La ocupaci¨®n del despacho no se ampara en ning¨²n documento

El ministerio fiscal no ha acreditado la existencia de t¨ªtulo jur¨ªdico adecuado -nombramiento, contrato o autorizaci¨®n por escrito- que regulara la permanencia de Juan Guerra en dependencias de la Administraci¨®n p¨²blica por espacio de seis a?os.Al parecer, ning¨²n otro puesto de ayudante o asesor de miembros del Gobierno o de altos cargos se cubre con una mera autorizaci¨®n verbal, que si por una parte excluye la retribuci¨®n econ¨®mica de la Administraci¨®n al contratado, por otra le deja al margen del cuadro de responsabilidades y sanciones al que est¨¢n sometidos los funcionarios o personas contratadas de una forma regular.

Su presencia en la delegaci¨®n del Gobierno coincide con las fechas en que puso en marcha diferentes negocios privados. En declaraciones period¨ªsticas, ¨¦l mismo ha aceptado ha ber participado en negocios du rante su periodo de permanen cia en la dele gaci¨®n del Ejecuti vo, aunque siempre ha a?adido que no gestionaba personal mente esas empresas. Afirma ci¨®n que contrasta con los da tos existentes en el registro mercantil de Sevilla sobre la sociedad Fracosur, seg¨²n los cuales Juan Guerra era el apoderado de esta entidad -que mantuvo relaciones comerciales con la empresa p¨²blica Ensidesa- desde el 3 de octubre de 1988.

Juan Guerra ha reconocido tambi¨¦n ser el due?o de la sociedad Corral de la Parra, la ¨²nica que le ha dado beneficios -seg¨²n su versi¨®n- y que fue constituida el 7 de octubre de 1987, en pleno desarrollo de sus funciones de asistencia al vicepresidente del Gobierno y ocupaci¨®n del tantas veces citado despacho oficial.

En tanto que asistente del vicepresidente del Gobierno, Juan Guerra trabaj¨® en la Delegaci¨®n del Gobierno en Andaluc¨ªa, con algunos de los atributos propios de un funcionario o autoridad, pero sin ninguno de los requisitos normales de una u otra de esas situaciones.

Un hecho evidentemente irregular, reforzado por la cIrcunstancia de que su sueldo corr¨ªa a cargo del partido, que una serie de autoridades han intentado cubrir: el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, que se ha atribuido a s¨ª mismo la titularidad del controvertido despacho, y los sucesivos delegados del Ejecutivo en Andaluc¨ªa, Leocadio Mar¨ªn, Tom¨¢s Azor¨ªn y Alfonso Garrido.