La obra y la firma

Existen tres tipo de falsos Dal¨ª. Un primer grupo, el m¨¢s numeroso, seg¨²n los expertos, incluye las reproducciones de obras verdaderas de Dal¨ª realizadas en cualquier soporte y sin la correspondiente autorizaci¨®n o contrato.En este tipo de reproducciones la irregularidad se da en la falsificaci¨®n de la firma del pintor y, evidentemente, en la utilizaci¨®n fraudulenta de la obra. Se da tambi¨¦n el caso de que la reproducci¨®n s¨®lo incluya una parte, a veces insignificante, de una determinada obra del pintor.

Un segundo grupo, en la actualidad poco frecuente, est¨¢ formado por las reproducciones efectuadas sobre papel firmado en blanco por Dal¨ª hace a?os. En este caso, lo mismo que en el anterior, los cuadros reproducidos responden total o parcialmente a obras efectuadas por el pintor.

El tercer grupo, cuya importancia no ha sido evaluada, incluye las reproducciones en que todo es absolutamente falso, la obra reproducida y la firma.

El mercado de falsos Dal¨ª tiene ramificaciones en casi todo el mundo, aunque EE UU y Europa occidental son los escenarios donde la oferta es m¨¢s abundante. La obra de Dal¨ª, o atribuida a Dal¨ª, se oferta al p¨²blico en los m¨¢s disparatados puntos de venta y en los soportes m¨¢s inveros¨ªmiles: camisetas, vajillas, joyas, rompecabezas, pa?uelos, tapices, abanicos..., sin contar con las presentaciones que m¨¢s dinero cuestan, las reproducciones litogr¨¢ficas.

La producci¨®n y comercio de falsos Dal¨ª han originado ¨²ltimamente dos grandes procesos judiciales, uno en Hawai, pendiente de sentencia, y otro en la localidad francesa de Valance, en fase de instrucci¨®n. En este ¨²ltimo, Demart -empresa que gestiona los derechos de Dal¨ª y de la que Robert Descharnes es administrador ¨²nico- act¨²a como acusaci¨®n particular.