H¨¦roes
Una de las grandes ventajas de nuestra ¨¦poca es la rapidez con que se fabrican los h¨¦roes y la insospechada cantera de la que a menudo proceden, as¨ª como el hecho de que siempre surgen hero¨ªnas para darles la r¨¦plica. En este momento, y aunque nadie lo sospeche, estamos viviendo una historia ejemplar. En plena era de los deportistas evang¨¦licos, los modistos macrobi¨®ticos y las tertulias en directo, vuelven las gestas rom¨¢nticas y los paladines de caballer¨ªa.Cuando Balduino se neg¨® a firmar la aprobaci¨®n del aborto en su pa¨ªs -no as¨ª la n¨®mina a fin de mes por su empleo como rey de todos los belgas-, no pod¨ªa imaginar el hombre la repercusi¨®n que en un remoto rinc¨®n de otro reino, el de Espa?a, concretamente en Madrid, iba a tener su noble decisi¨®n. No pod¨ªa suponer el soberano que, al otro lado de los Pirineos, muy cerca del Manzanares, una dama de rubia melena llamada Carmen Alvear suspirar¨ªa con devoci¨®n por ¨¦l, ni que sus huestes iban a coronarle como adalid indiscutible e indiscutido de la Cruzada por la Vida m¨¢s arriesgada y valiente de todos los tiempos. Como un nuevo Ricardo Coraz¨®n de Le¨®n. Pero as¨ª es la vida. Uno se limita a hacer aquello que su conciencia le dicta, como por ejemplo colocar los propios principios por delante de los principios de todos los dem¨¢s, encima cobrando del erario p¨²blico y eso desencadena lo que los te¨®logos modernos llaman el efecto d¨®minus vobiscum, que es la ¨²ltima virguer¨ªa de la t¨¦cnica al servicio de la lucha por la vida sin pasar por la silla el¨¦ctrica. Balduino no puede evitar ser un h¨¦roe, como no puede impedir no ser mas que un rey, esta envejeciendo en v¨ªsperas del siglo XXI y seguir casado con Fabiola, que desde luego no est¨¢ mal y le merece, pero vayan a saber ad¨®nde habr¨ªa llegado el monarca de haberse casado con Carmen Alvear, la de las rubias guedejas.
Toma romance medieval.
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