El marco unir¨¢ a Ias dos Alemanias el 1 de julio
El pr¨®ximo d¨ªa 1 de julio, domingo, la uni¨®n entre las dos Alemanias ser¨¢ un hecho, al margen de los problemas pol¨ªtico-militares que impiden todav¨ªa la recuperaci¨®n total de la soberan¨ªa. El texto del tratado para la uni¨®n monetaria, econ¨®mica y social, dado a conocer ayer en Bonn, no deja lugar a dudas de que, en esta fecha, la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana dejar¨¢ de existir como Estado soberano.
El borrador final del llamado Tratado sobre la creaci¨®n de una uni¨®n de la moneda, econ¨®mica y social entre la Rep¨²blica Federal de Alemania y la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, que consta de 115 p¨¢ginas, fue dado a conocer ayer en Bonn al tiempo que lo aprobaban los partidos de la coalici¨®n gobernante y Berl¨ªn Orienta? manten¨ªa un silencio aprobatorio.La visita del canciller Helmut Kohl a la vieja capital del Reich el lunes para entrevistarse con el ministro presidente de la RDA, Lothar de Maiziere, parece haber servido para ajustar los ¨²ltimos detalles.
El texto del tratado es categ¨®rico en el sentido de que da la raz¨®n a quienes aseguran que no se trata de una unificaci¨®n de dos Estados soberanos sino de una absorci¨®n de los cinco l?nder y de la vieja capital alemana que quedaron bajo administraci¨®n sovi¨¦tica al finalizar la II Guerra Mundial. El tratado indica que la uni¨®n se realizar¨¢ aplicando el art¨ªculo 23 de la ley fundamental de la RFA -la llamada v¨ªa r¨¢pida- por el que pueden pedir su integraci¨®n en la Rep¨²blica Federal "aquellas partes de Alemania que as¨ª lo deseen".
Estructura federal
Para ello, el actual Parlamento de Alemania Oriental (la Volkskamer) debe apresurarse a rescatar las estructuras federales perdidas durante los a?os de r¨¦gimen comunista, "crear el marco para una econom¨ªa de mercado y adaptar su pol¨ªtica econ¨®mica a las leyes y objetivos de la Comunidad Europea", as¨ª como reestructurar el comercio, la industria, la agricultura y la protecci¨®n del medio ambiente.
El tratado especifica que la unidad de la moneda se producir¨¢ el 1 de julio de 1990, "ambos Estados tendr¨¢n una econom¨ªa social de mercado, caracterizada por el respeto a la propiedad privada, la libre competencia y la libertad general de movimiento de trabajadores, capital, bienes y servicios ( ... ), las leyes de la RDA que entren en conflicto con el presente tratado ya no ser¨¢n aplicables". Adem¨¢s de imponer su propio sistema legal, Bonn se apropia de la soberan¨ªa de la RDA al indicar que el Bundesbak -el banco central de la RFA- "tendr¨¢ el poder de decidir la pol¨ªtica monetaria de Alemania Oriental".
Las ¨²ltimas compensaciones pedidas por Berl¨ªn Oriental a favor de los menos favorecidos econ¨®micamente se limitan a un suplemento de 30 marcos para aquellas personas con salarios inferiores a los 600. El tratado incluye el compromiso de Bonn de proporcionar la base para la creaci¨®n de un seguro de desempleo y pensiones.
Ninguna novedad en cuanto al tema del cambio de la moneda; a la par para los salarios, pensiones y para una determinada cantidad de los ahorros, que var¨ªa entre los 2.000 marcos para los menores de 18 a?os y 6.000 para los mayores de 60. El resto se cambiar¨¢ en la proporci¨®n de dos marcos orientales por uno occidental.
El tratado aborda el complicado tema de la soberan¨ªa y la cuesti¨®n pol¨ªtico-militar por el sistema de referirse a la conferencia cuatro m¨¢s dos, en la que las cuatro potencias vencedoras en la II Guerra Mundial y las dos Alemanias est¨¢n discutiendo los detalles de ¨¢mbito internacional y, especialmente, la pertenencia a una de las dos alianzas militares o a ninguna de la futura Alemania.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.