Los Amigos de los Museos aprenden de 'Vel¨¢zquez'

"Nadie es capaz de disfrutar de 80 Vel¨¢zquez en dos o tres horas, lo mismo que nadie puede disfrutar de 80 orgasmos seguidos. Lo importante para la mayor¨ªa de la gente que ha visitado la exposici¨®n Vel¨¢zquez en el Museo del Prado, clausurada el pasado domingo y visitada por medio mill¨®n de personas, ha sido poder decir que ha estado", afirma Juan Ignacio Mauca, muse¨®logo y miembro del comit¨¦ organizador del VII Congreso Internacional de la Federaci¨®n Mundial de Amigos de los Museos, inaugurado ayer en C¨®rdoba, y en el que participan algunos de los m¨¢s importantes especialistas muse¨ªsticos del mundo.

"Yo creo", se?ala Juan Ignacio Mauca, "que en la exposici¨®n Vel¨¢zquez se ha desaprovechado la visita de las 500.000 personas que han asistido. Las largas colas para acceder a la muestra deber¨ªan haberse aprovechado llen¨¢ndose de v¨ªdeos y de otros medios, que, al tiempo que distrajesen las horas de espera, hubieran servido para crear un ambiente propicio para la visita". Mauca, sin embargo, no piensa que la masiva asistencia de p¨²blico haya perjudicado al Museo del Prado, "porque cualquier museo necesita siempre comunicarse con la sociedad".El cr¨ªtico y director del departamento de Historia del Arte del Art Institute de Chicago, Robert J. Losher, no duda al afirmar que este tipo de exposiciones no son m¨¢s que simples "eventos" para la mayor¨ªa de los visitantes. "Vel¨¢zquez es un h¨¦roe cultural de Espa?a, y en cualquier pa¨ªs, no s¨®lo en Espa?a, es importante conmemorar a sus h¨¦roes, como est¨¢ ocurriendo ahora en Holanda con la exposici¨®n de Van Gogh. Se trata de celebrar la tradici¨®n cultural de un pa¨ªs, y por eso son importantes". ""Pero francamente", a?ade Lolher, "para los estudiosos son imposibles. Las salas est¨¢n repletas de gente, y la situaci¨®n se agudiza en Espa?a, donde parece que hay un problema a la hora de dise?ar el trazado de circulaci¨®n de visitantes. Es lo mismo que ocurre en Arco"`.

"Estas macroexposiciones, que en Estados Unidos denominanos blockbuster [lo mejor de lo mejor], perjudican siempre a las pinturas, ya que el ambiente caldeado y los olores que se generan son m¨¢s propios de una estaci¨®n de metro que de una sala de exposiciones".

La cifra r¨¦cord de 250.000 cat¨¢logos vendidos de la muestra Vel¨¢zquez no es, para el cr¨ªtico estadounidense, m¨¢s que el certificado de la visita al evento. "Se trata de la prueba de que se ha participado en la exposici¨®n. 'Yo celebro al h¨¦roe nacional. Yo soy un hombre del momento". Esa actitud se produce en todos los pa¨ªses", concluye Losher.

El cambio de ubicaci¨®n de Las meninas tambi¨¦n es elogiado por el profesor Kurt W. Foster, director del. Getty Center, de Los ?ngeles, que confiesa sentirse sorprendido por la serenidad del p¨²blico, "tanto en la larga espera para acceder a la muestra como una vez en el interior". No obstante, Foster, que cree en el riesgo que sufren los cuadros, se manifiesta m¨¢s partidario "de que viajen las personas a que viajen los cuadros".

Para Foster, que ha visitado en dos ocasiones la exposici¨®n guardando rigurosa cola, el aspecto m¨¢s negativo de la misma ha sido que se ha presentado solamente al h¨¦roe ""aislado de su tiempo y de su entorno". "En el cat¨¢logo, por ejemplo, se habla mucho de Vel¨¢zquez, pero no se muestra nada de su contexto. Pienso que la muestra deber¨ªa haberse centrado en el mundo de Vel¨¢zquez". "La personalidad del pintor", a?ade Foster, "s¨®lo se puede comprender en su ambiente. El genio aislado no existe".

El catedr¨¢tico Sim¨®n March¨¢n, vicepresidente del Patronato del Centro de Arte Reina Sofia, de Madrid, y director cultural del congreso de C¨®rdoba, considera que estas exposiciones est¨¢n exigiendo otros espacios m¨¢s id¨®neos, en los que no se confunda las ¨¢reas de contemplaci¨®n de las pinturas con las de circulaci¨®n de visitantes. "Los actuales museos son inadecuados para este tipo de grandes eventos. M¨¢s que de alternativas, yo hablar¨ªa de tentativas."