La literatura y la filosof¨ªa son cosas distintas, advierte Iris Murdoch en Madrid
La autora de 'El mar, el mar' dialog¨® en p¨²blico con su marido, John Bailey
Una novela ha de tratar de las cosas que el novelista conoce bien, seg¨²n explic¨® anoche en Madrid la escritora Iris Murdoch, y de ah¨ª la raz¨®n de que sus novelas est¨¦n pobladas por intelectuales y altos funcionarios. Sin embargo, advirti¨® quien fue muchos a?os profesora de filosof¨ªa en Oxford, la filosof¨ªa y la literatura son cosas distintas y de alguna manera oscura la libertad interior de la obra de arte pierde si contiene un exceso de teor¨ªa, como las novelas de Sartre y Mann.
Ante un p¨²blico que apenas utilizaba los servicios de traducci¨®n simult¨¢nea del ingl¨¦s, Iris Murdoch no pronunci¨® una conferencia tradicional sino que mantuvo una suerte de di¨¢logo con su marido, John Bailey, profesor de literatura con quien no siempre coincidi¨®. (V¨¦ase entrevista con Iris Murdoch en Oxford en EL PA?S del 31 de marzo).Una novela filos¨®fica contiene ciertos riesgos, vino a decir Murdoch, considerada equivocadamente por algunos como una novelista de tesis, pues a veces el pensamiento se impone y el lector termina por perder el sentido de la novela. En otro momento explic¨® que el pensamiento filos¨®fico tiene poco que ver con el arte, y un pensamiento demasiado preocupado por el arte corre el riesgo de perder la pista.
La mayor parte de las intervenciones de Murdoch a lo largo de hora y media se refirieron a la filosof¨ªa y a la defensa de la manera de pensar que conocemos y que hoy en d¨ªa se pone en cuesti¨®n. Sea como fuere, dijo Murdoch, la filosofia tiene que ver con el m¨¢s profundo fundamento de la existencia y de la moral, y los fil¨®sofos tienen que decir algo al respecto. El modo de reflexi¨®n filos¨®fico, que es distinto al de la ciencia o a la manera como el arte aborda la realidad, es algo inherente a nuestro mundo.
A Juicio de la escritora, que vino a Espa?a invitada por el British Council y habl¨® en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, los dos fil¨®sofos m¨¢s importantes del siglo han sido Wittgenstein y Heidegger, pensador ¨¦ste ¨²ltimo que logr¨® liberar al pensamiento occidental del peso de la tradici¨®n cartesiana. Murdoch no aludi¨® a la pol¨¦mica ideol¨®gica en que se ha visto envuelto este fil¨®sofo alem¨¢n, aunque s¨ª aludi¨® a su "aspecto siniestro", que era el desprecio que sent¨ªa por la gente ordinaria.
La autora de las novelas El mar, el mar y La cabeza cortada, entre otras cerca de treinta obras, defendi¨® igualmente el car¨¢cter extraordinario del siglo que nos ha tocado vivir, as¨ª como el concepto de Europa. "Nos movemos hacia un tiempo en el que no s¨®lo ser¨¢ Europa la que estar¨¢ unida sino el mundo entero", dijo.
Arte inconsciente
Los grandes artistas hicieron grandes obras sin ser demasiado conscientes de ello, explic¨® la escritora, y el problema de la novela de hoy es quiz¨¢ que es muy consciente de s¨ª misma. Al tiempo, el novelista moderno suele despreciar la historia cuando es evidente que todo el mundo cuenta historias. La diferencia es que el escritor inventa todo tipo de personajes. "Mis novelas, pese a todo, est¨¢n llenas de personajes extra?os", dijo Murdoch, "pero los personajes extra?os de mis novelas son much¨ªsimo menos numerosos que los que he conocido en mi vida".La capacidad de la novela para alcanzar la categor¨ªa de Arte (High art) tiene a menudo que ver con su humor interior, lo que a su vez est¨¢ conectado con la libertad interior de la obra, explic¨® Iris Murdoch, una mujer de 70 a?os nacida irlandesa pero de expresi¨®n -modales, acento, idioma, etc¨¦tera- por completo inglesa, y en consecuencia propensa a la tolerancia intelectual y el humor. As¨ª ocurri¨® en un di¨¢logo que mantuvo con el escritor Alvaro Pombo a prop¨®sito de serios asuntos de filosof¨ªa.
El final de una novela es muy importante, dijo Murdoch. "Lo que ocurre es que en la vida las cosas no terminan".
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