Los grupos parlamentarios aceptan negociar un pacto para modernizar la econom¨ªa espa?ola

Las formaciones pol¨ªticas que participaron ayer en el debate de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado para 1990 -que fueron rechazadas por mayor¨ªa- mostraron su disposici¨®n al di¨¢logo para situar la econom¨ªa espa?ola en mejores condiciones de competitividad frente al reto del mercado ¨²nico europeo de 1992. El ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga, se?al¨® que "hay que hacer un esfuerzo de imaginaci¨®n para conectar el pacto de moderaci¨®n salarial con la reforma fiscal", aunque afirm¨® que, en caso de no lograr el consenso con las fuerzas pol¨ªticas y sociales, "el Gobierno no eludir¨¢ su responsabilidad y tomar¨¢ las medidas oportunas para contener la espiral de precios y salarios".

Aunque el calendario, los temas concretos y los interlocutores para el gran acuerdo social y pol¨ªtico a¨²n dependen de la iniciativa del Gobierno, el ministro de Econom¨ªa avanz¨® los criterios generales. El acuerdo que se propone tiene dos vertientes relacionadas entre s¨ª. El Gobierno pedir¨¢ a las fuerzas sociales un acuerdo que contemple -de forma prioritaria- la moderaci¨®n salarial, a¨²n garantizando el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarlos si se producen desviaciones en los precios. Solchaga tambi¨¦n se mostr¨® dispuesto a negociar los puntos pendientes de la Propuesta Sindical Prioritaria, tal y como estaba previsto en la segunda fase de concertaci¨®n social.Estos acuerdos est¨¢n relacionados con la reforma fiscal que afectar¨¢ al impuesto sobre la renta y -en menor medida- al de sociedades. Sin embargo, seg¨²n el ministro, estas transformaciones deben ser aprobadas por las fuerzas pol¨ªticas del arco parlamentario, quienes tambi¨¦n deber¨ªan compartir el objetivo de modernizar la econom¨ªa espa?ola. Los sindicatos entrar¨¢n a protagonizar este acuerdo fiscal ya que implica un nuevo tratamiento para las rentas del trabajo y, paralelamente, un mayor gasto social. Los presupuestos generales de 1991 recoger¨¢n, dijo, los acuerdos que se alcancen en la segunda fase de concertaci¨®n.

Solchaga dijo que el Gobierno aprobar¨¢ en breve el escenario macroecon¨®mico para el pr¨®ximo cuatrienio, por lo que no quiso concretar qu¨¦ objetivos persigue esta llamada al consenso. S¨ª afirm¨® que es necesario reducir el diferencial de inflaci¨®n con los pa¨ªses de la CE.

En caso de que no sea posible el acuerdo, el ministro de Econom¨ªa fue tajante al se?alar que el Gobierno "no va a eludir su responsabilidad y tomar¨¢ las medidas que considere necesarias si se produce una espiral de precios y salarios". A?adi¨® que "este procedimiento es m¨¢s costoso en materia de empleo y de producci¨®n", y que "es mejor un acuerdo que tener que recurrir a la pol¨ªtica monetaria y a la fiscal".

El ministro de Econom¨ªa valor¨® positivamente el debate parlamentario de los presupuestos de este ejercicio. "El tono ha sido m¨¢s distendido que el de otros a?os, y no me parece que haya habido una cr¨ªtica sustancial a los presupuestos, sino m¨¢s bien una actitud de no compartir la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno", asegur¨®.

Durante la sesi¨®n de ayer fueron rechazadas las enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos parlamentarios de la oposici¨®n, con un resultado de 172 votos en contra, 162 a favor y una abstenci¨®n. En el desarrollo de la sesi¨®n la mayor¨ªa de los grupos de la oposici¨®n se mostraron abiertos al di¨¢logo para alcanzar el hipot¨¦tico acuerdo de competitividad.

Para el diputado de Izquierda Unida, Nicol¨¢s Sartorius, la moderaci¨®n salarial entendida como garant¨ªa del mantenimiento de la capacidad adquisitiva es aceptable, pero siempre que ello conlleve una redistribuci¨®n de la riqueza. Esto significa, seg¨²n Sartorius, que en el pacto habr¨¢ que hablar tambi¨¦n de la distribuci¨®n de la carga fiscal y de mayores prestaciones sociales.

El diputado del CDS Jos¨¦ Ram¨®n Lasu¨¦n mostr¨® igualmente la disposici¨®n de su grupo a un pacto de competitividad, para el que el CDS considera necesario "elevar mucho m¨¢s la tasa de inversi¨®n y de empleo".

Por su parte, el diputado del Partido Nacionalista Vasco, Antonio Marquet, se?al¨®: "Nos parece bueno que se recupere el di¨¢logo y la capacidad de entendimiento, lo que no entendemos es por qu¨¦ si el a?o pasado esto parec¨ªa imposible, ahora todo son facilidades".