Los revendedores de Rumania.
"Los norteamericanos y los brit¨¢nicos nos han vendido por segunda vez". Con esta frase reaccionaban ayer estudiantes concentrados en el centro de Bucarest ante la positiva valoraci¨®n que las delegaciones de Washington y Londres han hecho de unas elecciones plagadas de irregularidades. "Primero nos venden a Stalin en Yalta y ahora aplauden aqu¨ª unas elecciones que calificar¨ªan de farsa en casa". El c¨¦lebre papel de Churchill otorgando Rumania a la zona de influencia sovietica estaba ayer presente en las mentes de los manifestantes contra el Frente de Salvaci¨®n Nacional (FSN). "Ciudadanos, las elecciones han sido un fraude", reza el t¨ªtulo de un panfleto que ayer circulaba por la ciudad convocando para el jueves una manifestaci¨®n de la oposici¨®n al FSN.Los estudiantes y miembros de la oposici¨®n llevan tres semanas en la plaza de la Universidad para exigir la destituci¨®n de los dirigentes ex comunistas que siguen ocupando puestos de responsabilidad. Piden tambi¨¦n la aceptaci¨®n de toda la Proclamaci¨®n de Timisoara, un llamamiento a la liquidaci¨®n de las estructuras y h¨¢bitos del r¨¦gimen comunista que a¨²n prevalecen.
Pasadas las elecciones y con gran parte de los equipos occidentales de televisi¨®n ya fuera del pa¨ªs, son muchos los opositores que esperan una acci¨®n inminente de desalojo de los centenares de golani (vagabundos o vagos), como los llam¨® lliescu. A las seis de la tarde de ayer el ministro de Justicia del Gobierno de Petre Roman acudi¨® a hablar con los concentrados.
A primera horas de la noche de ayer no hab¨ªa trascendido si el ministro hab¨ªa acudido a la plaza de la Universidad con un nuevo ultim¨¢tum para el desalojo. El primero que puso Iliescu venci¨® sin consecuencias el viernes antes de los comicios. Los manifestantes protestan contra lo que califican de "traici¨®n a la revoluci¨®n", pero est¨¢n aislados.
Tanto la mayor¨ªa de la poblaci¨®n,que vot¨® y hubiera votado al FSN tambi¨¦n sin fraude como las delegaciones extranjeras que han partido de Rumania sin asistir al largo recuento de votos dan el proceso electoral por zanjado. La manifestaci¨®n del jueves podr¨ªa ser un indicio de hasta qu¨¦ punto los ciudadanos de Bucarest consideran que las irregularidades desvirt¨²an las elecciones.
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