Muri¨® Sabicas, uno de los mayores guitarristas flamencos, a los 83 a?os
El guitarrista Agust¨ªn Castell¨®n Campos, conocido como Sabicas, muri¨® en la madrugada del s¨¢bado pasado en el hospital neoyorquino de Saint Claire, a los 83 a?os, a causa de un ataque cerebral complicado con una neumon¨ªa. Su nombre se inscribe entre los m¨¢s grandes de la guitarra flamenca, el m¨¢s importante seguramente entre Ram¨®n Montoya y Paco de Luc¨ªa. La familia de Sabicas ha solicitado al consulado espa?ol el traslado del cuerpo del artista a Espa?a.
Agust¨ªn Castell¨®n Campos, gitano, hab¨ªa nacido en Pamplona, probablemente en 1912. Y digo probablemente porque ¨¦l guard¨® con mucho celo el secreto de su edad, por lo menos en la ¨²ltima etapa de su vida. Lo de Sabicas ven¨ªa de su infancia, y me lo cont¨® un d¨ªa en los siguientes t¨¦rminos: "De chiquito, aqu¨ª, en Madrid, mi mam¨¢ mandaba a la criada a la compra, y cuando ven¨ªa yo met¨ªa la mano en la cesta y sacaba las habas y me las com¨ªa con c¨¢scara y todo. Mi mam¨¢ me miraba: 'Pero, hijo m¨ªo, est¨¢s na m¨¢s que con las habas. Te voy a poner habas, y habas, habas, habicas'. Y de las habas, la-s-habicas, me qued¨® Sabicas".De ni?o ¨¦l ya tocaba la guitarra, comenz¨® autodidacta a los cinco a?os, y a los 10 daba su primer concierto en un teatro madrile?o, causando verdadero asombro. Se curti¨® como guitarrista flamenco en Villarosa y los cuartos de otros colmaos, y despu¨¦s en espect¨¢culos flamencos que recorrieron toda la geografia espa?ola. En 1934, por ejemplo, tras un recital suyo en la plaza de toros sevillana de La Maestranza le pasearon a hombros por el ruedo; y entonces se tocaba a pelo, sin micr¨®fonos ni amplificaci¨®n de sonido.
En 1936 se fue a Am¨¦rica con la compa?¨ªa de Carmen Amaya, con quien, es fama, mantuvo un idilio, y ya no regresar¨ªa a Espa?a salvo en visitas ocasionales para dar conciertos o recibir homenajes. La ¨²ltima vez fue el a?o pasado, y grab¨® un disco acompa?ando maravillosamente el cante de Enrique Morente, disco que saldr¨¢ en pr¨®ximos d¨ªas. La noticia de su muerte nos llega con la nota amarga, tan frecuente en los anales del flamenco, de que no pudo cumplir su deseo de morir en Espa?a por falta de recursos econ¨®micos para hacer ese ¨²ltimo viaje de vuelta.
?Fue as¨ª realmente? No lo s¨¦, porque lo cierto es que Sabicas debi¨® de ganar mucho dinero con sus conciertos por todo el mundo durante varias d¨¦cadas. En 1984 me dec¨ªa: "Hoy, de lo que se toca en el mundo entero, el 80% es m¨ªo, de Sabicas". Y lo dec¨ªa con justificado orgullo, "porque el d¨ªa que yo me vaya quedar¨¢ mi escuela, que es la que he tra¨ªdo luego a la guitarra moderna". Pese a haber forjado lo m¨¢s importantes de su carrera internacionalmente, Sabicas siempre se mantuvo fiel al flamenco. "El flamenco no tiene m¨¢s que un camino", me dijo. "El p¨²blico muchas veces no comprende lo que es el flamenco. Si a la gente le gusta una cosa, pues tienes que tocar eso, cantar eso. Pero cuando es el flamenco puro... con la verdad se va a cualquier lao del mundo. No importa que por el momento no te comprendan, ya hablar¨¢n de ti".
Leyenda
Efectivamente, Sabicas aport¨® a la guitarra flamenca una nueva concepci¨®n del toque y recursos t¨¦cnicos hasta ¨¦l in¨¦ditos: picar en los sextos, arpegiar en todas las cuerdas, alzap¨²as con el dedo pulgar solo. Sin Sabicas la guitarra flamenca no ser¨ªa lo que es, y por eso se convirti¨® en leyenda de la misma. Y de ¨¦l bebieron todos los j¨®venes maestros de hoy, desde Paco de Luc¨ªa a Manolo Sanl¨²car o Gerardo N¨²?ez. Brook Zern habl¨® de "una misteriosa precisi¨®n t¨¦cnica, una velocidad alucinante, una perfecta tonalidad y una absoluta comprensi¨®n del flamenco". Pohren, de sus "rasgueados atronadores, relampagueantes picados y t¨¦cnicas de pulgar, cristalinos arpegios y tr¨¦molos, sorprendentes efectos de acordes y ligados". R¨ªos Ruiz, de su sensibilidad, que se trasluce, como si lo an¨ªmico pudiera verse, en su ductilidad musical y en su dulzura enmagiada..." Y ahora que se nos ha ido, de Sabicas se hablar¨¢ ya siempre en la perspectiva hist¨®rica de la guitarra flamenca.
Babelia
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