Una obra de ficci¨®n sobre el car¨¢cter contradictorio de John Huston
Cazador blanco, coraz¨®n negro procede de una novela de Peter Viertel, veterano guionista de Hollywood, marido de la actriz Deborah Kerr, ciudadano de Marbella y autor en 1951 del gui¨®n de La reina de Africa. Hace unos 20 a?os, Viertel -con ayuda de sus colegas James Bridges y Burt Kennedy- convirti¨® su novela en otro gui¨®n que reconstruye los tumultuosos proleg¨®menos del rodaje de aquel filme. El gui¨®n deambul¨® por varias oficinas de producci¨®n, hasta que -lo mismo que ocurri¨® con Bird- cay¨® en manos de Clint Eastwood, que vio en ¨¦l la ocasi¨®n de dar vida, poco despu¨¦s de su muerte, al obsesivo, contradictorio y arrollador John Huston, director de La reina de ?frica.
El resultado es una pel¨ªcula muy inteligente, dif¨ªcil de catalogar, por no decir incatalogable, en la que amargura, dolor y humor se funden sin ning¨²n esfuerzo en el peculiar estilo negro de Clint Eastwood, un estilo cuyos continuos contrastes entre las suavidad y la violencia le hacen muy propicio para representar las conductas obsesivas y hacer veros¨ªmil el amor por el exceso y la tendencia a la autodestrucci¨®n que carateriz¨® a la contradictoria y fascinante pensonalidad de John Huston.Una sola frase de la pel¨ªcula resume al personaje. Dice Huston: "?Sabes por qu¨¦ vuelvo a trabajar con Landers? Porque no debo hacerlo". Sin embargo, no es Cazador blanco, coraz¨®n negro cine sobre cine. Ni siquiera es cine sobre un cineasta, sino sobre lo que aquel cineasta no ten¨ªa de tal: su af¨¢n desmedido y un poco infantil por vivir, su negativa a sustituir la vida por la representaci¨®n filmada de la vida. Dice a su guionista en otra ocasi¨®n el personaje John Huston, al que Clint Eastwood reencarna con mucha iron¨ªa y m¨¢s amistad: "Dios cre¨® al. hombre para matarlo".
Cerca de ?frica
Y aqu¨ª, en Cannes, no muy lejos de Africa, a?ade por su cuenta Clint Eastwood: "A John Huston le dijeron cuando ten¨ªa 19 a?os que iba a durar poco. Sali¨® del hospital y decidi¨® aprovechar lo poco que le quedaba de vida y vivirla en el l¨ªmite, en el filo de una muerte por la que se sent¨ªa al mismo tiempo aterrado y atraido. De ah¨ª proviene tal vez su pasi¨®n por el riesgo. Pero Huston era de esos que nacen de pie, la vida se le alarg¨® y los pocos a?os que le concedieron cuando ten¨ªa 19 se convirtieron en 80. Me gusta de ¨¦l su elogio de la sencillez y de la simplicidad, que en general comparto. Pero lo cierto es que ¨¦l era un tipo bastante complicado, y esto tambi¨¦n me gusta Sin darse cuenta, Eastwood no s¨®lo ha definido a su personaje sino a su pel¨ªcula: un filme lineal que oculta un subsuelo rugoso e incluso bastante intrincado.Dice Huston en el filme: "La ¨²nica manera de escribir una buena pel¨ªcula es olvidarse de que alguien va a ir a verla alguna vez". Algo as¨ª lleva dentro Cazador blanco, coraz¨®n negro, que en este sentido es una pel¨ªcula hustoniana hasta la m¨¦dula. Parece escrita y dirigida para nadie como forma de ser para todos. Decepcionar¨¢ a quien busque en ella algo, incluso un pasaje cre¨ªble de la biograf¨ªa de Huston. No lo hay. Es pura ficci¨®n sobre el enigma de un personaje ver¨ªdico un hombre harto -tal vez con la ¨²nica excepci¨®n de Los muertos, donde Huston film¨® s¨®lo para s¨ª mismo- de hacer espect¨¢culos para dar vida a los dem¨¢s, cuando lo ¨²nico que le importaba era vivir.
"John Huston en 1951 -en el filme Viertel le hace llamarse John Wilson- deseaba obsesivamente matar un gran elefante macho. Le tra¨ªa sin cuidado rodar o no rodar La reina de ?frica. Soy testigo de que lo intent¨®, pero no mat¨® al elefante". Tal vez por eso aquella pel¨ªcula le sali¨® tan bien, tan espont¨¢nea y en¨¦rgica. Era un filme sobre el esfuerzo contado por un hombre muy cansado. Cazador blanco, coraz¨®n negro es una bella historia sobre el cansancio de este hombre.
Babelia
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