Medicina por videoterminal

Hoy es t¨¦cnicamente posible que un paciente lleve en su cartera, entre las dem¨¢s tarjetas, una que contenga todo su historial cl¨ªnico, incluida una radiograf¨ªa; que los hospitales de toda Europa puedan conectarse por ordenador, e incluso que dos centros de diferentes pa¨ªses puedan colaborar en una intervenci¨®n quir¨²rgica mediante la transmisi¨®n de im¨¢genes por sat¨¦lite; y tambi¨¦n que la enfermera domiciliaria le deje a la asistenta social una tarjeta con las novedades del d¨ªa en la casa del propio paciente. Sin embargo, estos avances est¨¢n todav¨ªa lejos porque les falta lo principal: un lenguaje com¨²n con el que entenderse y recursos econ¨®micos para implantarlos.Los expertos que han participado en el simposio sobre Nuevas Tecnolog¨ªas en los Sistemas de Informaci¨®n Sanitaria que ayer se clausur¨® en Barcelona coinciden en que las nuevas tecnolog¨ªas inform¨¢ticas no solo pueden mejorar la eficiencia del sistema, sino tambi¨¦n la calidad asistencial.

Jap¨®n va a la cabeza en su utilizaci¨®n y Europa intenta ponerse en la v¨ªa, pero le falta mucho, y m¨¢s por problemas de homologaci¨®n de lenguajes y pol¨ªticas sanitarias que por cuestiones t¨¦cnicas. El programa AMI sobre inform¨¢tica en medicina impulsado por la Comunidad Europea (CE) ha agotado su presupuesto, seg¨²n dijo su responsable, el dan¨¦s Niels Rossing, y est¨¢ pendiente de nuevos recursos.

Uno de los programas que mayor inter¨¦s despierta es el de dotar a cada usuario de una tarjeta de identificaci¨®n sanitaria. Existen ya dos tipos de tarjeta, las de banda magn¨¦tica, m¨¢s baratas pero con escasa capacidad de informaci¨®n, y las llamadas tarjetas inteligentes. Algunos pa¨ªses, entre ellos Espa?a, est¨¢n ya introduciendo las de banda magn¨¦tica, pero estas tarjetas contienen s¨®lo el nombre, un n¨²mero de identificaci¨®n y algunos datos m¨¢s, como el grupo sangu¨ªneo o las alergias. Pero ni siquiera puede incluir, seg¨²n los expertos, todos los datos de la lista b¨¢sica de urgencias de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud.

"No existen problemas t¨¦cnicos para establecer tarjetas con mayor capacidad de informaci¨®n. El problema es que todav¨ªa no tenemos un c¨®digo com¨²n que nos permita interpretar su contenido", afirma Jos¨¦ Luis Monteagudo, del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

Las tarjetas inteligentes incorporan un microchip, con o sin procesador, y son como un peque?o ordenador. Las m¨¢s sencillas tienen 64 K de capacidad. Pero existen las tarjetas de lectura ¨®ptica por l¨¢ser, que funcionan como el sistema del disco compacto, que tienen ya una capacidad de hasta 1.500 K (1,5 megas) lo que en t¨¦rminos de papel equivaldr¨ªa a m¨¢s de 700 folios de historial cl¨ªnico.

Red de teleconsulta

El problema es incorporar im¨¢genes, puesto que, por ejemplo, almacenar una radiograf¨ªa precisa 1.000 K. "La mayor parte del diagn¨®stico se basa hoy en im¨¢genes. Por eso es de vital importancia que se creen programas capaces de alamacenarlas y transmitirlas", afirma Luis Boh¨ªgas, miembro del comit¨¦ cient¨ªfico del simposio.Pero esta dificultad no se resolver¨¢ con las tarjetas, sino mediante una red de teleconsulta que conecte los hospitales. Existen varios proyectos, entre ellos el que pretende conectar centros de Madrid, Par¨ªs, Reims y Londres, y el programa de digitalizaci¨®n y transmisi¨®n de im¨¢genes radiol¨®gicas de la ciudad sanitaria de Valle de Hebr¨®n, en Barcelona.