Bilardo, una imagen al servicio de Menem

El seleccionador argentino, Carlos Bilardo, que hace tres semanas afirm¨® que renunciar¨¢ a su puesto tras el Campeonato del Mundo de Italia 90, en el que su equipo defender¨¢ el t¨ªtulo logrado en el de M¨¦xico 86, asegur¨® ayer que tampoco firmar¨¢ contrato con ning¨²n club nacional o extranjero. "En realidad, no voy a seguir en el f¨²tbol", dijo; "por lo menos, como hasta ahora". El presidente del Gobierno, Carlos Menem, le ofrece un cargo p¨²blico de car¨¢cter socia y deportivo.

Un miembro del cuadro t¨¦cnico de la selecci¨®n argentina reconoci¨® como "probable" que Bilardo, doctor en medicina, y Ra¨²l Madero, amigo y compa?ero en el Estudiantes de la Plata cuando eran jugadores y ahora m¨¦dico de ¨¦sta, desempolven un antiguo proyecto com¨²n que presentaron en 1974 ante el Ministerio de Bienestar Social del Gobierno entonces peronista. El actual presidente, Menem, ha invitado en estos d¨ªas a Bilardo a comer un asado (carne a la brasa) "para discutir de f¨²tbol" y, posiblemente, ofrecerle de modo informal un cargo p¨²blico que: el entrenador asumir¨ªa despu¨¦s de la fase final del Mundial italiano.Menem quiere pedirle explicaciones a Bilardo sobre las bajas actuaciones del conjunto blanquiazul. ?ste, con la paciencia, el buen humor y la pasi¨®n que le caracterizan, dice que no tiene problemas en contestarle como lo hace a diario con los hinchas que le paran en la calle:

"Ellos est¨¢n preocupados y yo tambi¨¦n. Pero vamos a ponernos bien cuando pueda reunir a todos los jugadores. As¨ª sucedi¨® en M¨¦xico. Esta vez, eso s¨ª, no llegaremos igual".

Menem hizo declaraciones a la Prensa juzgando a la selecci¨®n argentina, a la que, en su opini¨®n, le falta "capacidad ofensiva", y recomendando la inclusi¨®n en ella de su paisano Ram¨®n D¨ªaz, que juega en el M¨®naco, y la del actual goleador de la Liga, Ariel Cozzoni, del Newell's Old Boys. La selecci¨®n, que no marcaba un gol desde la Copa Am¨¦rica 88, gan¨® por 0- 1 al modesto Linfield, irland¨¦s, en la ¨²ltima gira europea tras perder por 1-0 ante Escocia en Glasgow. En total,

pasaron 835 minutos de juego hasta que Argentina volvi¨® a llevar el bal¨®n a la red. El estilo, tan s¨®lido y efectivo durante el torneo mexicano, se desmoron¨® coincidiendo con la ca¨ªda f¨ªsica del napolitano Diego Armando Maradona.

Bilardo no tendr¨¢ en cuenta las sugerencias de Menem sobre D¨ªaz, que no pasa ahora por su mejor momento de juego y, adem¨¢s, tiene un problema personal con Maradona. Ambos fueroncompa?eros en el equipo que gan¨® el Mundial juvenil de Jap¨®n 79, pero mantuvieron fuertes pol¨¦micos cuando coincidieron en la Liga italiana . Bilardo , que soport¨® ya la intensa presi¨®n ejercida sobre ¨¦l durante el Gobierno radical que presid¨ªa Ra¨²l Alfons¨ªn, ¨¦poca en la que se discuti¨® incluso la posibilidad de su sustituci¨®n dos meses antes de que comenzara el Mundial mexicano, pasa el examen de Menem con la tranquilidad de quien se siente apoyado.

A Menem no le agrada demasiado el estilo de juego que impone Bilardo, pero reconoce que consigue buenos resultados. Por otra parte, el Gobierno ha medido en la opini¨®n p¨²blica la impresi¨®n que causa el entrenador y desea aprovechar su buena imagen, una de las pocas que se salva del deterioro general entre la clase dirigente del pa¨ªs. Una encuesta entre estudiantes de la universidad de Buenos Aires demostr¨® que un alto porcentaje de j¨®venes considera a Bilardo como uno de los personajes "m¨¢s honestos y cre¨ªbles" entre todos los conocidos por ellos.

Bilardo se ha desmarcado siempre de los objetivos pol¨ªticos, aunque admiti¨® p¨²blicamente que votar¨ªa por el candidato de la derecha, Alvaro Alsogaray, antes de las pasadas elecciones generales. Su amigo y colega, el verdadero ide¨®logo de la selecci¨®n desde su puesto de m¨¦dico de la plantilla, Madero, es, en cambio, un fervoroso peronista. Los dos elaboraron un proyecto de acci¨®n social para los j¨®venes, basado en sus conocimientos de medicina y pr¨¢ctica deportiva, que fue presentado al Gobierno peronista de 1974. La alianza de Menem y Alsogaray renueva ahora las esperanzas de Bilardo y Madero, que dentro de tres meses estar¨¢n en condiciones de aceptar los cargos p¨²blicos que seguramente se les van a ofrecer.