La 'otra' escultura
La muestra La otra escultura, cuya supervisi¨®n t¨¦cnica ha estado a cargo del autor de este art¨ªculo, con la ayuda de Carlo Branzaglia, examina de manera sistem¨¢tica la creaci¨®n escult¨®rica italiana en el per¨ªodo 1960-1990. La exposici¨®n, que forma parte de los actos del festival Italia-Espa?a, se exhibe en el palacio de Cristal del Retiro madrile?o y en la Casa de la Caritat, en Barcelona.
En el amplio conjunto de: iniciativas culturales agrupadas bajo el nombre de Italia-Espa?a, tambi¨¦n el arte italiano contempor¨¢neo est¨¢ dignamente representado, particularmente en uno o dos de los aspectos que constituyen su n¨²cleo b¨¢sico a lo largo del siglo XX. En nuestro siglo parece que en Italia ha habido dos tendencias de signos opuestos en continua lucha: una, que mira hacia el futuro y el progreso; la otra, que busca una recuperaci¨®n del pasado y, del museo. Las muestras que se podr¨¢n contemplar en el marco Italia-Espa?a ilustran preferentemente la primera tendencia. El futurismo no estar¨¢ representado, pero se podr¨¢ ver su curiosa continuaci¨®n, que lleva el nombre de Segundo Futurismo, poco conocida en el exterior y, por tanto, m¨¢s interesante.Los segundos futuristas, guiados por uno de los l¨ªderes de todo el movimiento, Giacomo Balla, y con la firme presencia en sus filas de Prampolini, Depero, Dottri, Fillia, etc¨¦tera, intentaron salvar lo salvable durante el transcurso de los a?os veinte y treinta. Eran partidarios de la vuelta al orden y a las concesiones figurativas. Nace entonces una mezcla bastante estimulante entre severas medidas pl¨¢sticas abstractas y concesiones a la an¨¦cdota, el cuento e incluso la decoraci¨®n (el art d¨¦co estaba en aquel tiempo al acecho). Enrico Crispolti es el estudioso que se ha encargado de la selecci¨®n de los segundos futuristas expuesta en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) junto con otro experto del arte contempor¨¢neo, Luciano Caramel, que ha agregado a la muestra un grupo de abstractos lombardos. Es decir, ,aquellos artistas que a comienzos de los a?os treinta trataron de quitar del medio los diversos cad¨¢veres m¨¢s o menos unidos al arte figurativo y a la decoraci¨®n, con una pr¨¦dica a base de despojados t¨¦rminos racionales y una confianza algo unilateral y ut¨®pica en la civilizaci¨®n de las m¨¢quinas, como si nuestro futuro (el de Italia y todos los pa¨ªses occidentales) s¨®lo se sustentara en los mecanismos de la industria pesada, sin tener tambi¨¦n en cuenta las inquietantes perspectivas de la energ¨ªa nuclear y de la electr¨®nica.
A esta rese?a en clave hist¨®rica del IVAM es posible conectar, por lo menos idealmente, la ex posici¨®n La Otra Escultura, que se abre simult¨¢neamente el 21 de marzo en el Palacio de Cristal de Madrid:V en el teatro de la Caridad de Barcelona, de acuerdo con una ingeniosa f¨®rmula por la que la muestra se divide en dos partes (15 artistas en cada una, expuestos por turno en ambos sitios; a mitad de mayo se har¨¢ el cambio, es decir, que la mitad ahora expuesta en Madrid ir¨¢ a Barcelona, y viceversa).
Progreso
El adjetivo otra, que idealmente deber¨ªa ir entre comillas en negrita, indica que toda la exposici¨®n se opone de manera en¨¦rgica a la concepci¨®n tradicional de la es cultura confiada a unos pocos materiales nobles y resistentes, como el m¨¢rmol y el bronce, que, a su vez, est¨¢n unidos al mundo de la escasez, cuando parec¨ªa bastante dif¨ªcil impedir que el de terioro del tiempo actuara sobre los objetos creados por el hombre. En cambio, en la actualidad, debido al progreso tecnol¨®gico, existe una gran variedad de materiales alternativos. Tambi¨¦n es posible recurrir a los metales, que ahora pueden utilizarse en l¨¢minas muy finas, modelarse como se quiera (al igual que las carrocer¨ªas de los coches), coloreados a la llama, etc¨¦tera. ?Qu¨¦ decir entonces de la infinita familia de las resinas sint¨¦ticas (los poliuretanos, los poliesteres), que b¨¢sicamente han tendido un puente entre formas org¨¢nicas e inorg¨¢nicas? Sin olvidar que hoy d¨ªa los artistas pueden tambi¨¦n recurrir a elementos el¨¦ctricos (tubos de ne¨®n) o electr¨®nicos (el rayo l¨¢ser, el v¨ªdeo). En efecto, ha surgido un tercer camino que supera en exceso los l¨ªmites restringidos que exist¨ªan desde hac¨ªa siglos entre pintura y escultura, abriendo a los artistas nuevos horizontes ilimitados.
La muestra La Otra Escultura, cuya supervisi¨®n t¨¦cnica ha estado a cargo de quien esto escribe, con la ayuda de Carlo Branzaglia, pretende examinar, de manera bastante sistem¨¢tica una perspectiva semejante en el per¨ªodo 1960-1990, que ha sido aquel donde ha podido manifestarse de manera total. En efecto, antes de 1960, el progreso tecnol¨®gico no hab¨ªa alcanzado los niveles necesarios para poder traducirlo a t¨¦rminos art¨ªsticos: s¨®lo hab¨ªa habido alg¨²n pionero (y precisamente la exposici¨®n del IVAM nos ofrece ejemplos s¨®lidos, debidos, sobre todo, a Lucio Fontana y Fausto Melotti). A partir de 1960, es decir, de los a?os del denominado boom que al mismo tiempo es el canto del cisne para la producci¨®n con una base industrial fuerte (antes del advenimiento de la sociedad posindustrial), se hace casi obligatorio para los j¨®venes recurrir a los otros materiales, quedando los tradicionales reducidos a un sector protegido y minoritario.
Este largo viaje a trav¨¦s de 30 a?os de acontecimientos art¨ªsticos italianos est¨¢, a su vez, articulado en cinco secciones, que se suceden en orden cronol¨®gico. En primer lugar est¨¢ la situaci¨®n creada bajo la bandera de la estructura. Se trata de aquel momento, t¨ªpico de comienzos de los sesenta, cuando los j¨®venes artistas pensaron que deb¨ªan reaccionar ante el romanticismo vago e impreciso de sus antecesores, que hab¨ªan cultivado lo informal y sus formas dionisiacas. Contra aquel desorden opusieron el rigor de las formas geom¨¦tricas b¨¢sicas. Por tanto, es posible hablar de un minimalismo similar al que se desarrollaba en esos momentos en Estados Unidos (Carrino, Castellani, Colombo, Uncini).
Aceptaci¨®n
Entre ellos, Piero Manzoni desempe?o especialmente el papel de inquietante experimentador que pod¨ªa volver al clima minimal con sus acromi y que de un modo u otro anticipaba el arte conceptual, el arte povera, la body art y otras futuras metas de la investigaci¨®n. Como alternativa dial¨¦ctica a la estructura, algunos artistas rindieron homenaje al objeto de manera similar a lo que en Estados Unidos se llamar¨ªa pop art. Fue entonces m¨¦rito de los j¨®venes artistas italianos darle a esta exaltaci¨®n de los objetos populares un car¨¢cter monumental, obtenida precisamente aprovechando los nuevos materiales sint¨¦ticos. Por este motivo, las obras logradas y afortunadas de Pascali, Ceroli, Del Pezzo, Gilardi, Mondino, tendr¨¢n sin lugar a dudas una sincera aceptaci¨®n por parte del p¨²blico.
Valores del mito
Sin embargo, despu¨¦s de 1968 el panorama, tanto en Italia como en los dem¨¢s pa¨ªses del mundo, var¨ªa un poco. A las tecnolog¨ªas mec¨¢nico-metal¨²rgicas se agregan aquellas que tienen su fuerza motriz en la electr¨®nica, aunque son objeto de una serie de importantes rechazos. El aparente futurismo, con una perspectiva similar, conduce a menudo a una recuperaci¨®n de los valores primarios o pobres, caracter¨ªsticos de una humanidad primordial. Es el momento del denominado arte povera, que no est¨¢ documentado en la muestra porque ya ha sido expuesto en Madrid y adem¨¢s es muy conocido. Sin embargo, hay algunos ejemplos equivalentes y no menos v¨¢lidos (Mattiaci, Mochetti, Olivotto, Parmiggiani, Placentino).
Por ¨²ltimo, a caballo entre los a?os setenta y ochenta se produjo una reacci¨®n contra los anteriores excesos tecnol¨®gicos y una recuperaci¨®n de los valores del mito y la memoria (Malnolfi, Marangoni, Maraniello, Messina, Ontani, Paladino, Spoldi). Por tanto, en este ¨²ltimo per¨ªodo sucedi¨® lo que, utilizando el t¨ªtulo de un filme de ¨¦xito, puede definirse como un regreso al futuro, que en el fondo es tambi¨¦n una especie de s¨ªntesis entre los dos esp¨ªritus del arte italiano. La f¨®rmula ahora significa que proyectarse hacia el futuro se ha convertido en tradici¨®n, a la que puede volverse peri¨®dicamente. Aqu¨ª est¨¢n las obras ingeniosas y acertadas de j¨®venes como Arienti, Cavenago, De Paolis, Fogli, Innocente, Palmieri, Zelli.
Traducci¨®n: C. Scavino.
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