Leal discrepancia
Tengo el agrado de dirigirme a usted en relaci¨®n con el art¨ªculo que firma el se?or Carlos Gabetta, titulado El general Videla tendr¨¢ su indulto, que fuera publicado el 23 del corriente.Quiero expresarle que el presidente de la naci¨®n, doctor Carlos Sa¨²l Menem, constitucionalmente elegido, celoso defensor de las instituciones jur¨ªdicas del Estado nacional y profundo conocedor de la idiosincrasia del pueblo que representa, se ha impuesto un irreversible prop¨®sito: restablecer en Argentina una sociedad abierta y plural en la que se respete de continuo el di¨¢logo y la confraternidad dentro del mutuo respeto de las ideas.
Esto impedir¨¢ que la memoria oficial argentina sea elitista o seleccione lo que debe olvidar. La historia que se pretenda ocultar siempre ser¨¢ traici¨®n al pueblo, que es su principal protagonista, y ¨¦ste ha permitido que el sentido humanista del presidente argentino rija el destino com¨²n.
Necesita Argentina la convivencia de aquellos que otrora vivieron enfrentados por una guerra fratricida, en la que violencia, dolor y espanto sacudieron los cimientos de la misma interioridad de la naci¨®n. Nuestro presidente, que sufri¨® c¨¢rcel, torturas y persecuciones, sabe que la dial¨¦ctica de las armas debe cesar para que el di¨¢logo y la tolerancia y el perd¨®n permitan reconciliar los esp¨ªritus ayer agredidos desde ambas partes.
Los dos partidos pol¨ªticos mayoritarios de Argentina, el Radical (Uni¨®n C¨ªvica Radical) y el Justicialista, que aglutinan m¨¢s del 85% de la poblaci¨®n, est¨¢n contestes en el logro de la cohesi¨®n nacional.
El presidente Menem, haciendo uso de sus atribuciones constitucionales (la Constituci¨®n nacional proviene de una constituyente elegida como soberana por el pueblo), dispuso el indulto que aqu¨¦lla instituye.
En otro aspecto, el se?or Gabetta dice que la represi¨®n efectuada contra un ataque terrorista a una guarnici¨®n militar en La Tablada constituy¨® una masacre cuyas causas a¨²n no han sido investigadas. Sobre dicha aseverac¨ª¨®n quiero se?alar que la agresi¨®n brutal fue efectuada por elementos terroristas; que la represi¨®n fue la que toda sociedad moderna realiza ante un acto de tal naturaleza y que la misma fue efectuada ante las c¨¢maras de televisi¨®n nacionales e internacionales. Adem¨¢s, quede claro que la justicia competente intervino de inmediato. Esto demuestra la juridicidad y legalidad en lo actuado por el Estado de derecho.
Las denuncias sobre eventuales irregularidades fueron todas motivo de correspondiente apertura de investigaci¨®n judicial; algunas desvirtuadas por irrelevantes y otras a¨²n en curso. Sus conclusiones, una vez conocidas, ser¨¢n dadas a publicidad. Remitir¨¦ a usted el texto que corresponde en ese caso.
Cuesta trabajo creer que Argentina vivi¨® una guerra interna. Los esfuerzos m¨¢s importantes que realiza mi Gobierno en la actualidad, avalados por el consenso popular y por el estricto cumplimiento de la legislaci¨®n vigente, tienden exclusivamente a recomponer la uni¨®n nacional que todos los argentinos desean como plataforma de la reconstrucci¨®n econ¨®mica, social, pol¨ªtica y cultural en que estamos empe?ados. S¨®lo as¨ª, con la grandeza de una palabra que merita acci¨®n: amor, ser¨¢ posible cohonestar lo diverso en la unidad de la naci¨®n argentina.
Hoy no hay r¨¦probos ni elegidos, ciudadanos de primera y de segunda; hoy estamos dentro de una democracia que, lograda en 1983, perdura con altivez para acompasar el tiempo de la historia contempor¨¢nea.
Tal como tuve oportunidad de expresarle al se?or Gabetta en ocasi¨®n de su visita a la Embajada, donde brind¨¢bamos por la festividad patria del 25 de mayo de 18 10, creo que es imprescindible la leal discrepancia dentro de la ¨¦tica. Es en ese sentido que le expreso mi respeto y que pido se interprete el sentido de estas l¨ªneas-
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