lewis recuerda, con la gira iniciada anoche en Madrid, que el rock and roll sigue vivo. Su canci¨®n Great balls of fire ha vuelto a triunfar 33 a?os despu¨¦s de alcanzar el n¨²mero 1 en las listas norteamericanas. ?l es, junto a Chuck Berry, Johnny Cash y Carl Perkins, un pionero del rock and roll que a¨²n contin¨²a en activo.

Lewis lleg¨® ayer al aeropuerto de Madrid-Barajas, informa Nacho S¨¢enz de Tejada, donde el promotor encargado de organizar el concierto del imprevisible m¨²sico esperaba nervioso el aterrizaje del vuelo procedente de Londres y la aparici¨®n del artista. El cantante norteamericano ten¨ªa prevista su llegada el pasado domingo, pero prefiri¨® quedarse en su casa londinense. El lunes, Jerry Lee Lewis quer¨ªa volar, pero le impidieron subir al avi¨®n a causa de una fenomenal borrachera. Por fin, con 45 minutos de retraso sobre el horario previsto, lleg¨® ayer para cumplir su contrato, ofrecer un ¨²nico concierto en Espa?a (con las entradas agotadas desde hac¨ªa d¨ªas) y para participar en el programa de televisi¨®n Pero... ?esto qu¨¦ es? Cuando el promotor vio aparecer a un Lewis sonriente, fumando en pipa, muy p¨¢lido y delgado pero tranquilo, respir¨® aliviado. Lewis pos¨® brevemente ante el fot¨®grafo y con un thank you como despedida subi¨® al coche que le esperaba sin hacer declaraciones.

Dispuesto a mantener su fama de dif¨ªcil hasta el final, Jerry Lee Lewis pidi¨® para su estancia en Madrid una suite con piano, pero tuvo que contentarse con una segunda exigencia: una selecci¨®n de 15 pel¨ªculas de v¨ªdeo en ingl¨¦s, algunas pertenecientes al g¨¦nero de terror y otras con Clint Eastwood y Burt Reynolds como protagonistas. En Madrid, Jerry Lee Lewis no asisti¨® a las pruebas de sonido previas al concierto. Su grupo -formado por Kenny Lovelace, un guitarrista que le acompa?a desde 1966; el bater¨ªa Jim Isbell y el bajista espa?ol Tonky, contratado en Madrid tras una jam session con los m¨²sicos norteamericanos-, lo hizo por ¨¦l.