Las divisiones internas de la UNO provocan la primera derrota de Chamorro

La Uni¨®n Nacional Opositora (UNO) conoci¨® el s¨¢bado su primera pol¨¦mica interna, al ser rechazado en votaciones primarias el candidato de la presidenta electa, Violeta Chamorro, a la presidencia del Parlamento, Alfredo C¨¦sar, y ser elegida la representante de los partidos pol¨ªticos, Miriam Arg¨¹ello. C¨¦sar, el dirigente de la contra, queda as¨ª apartado de cualquier cargo en el futuro Gobierno.

La elecci¨®n de Arg¨¹ello como candidata de la UNO a la presidencia de la Asamblea Nacional estuvo precedida de un debate de varias horas en el que se puso en juego la posici¨®n de Violeta Chamorro frente a la de la mayor¨ªa del consejo pol¨ªtico de la coalici¨®n, integrado por representantes de los 14 partidos pol¨ªticos que constituyen la Uni¨®n Nacional Opositora.C¨¦sar contaba con el respaldo del que ser¨¢ hombre clave del pr¨®ximo Gobierno, Antonio Lacayo, al que le unen lazos familiares. El ex dirigente de la Contra no hab¨ªa conseguido desde su regreso, a mediados del a?o pasado, ganarse la confianza de los partidos tradicionales, pese a lo cual fue nombrado durante la campa?a electoral miembro del equipo de asesores de la candidata.

Tras el triunfo de la UNO, C¨¦sar dedic¨® sus esfuerzos a conseguir la presidencia de la Asamblea. No tuvo inconveniente en negociar privadamente el apoyo de los diputados sandinistas, quienes advirtieron que dar¨ªan sus votos al candidato de Chamorro.

Alfredo C¨¦sar hizo su campa?a interna sobre la idea de que ¨¦l era el ¨²nico que pod¨ªa conseguir el entendimiento con los sandinistas y, por tanto, la aprobaci¨®n en la Asamblea de leyes que exigen m¨¢s de la mitad m¨¢s uno de los votos. Su derrota en la votaci¨®n interna de la UNO revela el descontento del consejo pol¨ªtico, con lo que se conoce ya como el grupo tecn¨®crata de la presidencia. La victoria de Miriam Arg¨¹ello ha sido interpretada como un voto de castigo al propio Lacayo, a quien los sectores partidistas de la UNO reprochan haberlos mantenido al margen de las negociaciones de transici¨®n con los sandinistas.

Miriam Arg¨¹ello, l¨ªder del Partido Conservador, representa al grupo de dirigentes pol¨ªticos que siempre estuvo en la oposici¨®n al sandinismo desde el interior del pa¨ªs; en ese grupo no pueden ser incluidos ni Lacayo ni C¨¦sar. El enfrentamiento entre estos dos sectores, en el que hay que mencionar al vicepresidente electo, Virgilio Godoy, como integrante del primero, es una de las principales fuentes de conflicto del pr¨®ximo Gobierno.

Lacayo tiene que soportar adem¨¢s en estos momentos un enfrentamiento con la contra que resulta ins¨®lito por su radicalismo. Portavoces oficiales de la Resistencia Nicarag¨¹ense (RN) en Honduras pidieron el s¨¢bado la dimisi¨®n del yerno de Violeta Chamorro de todos sus cargos futuros. El problema fue m¨¢s prudentemente tratado por los representantes de la contra que permanecen en Managua desde la firma del acuerdo de alto el fuego, aunque estos tambi¨¦n se expresaron en t¨¦rminos muy duros contra el casi seguro ministro de la Presidencia.

"Es un racista que desprecia a los combatientes porque son humildes campesinos", coment¨® un alto funcionario de RN. Fuentes independientes coinciden en que Lacayo se form¨® una p¨¦sima opini¨®n de los dirigentes de la Contra durante las conversaciones de Managua, y afirman que a veces sus posiciones frente a la RN fueron m¨¢s intransigentes que las del ministro de Defensa, general Humberto Ortega.