Vargas Llosa: "Yo no vacilar¨ªa en dar orden al Ejercito de disparar"
El escritor y candidato del Fredemo a la presidencia de Per¨² dice que ¨¦l aporta ¨¦tica
, ENVIADO ESPECIAL, El novelista Mario Vargas Llosa, metido a sus 54 a?os en la aventura de disputar la presidencia de Per¨², asegura que no vacilar¨ªa en dar la orden de disparar en caso necesario para defender la democracia. Vargas Llosa es partidario de entregar armas para la autodefensa de la sociedad civil frente al terrorismo. Teme Vargas Llosa que el fracaso de la Izquierda en las elecciones peruanas lleve a algunos sectores por el camino de la subversi¨®n. Tambi¨¦n cree el escritor que con su participaci¨®n en la campa?a electoral la cultura pol¨ªtica de Per¨² ha sufrido un vuelco y las ideas que defiende son ya patrimonio de todos.
Vargas Llosa, que recibi¨® al enviado especial de este peri¨®dico en su casa del barrio Barranco, se muestra partidario de llevar a juicio a los "bribones" que en el actual Gobierno se enriquecieron ilegalmente y traficaron con influencias. Desde su hogar, se contemplaba c¨®mo un suave sol oto?al se pon¨ªa en las aguas del Pac¨ªfico. Faltaban 36 horas para la apertura de las urnas.Pregunta. ?Se acab¨® el escritor?
Respuesta. Bueno, transitoriamente. De ninguna manera he matado mi vocaci¨®n, que sigue muy viva. La literatura sigue siendo no s¨®lo lo que m¨¢s quiero, sino que creo que es lo mejor que tengo. Estoy haciendo pol¨ªtica porque el Per¨² vive una situaci¨®n de emergencia. Todos los peruanos tenemos obligaci¨®n de participar y sobre todo quienes creemos, como yo, que es posible hacer unas reformas profundas en el Per¨², dentro de la estructura democr¨¢tica y que esta ocasi¨®n no debe ser desperdiciada.
P. ?Hasta ahora, le ha compensado?
R. Estamos trabajando para que esas reformas se materialicen despu¨¦s de conseguir el voto popular. Eso es lo que estamos haciendo y, hasta ahora, tengo que decir que ha sido sumamente estimulante ver que una cosa que comenz¨® muy en peque?ito ha cobrado much¨ªsima fuerza y que tiene posibilidades de conseguir verdaderamente una victoria popular. Ha sido muy dif¨ªcil. Ha sido un cambio de vida para m¨ª, en lo personal, muy dr¨¢stico. He tenido que hacer un inmenso esfuerzo para familiarizarme con un lenguaje y unas costumbres, un ritmo de vida, que son completamente nuevos para m¨ª, pero han sido experiencias muy ricas.
P. Tradicionalmente el compromiso del intelectual se entend¨ªa como firmar un manifiesto o escribir un libro m¨¢s o menos comprometido. Llegar a ejercer el poder es algo casi ins¨®lito.
R. De mi vieja admiraci¨®n por Sartre, lo que me ha quedado vivo es la idea del compromiso que uno tiene con su tiempo, con su sociedad. Un compromiso que va m¨¢s all¨¢ de lo puramente intelectual, que es ¨¦tico, c¨ªvico o como quieras llamarlo y que, de alguna manera, est¨¢ detr¨¢s de lo que estoy haciendo. Lo que pasa es que nunca pens¨¦ dar este salto, que de alguna manera interrumpe al escritor. Han sido las circunstancias, las que han decidido que yo diera ese paso. No lo hubiera dado, si no hubiera visto que yo era la persona que mejor pod¨ªa asumir esa responsabilidad. No lo he hecho por placer, porque no es mi vocaci¨®n. Parece un poco absurdo que yo lo diga a estas alturas, pero la pol¨ªtica no es mi vocaci¨®n. Hubiera sido bastante deshonesto por mi parte, despu¨¦s de haber tratado de persuadir a tanta gente de que se comprometiera, retirarme a mi escritorio.
P. ?Se ha fijado unos l¨ªmites morales?
R. Desde luego. Yo estoy haciendo lo que estoy haciendo mucho m¨¢s por razones morales que por razones pol¨ªticas. Para m¨ª, hacer pol¨ªtica significa tratar de materializar no solamente unas reformas, sino tambi¨¦n unos valores y ¨¦sos son los l¨ªmites. Hay ciertas cosas que yo no voy a hacer en pol¨ªtica. Por ejemplo, mentir. Yo miento cuando escribo novelas. La mentira es una necesidad en la ficci¨®n. La pol¨ªtica s¨ª est¨¢ llena de mentiras, pero creo que, en las circunstancias que vive el Per¨², hay que tratar de hacer de la pol¨ªtica una cosa m¨¢s limpia, m¨¢s decente.
Vivir en democracia
P. En la situaci¨®n en que est¨¢ Per¨² quiz¨¢ en un momento haya que dar orden de disparar.
R. Bueno, desde luego que s¨ª. Hay unas responsabilidades que uno asume, si es que llega a convertirse en presidente de una sociedad democr¨¢tica. La primera de ellas es la defensa de la sociedad democr¨¢tica. En su defensa yo no vacilar¨ªa en dar orden al Ej¨¦rcito de disparar. Creo que ¨¦sa es una obligaci¨®n que yo tengo con 21 millones de peruanos, la inmensa mayor¨ªa de los cuales quiere vivir en democracia. No quiere vivir en un sistema autoritario, de arbitrariedad. Ese sistema debe ser defendido, dentro de la ley, por supuesto, pero, dentro de ese sistema, un jefe de Estado debe estar preparado para dar orden de disparar.
P. Un tema que preocupa internacionalmente es el narcotr¨¢fico. En EE UU se trata de emplear herbicidas contra las plantaciones de coca en Per¨².
R. Yo he dicho que, si soy presidente del Per¨², no permitir¨¦ que se usen herbicidas, a menos que se llegara a tener una absoluta garant¨ªa de que, con el uso de los herbicidas, no se destruye la naturaleza, el medio ambiente. Una prueba que, hasta ahora, no est¨¢ dada. La lucha antinarcotr¨¢fico no puede ser s¨®lo represiva. Tiene que ser represiva para elevar el costo de lo que es la industria del narcotr¨¢fico, pero al mismo tiempo tiene que haber una pol¨ªtica social y econ¨®mica que induzca al campesino, que no es un narcotraficante, ni un consumidor de coca¨ªna, sino un hombre que lucha por la supervivencia, a cambiar los cultivos. Para eso es fundamental la cooperaci¨®n internacional, sobre todo la de los pa¨ªses consumidores, que son corresponsables del problema. Los pa¨ªses productores no son los ¨²nicos responsables. Ahora, no es verdad que no se pueda resolver el problema. Una hect¨¢rea de hoja de coca le produce al campesino en el Alto Huallaga entre 3.000 y 4.000 d¨®lares. Una hect¨¢rea de terreno dedicada a flores para la exportaci¨®n en Chile produce de 10.000 a 12.000 d¨®lares. Ah¨ª est¨¢ una respuesta econ¨®mica.
La extrema izquierda
P. ?El vac¨ªo que parece dejar¨¢ la izquierda, no es preocupante?
R. El riesgo es que haya sectores de extrema izquierda, que hasta ahora han estado actuando en la legalidad, que tras la tremenda frustraci¨®n de lo que ser¨ªa ese desplome, que parece que se viene, sean aventados hacia la insurrecci¨®n. Mucho me temo que eso pueda ocurrir con algunos sectores, esperemos que sean sectores muy peque?os y que los otros sectores de la izquierda asimilen inteligentemente ense?anzas de este proceso electoral y evolucionen hacia lo que es para m¨ª el ¨²nico futuro inmediato que tiene la izquierda, que es una socialdemocracia, un socialismo ¨¦tico, no un socialismo econ¨®mico, colectivista, estatista. Esto no tiene absolutamente ning¨²n futuro en el mundo. La experiencia hist¨®rica ha demostrado que no funciona. El socialismo como ¨¦tica, como una solidaridad con el pobre, el marginado, la convicci¨®n de que el Estado tiene una responsabilidad moral con los d¨¦biles de la sociedad, eso es perfectamente leg¨ªtimo y eso es la socialdemocracia, el socialismo a la espa?ola o a la francesa, que no tiene nada que ver con el socialismo colectivista, que es el que todav¨ªa existe en el Per¨².
P. ?Es usted partidario de enjuiciar criminalmente al actual presidente, Alan Garc¨ªa?
R. Yo soy partidario de que haya sanci¨®n contra quienes han delinquido en el poder, quienes han traficado con influencias quienes se han enriquecido il¨ªcitamente, porque si nosotros no mostramos al pueblo peruano que la democracia tambi¨¦n funciona como un sistema que sanciona no a los malos gobernantes, sino a los delincuentes, p¨ªcaros, pillos, bribones, entonces vamos a permitir que se deval¨²e la democracia y se socaven las bases sobre las que tiene que funcionar, que es la credibilidad en el sistema. No se trata de enjuiciar al presidente Garc¨ªa, sino a quienes en estos a?os, mientras el Per¨² se empobrec¨ªa, se han enriquecido escandalosamente con el sistema de las concesiones, de las prebendas.
P. En sus novelas hay jirones autobiogr¨¢ficos, ?se puede esperar una novela sobre el poder?
R. ?sta es una experiencia extraordinaria en mi vida. Espero que sea una novela con un final feliz, un happy end.
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