138 heridos, 79 de ellos polic¨ªas, en el 'd¨ªa m¨¢s negro del f¨²tbol yugoslavo'
Un total de 60 heridos, entre ellos 24 polic¨ªas; el estadio de f¨²tbol de Maksmir, en Zagreb, completamente arruinado -s¨®lo en las gradas del fondo sur, 3.000 de los 5.000 asientos fueron arrancados-, 17 tranv¨ªas da?ados, cristales rotos en los veh¨ªculos de los bomberos, coches destruidos, escaparates despedazados, anuncios publicitarios quemados... es el resultado provisional del d¨ªa m¨¢s negro del f¨²tbol yugoslavo, el pasado domingo, con motivo de los enfrentamientos entre los seguidores del Dinamo de Zagreb y los del Estrella Roja de Belgrado con ocasi¨®n del partido de ambos equipos.
El partido entre los dos mejores equipos yugoslavos, el Dinamo de Zagreb y el Estrella Roja de Belgrado, fue suspendido el pasado domingo antes de comenzar debido al "vandalismo y salvajismo". Los hinchas de los dos conjuntos, gritando los esl¨®ganes nacionalistas -croatas y serbios, respectivamente-, desataron una verdadera batalla campal que comenz¨® en el campo y termin¨® en las calles.La Prensa yugoslava compara lo ocurrido en Zagreb con la tragedia de Heysel, en Bruselas, con motivo de la final de la Copa de Europa de 1985 entre el Liverpool, ingl¨¦s, y el Juventus de Tur¨ªn, italiano -39 muertos-, seg¨²n sus propias visiones nacionalistas: los croatas culpan a los hinchas serbios del Estrella Roja; los serbios, a los "malos muchachos azules" del Dinamo. Todos coinciden, sin embargo, en que no hubo el suficiente despliegue policial en el estadio y en que la polic¨ªa reaccion¨® demasiado tarde para impedir la batalla.
M¨¢s de 1.000 seguidores del Estrella Roja llegaron a Zagreb en un tren y comenzaron a destruir los carteles con la foto de Franjo Tucijarna, el l¨ªder nacionalista croata que recientemente gan¨® las elecciones, y rompieron en el camino unos cuantos cristales en las zonas residenciales.
Una vez en Maksmir, los j¨®venes seguidores de Belgrado comenzaron a arrancar los carteles publicitarios. La polic¨ªa no intervino. Desafiados por sus rivales, los "malos muchachos azules", gritando "Franjo, Franjo" y ya preparados para el enfrentamiento, comenzaron a tirar piedras e irrumpir en el terreno para dirigirse hacia sus enemigos.
La polic¨ªa intervino, pero ya era tarde. La batalla se desarroll¨® en varios frentes: entre los hinchas que tiraban asientos y piedras; entre los seguidores del Dinamo y los polic¨ªas, tumulto en el que los golpes se daban incluso contra las personas tiradas en el suelo. Los jugadores del Estrella Roja se retiraron inmediatamente a los vestuarios, mientras los del Dinamo se quedaron en el terreno de juego. El capit¨¢n del Dinamo yjugador de la selecci¨®n yugoslava, Zvonimir Boban, decidi¨® actuar y dio unas cuantas patadas en el est¨®mago de uno de los polic¨ªas dej¨¢ndolo tirado en el suelo. Mientras tanto, los del Estrella Roja fueron evacuados en un helic¨®ptero militar.
Pasiones nacionalistas
En medio del caos, la polic¨ªa comenz¨® a lanzar botes de humo y utiliz¨® las mangueras de agua. Los gamberros se retiraron del estadio para continuar la destrucci¨®n en los alrededores. Los hinchas del Estrella Roja, temerosos de salir de ¨¦l, quemaban todo lo quemable.Es una cat¨¢strofe", declar¨® el capit¨¢n del Estrella Roja, Dragari Stojkovic. "GQu¨¦ habr¨ªa pasacio si este encuentro hubiese sido decisivo para el campeonato` Entonces habr¨ªa habido muertos". El encuentro del domingo no era determinante, ya que el Estrella Roja se hab¨ªa asegurario con anterioridad el primer lugar en la Liga.
"Era la culminaci¨®n del terror", manifest¨® Miljan Miljanic, ex entrenador del Real Madrid y el Valencia y, en la actualidad, director t¨¦cnico de la selecci¨®n yuizoslava. "Los j¨®venes han sido adoctrinados con ideas ajenas al f¨²tbol", agreg¨®. Efectivamente, el salvajismo que se vio en Zagreb no es algo ajeno al mundo futbol¨ªstico, pero en Yugoslavia, donde las pasiones nacionalistas se han encendido y est¨¢n a punto de estallar, este incidente traspasa lo deportivo para adquirir connotaciones pol¨ªticas.
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