Escaladores contra buitres
Las acampadas amenazan el parque del Durat¨®n
La masiva afluencia de escaladores, atra¨ªdos por la instalaci¨®n incontrolada de m¨¢s de 100 v¨ªas de ascensi¨®n en los ca?ones del r¨ªo Durat¨®n, en las proximidades de Sep¨²lveda (Segovia), declarado parque natural por las autoridades de Castilla y Le¨®n, ha supuesto un grave deterioro para la principal colonia de buitres leonados de la regi¨®n, en la ¨²ltima temporada de cr¨ªa. En la zona afectada un 15% de las nidadas se ha perdido, seg¨²n datos de los ornit¨®logos.
Las denuncias de asociaciones conservacionistas, en colaboraci¨®n con la Federaci¨®n Espa?ola de Monta?ismo, han empujado a los responsables del parque a controlar la situaci¨®n, aunque el problema no podr¨¢ considerarse zanjado hasta el desmantelamiento de las v¨ªas (clavos, sujecciones, se?ales).Para informarse de la ubicaci¨®n, planos y caracter¨ªsticas de las rutas de ascensi¨®n basta con acercarse al bar La Tenada, en Villar de Sobrepe?a (Segovia), y consultar el libro de v¨ªas existente en este establecimiento, punto de encuentro de los llamados locos de la escalada. La mayor parte del centenar de v¨ªas fue instalada por miembros de la Escuela Segoviana de Escalada, y reciben denominaciones tan poco convencionales como El reto de Anacleto, No me estorba mi talento, V¨ªctor de la Selva, Le mat¨® con una moto, No me la retuerzas o El malvado Fendetesta. El problema planteado por las nuevas modas de escalada no es exclusivo de este parque, ya que todas las zonas con paredes rocosas y extraplomos, abismos y cortados, ca?ones y cantiles, se est¨¢n viendo invadidas an¨¢rquicamente por un tipo de deporte que viene a ocupar, de modo incompatible, el mismo h¨¢bitat o nicho ecol¨®gico que las colonias de rapaces.
La nuevas t¨¦cnicas de este deporte se basan en la utilizaci¨®n de m¨¦todos que poco o nada tienen que ver con las f¨®rmulas de la escalada tradicional: taladradores el¨¦ctricos, clavos de penetraci¨®n imposible, zapatillas pies de gato, o se untan las manos con sal de magnesio para facilitar la adherencia, lo que acarrea el te?ido del color natural de la roca.
Los practicantes de la nueva escalada suelen llegar en coche hasta el pie mismo de pared, formar nutridos grupos de amigos. "La incompatibilidad entre la conservaci¨®n de los valores faun¨ªsticos de un paraje y estas nuevas pr¨¢cticas de escalada resulta manifiesta", aseguran Jos¨¦ Carlos Oliveros y ?ngel Briones, de la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO), opini¨®n que comparten otros cient¨ªficos.
Las primeras v¨ªas de escalada fueron instaladas en el Durat¨®n en 1987. En verano de 1989, reci¨¦n declarado el parque natural por las autoridades castellanoleonesas, ya se celebraron all¨ª los campeonatos oficiales de escalada deportiva de Castilla y Le¨®n. La afluencia de escaladores no deja de aumentar desde entonces, pero se dispara espectacularmente a partir de la publicaci¨®n, en marzo ¨²ltimo, de un extenso art¨ªculo sobre la zona en una revista deportiva especializada, Desnivel. Algunos fines de semana se llegaron a contabilizar m¨¢s de 30 autom¨®viles bajo las buitreras. En mayo de 1989, la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO) lanz¨® la voz de alarma, y en verano del mismo a?o la actividad escaladora pasa a ser prohibida. Pero estas escaladas contin¨²an hasta despu¨¦s de Semana Santa de 1990, afectando de pleno a la reproducci¨®n de los buitres leonados, con p¨¦rdidas en sus nidadas de hasta el 44,4%.
Seg¨²n Elena Hern¨¢ndez, directora conservadora del parque natural, la correcta preservaci¨®n de los valores de la zona est¨¢ asegurada", y "se acometer¨¢ en breve la restauraci¨®n de la iglesia rom¨¢nica de Santiago de Sep¨²lveda para instalar en ella el centro de interpretaci¨®n e informaci¨®n para los visitantes al parque". "Adem¨¢s", a?ade, "restringiremos el acceso de veh¨ªculos a no menos de un kil¨®metro de la mayor parte del ca?¨®n y se adecuar¨¢ una ¨²nica zona de acampada junto a Sep¨²lveda".
La pr¨¢ctica de las acampadas salvajes ha constituido una de las lacras tradicionales en la zona. Verdaderos n¨²cleos de viviendas improvisadas, principalmente en torno al puente de Villaseca, se instalan en anarqu¨ªa cada temporada de verano.
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