El Ni?o de Bel¨¦n
(Apunte de una comedia b¨¢rbara)
La noticia salt¨® en el diario hablado de las nueve de la noche: en la Monumental de Madrid se hab¨ªan lidiado toros de la ganader¨ªa portuguesa de Palba. En el ¨²ltimo de la tarde, que correspond¨ªa al torero sorpresa de la temporada, Ni?o de Bel¨¦n, el recipiendario que confirinaba la alternativa, hab¨ªa instrumentado una faena extraordinaria entre el delirio del p¨²blico. A la hora de matar, pidi¨® el acero entre el asombro del p¨²blico y, cuando citaba a recibir, un tiro por la espalda le atravesaba la vena aorta seg¨¢ndole la vida. La polic¨ªa, horas despu¨¦s, encontraba en una andanada un rifle de mira telesc¨®pica e infrarrojos sofisticad¨ªsimo... Nadie, hasta el momento, hab¨ªa reivindicado la muerte del Ni?o de Bel¨¦n.A varios cientos de kil¨®metros de la Monumental, las monjitas de Rocamador recib¨ªan la noticia sin mover un solo m¨²sculo de la cara. Jes¨²s yacente estaba en la urna en traje de luces (el mismo que regal¨® al convento do?a Angustias, la madre de Manolete) y do?a Ramonina, la camarera mayor, se dispon¨ªa a limpiarle el polvo de la frente como todas las tardes.
El domingo de Resurrecci¨®n fue muy movido, en el convento de Rocamador. La madre Ana le hab¨ªa escrito a Alfonso Guerra, a pesar de su supuesta bigamia, y Alfonso, sol¨ªcito como un padre, le contestaba a vuelta de correo envi¨¢ndole un tocadiscos y la Segunda sinfon¨ªa de Mahler, Auferstehungs-Symphonie, Resurrection. En el movimiento 12 estaban cuando Jes¨²s resucitaba de nuevo y ped¨ªa que le llevaran un traje de luces. Volv¨ªa para ser torero. La Redenci¨®n era un fracaso tan palpable que hab¨ªa vuelto para ser torero en Espa?a, que era el pa¨ªs que m¨¢s llamaba la atenci¨®n en el cielo con diferencia. Santa Blandina fue la que le entr¨® el gusanillo, y eso que hab¨ªa muerto durante las catacumbas comeada por un toro de la B¨¦t¨ªca... Pero Jes¨²s estaba dispuesto a todo. Nada ni nadie cambiar¨¢ m¨ª destino, gritaba a un convento enmudecido... ?Y qu¨¦ le decimos a do?a Ramonina?, os¨® decir sor Ang¨¦lica, que era la encargada del torno... ?Y qui¨¦n es esa do?a Ramonina?, pregunt¨® Jes¨²s, con muy malos modos... La camarera mayor... Bueno, pues se le dice que estoy de reparaci¨®n... Yo ahora lo que necesito es un traje de luces, solicit¨® Jes¨²s, a ser posible grana y oro, pues voy a ser tr¨ªanero... Menos mal que sor Ana ten¨ªa en el guardarropa el traje de luces que do?a Angustias le regal¨® al convento a la muerte de Manolo. La que no entendi¨® nada fue do?a Ramorimia, que perdi¨® a resultas de esta nueva resurrecci¨®n la chaveta. Ni ella, ni el Padre Eterno, ni Mar¨ªa. Su madre se las tuvo muy tiesas... ?A qu¨¦ Virgen le vas a rezar ahora, botarate ... ? ?Y c¨®mo te vas a llamar? El Ni?o de Triana, le contestaba Jes¨²s. ?El Ni?o de Triana habiendo nacido en Bel¨¦n ... ? Eso ser¨ªa el colmo... Te cargas a tu padre... A partir de ahora te llamar¨¢s el Ni?o de Bel¨¦n, te guste o no... Jes¨²s trataba de calmar a su madre. Estate tranquila, mam¨¢, que no pasar¨¢ nada. Adem¨¢s, no matar¨¦ ning¨²n toro. S¨®lo har¨¦ faenas memorables... ?Y t¨² crees que la UGT del toro y el sindicato de criadores lo van a tolerar ... ? Habla con Victorino antes, hijo m¨ªo ... Lo m¨ªo ser¨¢ una sorpresa, mam¨¢ ... Lo primero es hacer una huelga de hambre en la Maestranza... Pero los servicios secretos de Lucifer funcionaban a la perfecci¨®n... Jes¨²s est¨¢ en la puerta de la Maestranza pidiendo una oportunidad. Y Lucifer, disfrazado de Serranito, un apoderado que escupe por el colm¨ªllo... Maeztro, a loz toro hay que matazlo... ?De qu¨¦ zirve una faena memorable zi er toro ze lleva ¨ª laz orejaz al dezolladero ... ? No me tientes, Serranito...
Encuentro en alta mar
As¨ª iba la historia y se meti¨® el Quinto Centenario del Descubr¨ªmiento de Am¨¦rica por los medios. Quince millones al convento si favorec¨ªa un encuentro en alta mar entre Jes¨²s yacente de Rocamador y el Cristo de Pichincha, siendo ¨¦ste una copia del primero. La madre Ana tom¨® buena nota. El deb¨² de Jes¨²s en la Maestranza fue un esc¨¢ndalo. Y la hora de matar, el delirio. Jes¨²s oscurec¨ªa las culonas trapacer¨ªas del mism¨ªsimo Curro Romero. El toro, las dos rodillas en tierra, besaba la diestra de Jes¨²s y se echaba a sus pies mes¨¢ndose una pantorrilla. Al d¨ªa siguiente Madrid quedaba clausurado con un gran atasco. Los del tendido del siete, la UGT del toro, los criadores de ganado bravo y Comisiones Obreras del toreo. En Madrid no se pod¨ªa dar un paso. Un torero de C¨®rdoba hab¨ªa recibido una cornada en ?cija por imitar al Ni?o de Bel¨¦n. Serranito estaba en un flo espiritual tremendo. Y Dios Padre hecho un basifisco. Las puertas de Madrid se abr¨ªan de par en par al Ni?o...
El disparo, seg¨²n la polic¨ªa, fue a las nueve en punto de la tarde. A esa hora ya estaba Jes¨²s de grana y oro en su camar¨ªn. A esa misma hora se lo dec¨ªa el Padre Eterno a Mar¨ªa:
El Padre: Si volviera a crear al hombre, suprimir¨ªa la Redenci¨®n.
Mar¨ªa: Rectificar siempre fue de sabios, Manolo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.