El PSOE revalida su mayor¨ªa absoluta

En un clima generalizado de optimismo y a 20 d¨ªas de la celebraci¨®n de las elecciones auton¨®micas el PSOE conseguir¨ªa la mayor¨ªa absoluta en el Parlamento andaluz. Seg¨²n la encuesta de Demoscopia, el PSOE dispondr¨ªa de 58 a 60 esca?os cuan do 55 es la cifra que marca la mitad de la C¨¢mara. Asimismo, el Partido Andalucista experimenta un considerable avance al pasar de 2 a 9-11 esca?os.Uno de cada tres andaluces (el 3 1 %) califica de buena o muy buena la situaci¨®n actual de Andaluc¨ªa, respuesta que s¨®lo daban el 13% en 1986; s¨®lo el 19% la califica, en cambio, de mala o muy mala. Al mismo tiempo, el 57% considera que en relaci¨®n con hace cuatro a?os, Andaluc¨ªa est¨¢ ahora mejor: en 1986 s¨®lo opinaba as¨ª -en comparaci¨®n con 1982- el 31%.

El 48% de los ciudadanos (porcentaje que supera amplia mente al voto sobre censo obtenido por el PSOE, tanto en las ¨²ltimas elecciones legislativas de 1989 como en las elecciones auton¨®micas de 1986) aprueba adem¨¢s, la labor realizada por el PSOE en Andaluc¨ªa en estos a?os, al tiempo que s¨®lo un 15% de los andaluces cree que lo har¨ªa mejor un Gobierno del PP; un 21 % cree que lo har¨ªa mejor un Gobierno del PA, y un 10%, que lo har¨ªa mejor un Gobierno comunista. Por ¨²ltimo, dos de cada tres consultados creen que el PSOE ser¨¢ vencedor en las elecciones auton¨®micas del pr¨®ximo d¨ªa 23. Estos datos componen un cuadro de euforia econ¨®mica por un lado, y b¨¢sica satisfacci¨®n pol¨ªtica por otro, que, sin duda, ayudan a entender las estimaciones de voto que cabe extraer del sondeo.

A poco menos de un mes de la celebraci¨®n de las elecciones, se perfila una mayor¨ªa absoluta del partido que desde 1982 viene gobernando en aquella comunidad: el 46,8% de los andaluces que probablemente acudir¨¢n a las urnas (seg¨²n nuestra estimaci¨®n, en torno a un 69% del censo) votar¨ªan por el PSOE, propiciando as¨ª el acceso de Manuel Chaves a la presidencia de la Junta.

Este porcentaje viene a representar una proporci¨®n de voto sustancialmente id¨¦ntica a la obtenida por los socialistas en 1986, aunque claramente inferior (en cerca de seis puntos) a la que consigui¨® el PSOE en las elecciones legislativas del a?o pasado.

Por lo dem¨¢s, esta estabilidad previsible en el resultado del partido gobernante contrasta con una previsi¨®n de mucha mayor fluidez en los apoyos electorales a los partidos que constitu¨ªan hasta ahora -y, a tenor del sondeo, van a seguir constituyendo- la oposici¨®n. As¨ª, se registrar¨ªa un espectacular incremento en la representaci¨®n parlamentaria del Partido Andalucista. No se trata s¨®lo de que podr¨ªa multiplicar por cinco los esca?os que obtuvo en 1986, sino del hecho, probablemente m¨¢s importante, de que conseguir¨ªa sentar alg¨²n diputado en las seis de las ocho provincias, mientras que hasta ahora su fuerza electoral estaba significativamente circunscrita a Sevilla y C¨¢diz.

El descenso que experimentar¨ªa, seg¨²n este pron¨®stico, Izquierda Unida, puede relacionarse con el diferente atractivo que para la poblaci¨®n andaluza presentan el candidato que concurri¨® en 1986 (Julio Anguita) y quien ahora lo hace (Felipe Alcaraz).

En el caso del PP, se dibuja una situaci¨®n bastante estable en relaci¨®n con las elecciones de 1986 en cuanto al n¨²mero de esca?os, si bien reflexionar¨ªa a la baja en voto popular. De esta forma, da la impresi¨®n de que el apoyo al PP es bastante resistente a cambios en el liderazgo y a circunstancias externas de otra ¨ªndole, puesto que no parece resentir la profusi¨®n de cambios que en estos cuatro a?os ha tenido lugar en su seno.

Parece descartable, a tenor de los datos, que el CDS consiga entrar en el Parlamento. Sus porcentajes de intenci¨®n de voto est¨¢n en l¨ªnea con los resultados de 1986, y representan una continuidad en su debilitamiento.