Cinco horas que cambiaron Madrid
La gesta que convirti¨® a la Villa en "muy heroica"
PEDRO MONTOLI? Madrid se gan¨® en las cinco horas de la ma?ana del lunes 2 de mayo de 1808 el t¨ªtulo real de "muy heroica". A lo largo de esas horas, los madrile?os lograron encender la mecha del levantamiento espa?ol contra las tropas francesas. Cuando acab¨® la jornada, un millar de personas, entre madrile?os y franceses, hab¨ªan muerto.
1 de mayo de 1808. En la villa, con una poblaci¨®n de 175.000 personas, se encuentran desde el 23 de marzo 10.000 soldados franceses, a los que hay que sumar otros 20.000 por los alrededores. Fernando VII, en el cual ha abdicado Carlos IV, se halla en Francia. La Junta Suprema de Gobierno mantiene unas dif¨ªciles relaciones con el mariscal franc¨¦s Joaqu¨ªn Murat, que pide la salida hacia Francia de la familia real, entre los que se encuentra el infante Francisco de Paula Antonio, hijo menor de Carlos IV.
Madrugada del 2 de mayo. La Junta Suprema se plantea la necesidad de armar al pueblo. Al final, y ante la diferencia num¨¦rica (en Madrid hay 4.000 soldados de las tropas reales y 4.500 de guarnici¨®n), decide no adoptar ninguna postura hostil. Se ordena que las tropas espa?olas queden acuarteladas al d¨ªa siguiente.
2 de mayo. 7.00. Dos carruajes salen de las Caballerizas y se dirigen al palacio Real.
8.30. Mar¨ªa Luisa, reina de Etruria, con sus hijos, parte en uno de los carruajes. El otro queda a la espera.
8.45. Comienza el levantamiento. Un maestro cerrajero, llamado Jos¨¦ Blas Molina, entra en palacio y da la voz de alarma sobre la marcha de la familia real. Cientos de personas empiezan a concentrarse en la plaza. Un gentilhombre avisa sobre la posible marcha del hijo de Carlos IV. Un grupo logra llegar hasta las habitaciones del infante, el cual acepta salir al balc¨®n a saludar.
9.00. Murat, que ocupa la Casa de los Ministerios, en la calle de Bail¨¦n, env¨ªa a uno de sus edecanes a ver lo que ocurre. La muchedumbre ha cortado los tirantes del carruaje. El edec¨¢n es recibido con insultos, por lo que una veintena de soldados franceses desenvainan sus sables, aunque no llegan a utilizarlos. Murat es informado de la situaci¨®n, mientras corren rumores sobre la muerte de un soldado franc¨¦s.
9.15. Los granaderos de la Guardia lmperial, con dos piezas de artiller¨ªa, realizan una descarga de fusiler¨ªa y otra de metralla sobre los casi 2.000 concentrados frente a palacio. La sorpresa da paso ala ira. Mientras se ayuda a. los heridos, comienzan los enfrentamientos.
9.30. Un grupo de madrile?os se re¨²ne ante el palacio de Montele¨®n, convertido en 1807 en parque de Artiller¨ªa. Llega al Parque el capit¨¢n Luis Daoiz.
10.00. Se lucha en Bail¨¦n, Mayor, Sol y Santo Domingo. Las tropas francesas se apresuran a salir de sus cuarteles. Los madrile?os comienzan a concentrarse en la Puerta del Sol, objetivo tambi¨¦n de las tropas francesas.
10.15. El capit¨¢n Pedro Velarde consigue convencer a Esteban Gir¨¢ldez, coronel del cuartel de Voluntarios de la calle de San Bernardo, para que autorice la salida de una compa?¨ªa con la excusa de proteger Montele¨®n. Uno de los; oficiales de la compa?¨ªa es el teniente Jacinto Ruiz.
10.30. Los franceses pretenden apoderarse del eje Alcal¨¢-Mayor para dividir en dos la ciudad. A su paso, tirotean balcones, entran en varias casas y matan a sus ocupantes. Velarde convence a Daoiz para que subleve el Parque y entregue armas a los vecinos. Los combates callejeros se han generalizado.
10.40. Las tropas francesas, entre ellas la Guard¨ªa Polaca y el escuadr¨®n de mamelucos, llegan a So"[. La plaza se convierte en un campo de batalla.
11.30. Los 60 militares y 150 civiles que ocupan Montele¨®n logran resistir durante una hora los ataques franceses.
12.00. Terminan los combates en Sol. La plaza queda cubierta de cad¨¢veres.
12.30. Unos 2.000 hombres participan en el ataque final al Parque. Los franceses logran hacerse con el control de la puerta.
13.00. El capit¨¢n Rafael Goicoechea, como oficial de mayor graduaci¨®n, rinde Montele¨®n.
13.45. La sublevaci¨®n popular ha sido dominada.
Un millar de muertos
P. M. La primera relaci¨®n de fallecidos el 2 de mayo, realizada por orden del Consejo de Castilla, dio como resultado 119 personas muertas, 52 heridas y 17 extraviadas. Sin embargo, la relaci¨®n se qued¨® corta, pues muchas familias ocultaron a sus muertos para evitar la represi¨®n de los franceses. Los mismos alcaldes dieron informaciones imprecisas sobre las causas de las muertes.
En 1908, con motivo del centenario, Juan P¨¦rez de Guzm¨¢n recibi¨® el encargo de estudiar esta jornada hist¨®rica. Consultados los archivos parroquiales, libros de entrada de hospitales y archivos generales, P¨¦rez de Guzm¨¢n lleg¨® a. la conclusi¨®n de que el n¨²mero de fallecidos ascend¨ªa a 409, y 611 de heridos, a 171. Entre los muertos hab¨ªa 60 mujeres y 13 ni?os.
Al n¨²mero de desaparecidos espa?oles hay que a?adir el de, los franceses, nunca facilitado y dif¨ªcil de estimar, pues los cuerpos de los soldados se llevaron a los acuartelamientos. El total, por tanto, se debi¨® acercar al millar, aunque s¨®lo haya quedado en el recuerdo el nombre de algunos, como Daoiz, Velarde, Ruiz (que muri¨® a causa de las heridas recibidas en los primeros meses de 1809), Clara del Rey o Manuela Malasa?a.
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