La voz de siempre

Gracias a la voz de Joan B¨¢ez, muchos pudieron conocer en los a?os sesenta las canciones de un cantante fundamental en la historia de la m¨²sica popular: Bob Dylan. Desde entonces, la carrera de Joan Baez ha estado m¨¢s niarcada por la ambig¨¹edad coni testataria de sus ideas pol¨ªticas que por la m¨²sica. Es el riesgo del artista que plantea sus recitales en composiciones ajenas.En Niadrid, Joan Baez prest¨® su voz, a Bob Dylan (Forever young, A hard rain's a gonna fall) los Beatles (Blackbird). Peter Gabriel (Biko), Violeta Parra (Gracias a la vida), Bob Marley (No woman, no cry, ), Robbie Robertson 'The night thy drove old dixie down) y Paul Simon (The boxer). Tambi¨¦n cant¨® cl¨¢sicos de la m¨²sica negra (The house of the rising sun: SIveet lord, siveel chariot Oh freedonn), de latinoamerica (El preso n¨²mero 9) y de Irlanda a trav¨¦s de la inspiraci¨®n de Van Morrison. Tampoco falt¨® un recuerdo a los Gipsy Kings, a trav¨¦s de una bochornosa versi¨®n de la canci¨®n My way.

Joan B¨¢ez mantiene esa voz de timbre cristalino que la convirti¨® en la reina de toda una generaci¨®n de cantantes protesta. Pero nunca tuvo a su iado a Joshua Ritkin para arreglar las canciones que dieron calidez a Judy Clollins. Ni lal personallidad musical de Joni Mitchell. Ni el carisma como compositora de Carole King. Solaniente una voz. Perfecta, pero carente de emoci¨®n. Y su rec¨ªtal en Madrid se desarroll¨® sin sorpresas, como en una familia que corea las canciones de siempre. Acompa?ada por un grupo tan profesional como vulgar, Joan B¨¢ez demostr¨® que hoy vale lo que valen las composiciones de otros cuando las interpreta con su voz de siempre.