Alianza de los miedos

Seg¨²n se dice, el miedo a la reuni¨®n se ha adue?ado de los dos Estados alemanes. Sin embargo, ( ... ) se trata m¨¢s bien de sentimientos mezclados o que oscilan r¨¢pidamente de un extremo a otro: sentimientos que est¨¢n a la orden del d¨ªa, pues la inestabilidad de la situaci¨®n se refleja en los s¨²bitos cambios del estado de ¨¢nimo. Hay ¨¦pocas en las que el miedo parece convertirse en una epidemia: por ejemplo, aquellas semanas del verano de 1789 en las que por Francia se extendi¨® la grande peur, una especie de psicosis de masas en la que el miedo se alimentaba de ¨¦l mismo. En el fondo estaba presente la profunda inseguridad debida a la radical novedad de la situaci¨®n. ( ... )Prescindiendo de que vuelve a reinar la inseguridad producida por el desmoronamiento de todo un orden social y estatal, no es posible una comparaci¨®n con el estado actual de cosas, aunque tambi¨¦n ahora pudiera ser que, m¨¢s all¨¢ de? motivo inmediato, los miedos se extendieran de forma aut¨®noma, como por contagio. ( ... ) Cabr¨ªa preguntarse si no ser¨ªa razonable entender estos miedos como un s¨ªntoma de transici¨®n digno de tenerse en cuenta. La unificaci¨®n de Alemania es tambi¨¦n, sin duda, un proceso mental, una de las ocasiones relativamente raras en que es posible trabajar de forma directa en la infraestructura mental. No habr¨ªa que subestimar ni que pasar por alto este hecho.

7 de junio