Roa Bastos, un Cervantes amante de la libertad

JAVIER BARRIOEl rey Juan Carlos defini¨® al escritor paraguayo Augusto Roa Bastos como: "hombre de letras e ideas, de palabras y de conciencia. Un escritor que nunca ha deslindado su obra, destinada como arte a todos los hombres, de su condici¨®n de dem¨®crata y amante de la libertad destinado a su pueblo de Paraguay". La solemne ceremonia de entrega del Premio Cervantes 1989 comenz¨® ayer a las 12.15 en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares.

El Rey consider¨® que la obra de Roa Bastos, "no muy extensa, pero imprescindible, es capital para entender lo que Eduardo Galeano llam¨®, con bello y dram¨¢tico t¨ªtulo Las venas abiertas de Am¨¦rica Latina". "Y conviene recordar", a?adi¨® el Rey, "que Roa Bastos ha fraguado su literatura desde el exilio, un largo exilio de 40 a?os, y no hay que olvidar nunca esa situaci¨®n de tantos escritores hispanoamericanos que no han podido ni querido apartar de sus libros, por justicia, un principio moral al que han apostado sus vidas".El acto de entrega del Premio Cervantes dur¨® aproximadamente dos horas y media y pudieron observarse notables ausencias con respecto a a?os anteriores, como las de los escritores Camilo Jos¨¦ Cela y Rafael Alberti.

Tras las palabras del Rey al escritor y el discurso de Augusto Roa Bastos, que ¨¦l decidi¨® encabezar con el t¨ªtulo de Don Quijote en el Paraguay, tornaron la palabra el director general del Libro, Juan Manuel Velasco, y el ministro de Cultura, Jorge Sempr¨²n.El ministro de Cultura, Jorge Sempr¨²n, aludi¨® de forma somera a la retirada de su figura como jurado de las pr¨®ximas ediciones del Premio Cervantes para "evitar pol¨¦micas mediocres y subalternas".

Sempr¨²n encabez¨® su intervencl¨®n con palabras de Manuel Aza?a, pronunciadas en una conferencia en el Club Femenino en el mes de mayo de 1930: "As¨ª nosotros, posteridad de El Quijote, no somos acreedores del libro por haberlo puesto en el predicamento que lo tenemos. Antes le somos deudores de una parte de nuestra vida espiritual, somos criaturas cervantinas".

El recuerdo del presidente de la Segunda Rep¨²blica espa?ola, Manuel Aza?a, "no es algo inoportuno", a?adi¨® Sempr¨²n, "porque en oto?o de este a?o de 1990 se cumple el quincuag¨¦simo aniversario de su muerte en el exilio".Recuerdo a Aza?a

El ministro de Cultura defendi¨® El Quijote como "el libro m¨¢s localista del mundo y al mismo tiempo el m¨¢s universal", y alab¨® "la extraordinaria calidad de la obra que se prem a".

Jorge Semprun tambi¨¦n se mostr¨® orgulloso de que su ¨²ltima participaci¨®n en el jurado del premio haya coincidido con la concesi¨®n del premio Cervantes a un escritor "de la categor¨ªa espiritual y humana de Roa Bastos".