Peque?os y tristes
Una encuesta revela que el 5% de la poblaci¨®n infantil padece depresi¨®n
Se muestran tristes y pesimistas. Normalmente, su rendimiento escolar es bajo y no quieren jugar. Son los ni?os depresivos. Un estudio epidemiol¨®gico realizado en Valencia demuestra que un 5% de la poblaci¨®n infantil padece depresi¨®n. La encuesta, que se realiz¨® entre 1.200 ni?os valencianos con edades comprendidas entre nueve y 10 a?os, fue remitida a los padres y a los profesores. La dolencia, m¨¢s frecuente entre las personas mayores, presenta en los ni?os otras caracter¨ªsticas: si no se afronta correctamente puede determinar la futura personalidad. Otro dato que arroja el informe revela que el 25% de los ni?os ha pensado en alguna ocasi¨®n en poner fin a su vida.
El concepto depresi¨®n resulta habitual aplicado a las personas mayores. "Llevo una depre" es una expresi¨®n popular que resume cualquier estado an¨ªmico contrario. No ocurre lo mismo si el t¨¦rmino se refiere a los ni?os. Quiz¨¢s a ello haya contribuido el hecho de que la depresi¨®n infantil, como concepto, se acepta entre los psic¨®logos a partir de la d¨¦cada de los setenta. Tambi¨¦n, el que los ni?os, cuando se encuentran mal, no pueden decir nada porque a¨²n no saben hablar. Si saben hacerlo, puede que no digan nada."La comunidad cient¨ªfica no reconoci¨® la existencia de la depresi¨®n infantil hasta 1971, durante el Cuarto congreso de la Uni¨®n Europea de Paidopsiquiatras que se celebr¨® en Estocolmo", se?alan las autoras del estudio epidemiol¨®gico, las psic¨®logas Mar¨ªa Victoria del Barrio y Vicenta Mestre en la introducci¨®n. "Desde esa fecha", a?aden, "el an¨¢lisis de la depresi¨®n infantil, la interpretaci¨®n de sus causas y la descripci¨®n de sus s¨ªntomas han proliferado desde todos los campos te¨®ricos".
Deseos de morir
Los s¨ªntomas m¨¢s relevantes relacionados con la depresi¨®n infantil son la tristeza, la falta de afecto que acusa el ni?o, los sentimientos de soledad y de culpabilidad, conducta agresiva, baja autoestima y p¨¦rdida de apetito. En el estudio se se?ala que a la controvertida pregunta "?quiero matarme?", contestan afirmativamente el 1,3% de los ni?os encuestados; el 23/ asegura que ha pensado en matarse pero que no lo har¨ªa, y el 74% afirma que nunca ha pensado en suicidarse. "Estas contestaciones constituyen una prueba de que la pregunta debe plantearse a los peque?os Es necesario conocer la respuesta para poder prevenirla", prosigue Mestre. Los ni?os depresivos no juegan apenas con amigos y en el colegio van m¨¢s retrasados que el resto de sus compa?eros.
"En el estudio se aprecia un gran paralelismo entre deficiencia escolar y la incidencia de la depresi¨®n. Sobre este punto, seg¨²n refleja el informe, se barajan dos posibilidades. "Una depresi¨®n puede conllevar malos resultados en los estudios porque el ni?o se concentra poco y rinde menos, o al rev¨¦s, el fracaso escolar de un ni?o puede desembocar en una depresi¨®n", a?ade Mestre.
Los adultos, en opini¨®n de la psic¨®loga valenciana, deber¨ªan plantearse qu¨¦ es m¨¢s importante, que los ni?os obtengan resultados brillantes en clase o que sean felices. "Si ambas cuestiones pueden darse de forma conjunta, mucho mejor", asegura Mestre. "Pero no conviene otorgar mayor relevancia a los estudios que a la estabilidad emocional".
De entre los casos, Mestre recuerda el de una ni?a que presentaba s¨ªntomas de preocupaci¨®n por cualquier cosa. La madre dec¨ªa que el matrimonio no pod¨ªa ni salir de casa porque si se retrasaba un poco m¨¢s de lo habitual, la ni?a se inquietaba.
Influencia de la madre
Las redactoras del trabajo plantearon a la ni?a la siguiente cuesti¨®n: "Imagina", le dijeron, que se han encontrado con unos amigos y se han quedado hablando". Pero la peque?a, respondi¨®: "Entonces es que prefieren estar con otra gente antes que conmigo".
La respuesta de la ni?a confirma la visi¨®n negativa de los peque?os depresivos ante la vida. En el anterior ejemplo se comprob¨® que la madre hab¨ªa atravesado episodios de depresi¨®n. "En el estudio no evaluamos la incidencia de la depresi¨®n materna en la infantil, pero s¨ª que se considera la alteraci¨®n de la madre como uno de los factores de riesgo m¨¢s importantes".
Sobre las diferencias en la repercusi¨®n del trastorno por sexos, la psic¨®loga destaca la mayor interiorizaci¨®n del problema en las chicas. La ruptura de una pareja constituye una de las causas que precipitan el trastorno infantil. Ello se debe, seg¨²n Mestre, a que los padres, en estas circunstancias, no act¨²an correctamente. En la mayor¨ªa de los casos, la separaci¨®n no tendr¨ªa por qu¨¦ resultar traum¨¢tica para los peque?os. "Si no saben qu¨¦ hacer, que pidan ayuda a los expertos", a?ade tajante.
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